Resumen General: Afiliación al Sistema Nacional de Salud

Afiliación al Sistema Nacional de Salud

La afiliación al Sistema Nacional de Salud se ha incrementado en forma significativa en los últimos años. En 1993 cerca del 24 por ciento de la población colombiana estaba afiliada a alguno de los sistemas de seguridad social o compensación familiar existente en el país.

Según la ends 2000, el 58 por ciento de la población se encuentra afiliada. El 22 por ciento lo está a una ARS, el 18 por ciento a una EPS diferente al ISS, el 14 por ciento al ISS, y el 4 por ciento a regímenes especiales.

Existen grandes diferencias por región, mientras en Bogotá, el 72 por ciento de la población está afiliada, en la Región Atlántica la afiliación tan solo es el 45 por ciento. También en Bogotá es mayor la proporción de afiliados a otras EPS y al ISS y menor en la Región Atlántica.

Es mayor la proporción de afiliados a las ARS en las regiones Oriental y Pacífica. También existen diferencias por área, es mayor en la zona urbana que en la rural y mientras que en la primera; son más frecuentes las afiliaciones a EPS, diferentes al ISS, en las segundas predominan las afiliaciones a ARS.

La afiliación es menor entre los menores y tiende a aumentar con la edad y es mayor entre las mujeres que entre los hombres.

A medida que aumenta la educación, se incrementa la afiliación general y la correspondiente al ISS y otras EPS en particular. La relación es inversa para la Afiliación a ARS, ya que disminuye con el incremento en el nivel educativo.

De igual manera, en la ends 2000 la afiliación es significativamente mayor entre los pensionados, que registraron un 98 por ciento de afiliación y entre los incapacitados y empleados y en contraste, la falta de afiliación es marcada entre los desempleados buscando trabajo. (Te invitamos a leer: Disponibilidad de Servicios Básicos)

La afiliación a las ARS es mayor entre los incapacitados, las personas dedicadas a oficios del hogar y entre los desempleados buscando trabajo.

El 5 por ciento de la población reportó una hospitalización, en el año anterior a la encuesta, siendo más alta la proporción en las regiones Oriental y Central y menor en la Pacifica, es mayor en la zona urbana que en la rural.

Llama la atención que la hospitalización de las mujeres fue más baja que la de los hombres (3.3 y 7.7 por ciento respectivamente); ya que en otras encuestas se ha encontrado lo contrario, debido a las necesidades obstétricas

El 64 por ciento de los usuarios de los servicios de hospitalización considera que la atención recibida es buena y el 21 por ciento que es excelente. Solamente el 2.2 por ciento considera que es deficiente y 12.2 que es regular.

La razón más frecuentemente mencionada en el no uso de los servicios es la falta de dinero, seguida de que el caso era leve y no requería una hospitalización.

La mayoría de la población (67 por ciento), percibe su estado de salud como bueno, 5 por ciento como excelente, 25 por ciento como regular y el 3 por ciento como malo.

Salud Visual en la Ends 2000

Para la evaluación del componente de la situación de salud visual de la población infantil, en la ends 2000 se estudiaron 6.277 niños y niñas de 6 a 11 años.

El 11 por ciento informó el antecedente de formulación de corrección óptica y de estos el 50 por ciento refirió usar las gafas o los lentes al momento de la encuesta.

Del total de niños y niñas examinadas, el 95 por ciento se encontró con agudeza visual normal en ambos ojos; mientras el 1 por ciento presentó agudeza visual deficiente (valoración entre 20/70 y 20/ 200); el 1 por mil deficiencias severas de la agudeza (20/400) y la prevalecía de ceguera (20/800 a NPL); fue de 0.2 por mil lo que corresponde a 2 niños y niñas de 6 a 11 años ciegos por cada millón de personas en las mismas edades.

Del total de niños y niñas con deficiente agudeza visual (valoración entre 20/70 y 20/200); tan solo el 49 por ciento informó el antecedente de prescripción de corrección óptica.

Un porcentaje inferior 36 por ciento hace uso de corrección óptica; el 19 por ciento de estos niños y niñas no hacen uso de los lentes formulados mientras al 47 por ciento restante no se les ha prescrito correctamente alguna.

