Pese a su tamaño contenido, Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo; de hecho, es el segundo del mundo en vida silvestre por kilómetro cuadrado y contiene 5 reservas de la biosfera. Casi el 70% de su superficie terrestre contiene alguno de los múltiples ecosistemas naturales que hay en el país, desde bosque caducifolio hasta pastizales; pasando por grandes masas de agua o zonas montañosas.
Es por ello que es de las primeras naciones en número de anfibios y aves, reptiles o mamíferos, así como la segunda en diversidad vegetal.
Para preservar esta biodiversidad y riqueza natural, una de las opciones más eficaces es la de usar tecnología satelital. Aunque fue desarrollada inicialmente con fines militares, su uso está cada vez más extendido y en la actualidad son clave para la protección del medioambiente; en la lucha contra incendios forestales o actividades perjudiciales como la tala ilegal, la organización de ayuda humanitaria o el monitoreo forestal.
¿Qué son exactamente los datos satelitales?
Mediante sensores, cámaras y otros dispositivos montados en los satélites, estos pueden recoger datos sobre la superficie terrestre y la atmósfera.
Por norma general, estos datos son recogidos en forma de imágenes, cuya resolución puede variar, y que se usan para controlar los cambios que se producen en el suelo, la cobertura de nieve, el nivel de los océanos, la capa de hielo en los polos, etc.
Gracias a la acumulación de datos, no solo se puede cartografiar la superficie del planeta, los datos históricos son útiles para la creación de patrones meteorológicos y controlar el cambio climático.
¿Cómo se aplican estos datos en Colombia?
Monitorización del bosque
Con aproximadamente 60 millones de hectáreas en todo el país, la superficie de los bosques es la 3ª más grande de Sudamérica. La mayor parte de bosque se encuentra repartida entre el Amazonas y los Andes.
Dado que no siempre es posible recorrer el bosque a pie, especialmente en zonas de difícil acceso, el Instituto de Meteorología, Hidrología y Estudios Ambientales de Colombia utiliza datos satelitales para obtener datos a distancia con los que controlar la aplicación de leyes de deforestación cero y los cambios que se producen en las masas forestales.
Monitorización de humedales
Colombia cuenta con multitud de terreno de bosque tropical en los que hay ciénagas, pantanos y manglares, que también representan una parte de la biodiversidad del país.
Las condiciones ambientales en estos lugares son muy concretas, por lo que su cuidado requiere mimo y una alta precisión.
Los datos de teledetección obtenidos mediante satélites proporcionan a los expertos y los responsables de estas zonas toda la información necesaria para la conservación y restauración de los distintos tipos de humedales.
Entre la información que proporcionan se encuentran los datos de delimitación de los humedales, gestión del agua o el control de cambios en el suelo.
Monitorización de la minería ilegal
La minería ilegal es una actividad que se realiza en el Amazonas y, frecuentemente, contamina el agua y envenena a la fauna cuando el mercurio, que se usa para separar el oro del resto de sedimentos, acaba en alguna fuente de agua. La minería también degrada el suelo y favorece la sedimentación del río.
Para acabar con esta práctica, el control sobre esta actividad se realiza por medio de imágenes de satélite ópticas, ya que no se ven afectadas por fenómenos como una nubosidad densa, que impide usar otro tipo de imágenes tomadas con sensores tradicionales para monitorizar cuando sucede este problema.
Los efectos del cambio climático son cada vez más y más visibles. Muchas zonas, anteriormente fértiles, ahora sufren de sequías y falta de recursos.
Cuando se trata de lugares remotos y/o grandes extensiones de terreno, monitorizar y controlar lo que sucede en ellos a pie o por medio de vehículos es costoso e ineficiente, por ello los datos satelitales son la mejor opción para llevar a cabo este proceso.
Las imágenes capturadas desde el espacio pueden combinarse con otros tipos de tecnología, como inteligencia artificial o aprendizaje automático, para actuar a tiempo y con eficacia a los problemas a los que se enfrenta el planeta.