En relación con los adultos, se examinaron y entrevistaron 6.208 personas mayores de 49 años. Se observó que el 50 por ciento había sido formulado para el uso de corrección óptica alguna vez en su vida; y de estos el 88 por ciento refirió hacer uso de la corrección óptica formulada. (Lea También: Datos Básicos de Encuesta Colombiana de Demografía y Salud)

El 52 por ciento de los adultos estudiados obtuvo un resultado normal en la valoración de la agudeza visual en ambos ojos.

La estimación de personas con deficiencias de la agudeza visual (valoración de 20/70 a 20/200) fue del 25 por ciento; y con deficiencias severas de la agudeza visual se encontró al 2 por ciento de las personas observadas.

La prevalecía de ceguera entre la población mayor de 50 años fue de 3 por ciento.

En lo referido a la valoración del cristalino se pudo establecer que la prevalecía de catarata en adultos para todo el país fue de 41 por ciento; en el ojo derecho de 37 por ciento y para el izquierdo de 38 por ciento.

La presencia de catarata incipiente para el país fue de 30 por ciento para ambos ojos y para el caso de la catarata madura, la prevalecía fue de 7 por ciento en el ojo derecho y 8 por ciento en el izquierdo.

Entre la población con catarata el 55 por ciento mencionó no tener conocimiento de tener algún problema que requiera de cirugía; el 31 por ciento no se ha operado por algún factor relacionado con su salud y el 8 por ciento por algún factor referido a los servicios de salud.

Finalmente, el 2.7 por ciento de la población adulta se encontró con lente intraocular (es decir su catarata fue intervenida quirúrgicamente); de éstos el 49 por ciento refirió que los costos de la cirugía los asumieron la EPS, mientras en el 33 por ciento de los casos el costo se derivó directamente al usuario.

En lo referido al lugar de la operación, el 64 por ciento fue operado en hospital o clínica privada, y el 30 por ciento en hospital público.

Conclusiones y Recomendaciones

La Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2000 (ends 2000), documenta cambios positivos e importantes en las diferentes variables relacionadas con salud sexual y reproductiva; que se produjeron en el país en los últimos años.

Sin embargo, las condiciones más desfavorables siguen siendo las de las mujeres y niños de las zonas rurales; los de aquellos con bajos niveles de educación y los de algunas regiones y subregiones, como son los dos litorales.

Los servicios se encuentran por lo general concentrados en las grandes ciudades.

A pesar del aumento continuo y sistemático en el uso de métodos anticonceptivos, se hace necesario profundizar en la dinámica reproductiva; ya que aún es elevado el porcentaje de embarazos y niños nacidos vivos no deseados, que se suceden anualmente en el pafs; lo que obliga a indagar más ampliamente la forma en que la población ha incorporado el proceso reproductivo a su propia cosmovisión y asegurar que se logra responder a las preferencias reproductivas y a las necesidades de la población; a través de sus diferentes grupos, pero especialmente al de adolescentes que reportan grandes carencias y necesidades.

Es necesario la implantación de la Ley de Educación Sexual, en todos los establecimientos escolares y buscar nuevas formas de comunicación con la población; como lo es la comunicación personalizada y la educación reproductiva en términos de la capacidad critica y autodeterminación de cada individuo y asegurar que se respeten sus diferencias y derechos.

En lo que se refiere a otras acciones, la ends 2000 muestra una clara necesidad de mayor cobertura en el Sistema de Seguridad Social; que aunque se dobló en pocos años, aún está muy distante de la meta de cien por ciento; así” como de mejores servicios de salud materno-infantil, necesarios para continuar con el proceso de reducción de las tasas de mortalidad infantil y materna; especialmente en las zonas rurales y urbanas marginales.

Es recomendable que el pafs haga esfuerzos para motivar los estudios, especialmente las encuestas por muestreo; para poder hacer un seguimiento más minucioso de la situtiación social del pafs, especial-mente en el área de salud; con el fin de lograr una clara identificación de los problemas y grupos más necesitados, con el ánimo de planear y desarrollar proyectos especiales para su solución.

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