¿Cómo mejorar los síntomas del síndrome de intestino irritable?

Síndrome de intestino irritable

El síndrome de intestino irritable (SII) es un trastorno funcional del aparato digestivo que afecta a millones de personas en el mundo. Caracterizado por síntomas como dolor abdominal, alteraciones en el tránsito intestinal y distensión, el SII representa un desafío tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud.

Este artículo tiene como objetivo ofrecer una visión sobre algunas estrategias alternativas, a las recomendaciones farmacológicas, que han sido descritas e implementadas generando buenos resultados; para que pacientes con este síndrome puedan reconocer los factores desencadenantes de sus síntomas, ver su patología desde una nueva perspectiva y mejorar su salud física y mental.

La importancia de un tratamiento multidisciplinario

Lo primero que debemos entender como pacientes es que el síndrome de intestino irritable es una condición compleja, en la que diversos factores interactúan y determinan cómo se manifiestan sus síntomas.

En este orden de ideas, la nutrición, la salud mental, el estado emocional, el estado físico y el ambiente que te rodea desempeñarán un rol fundamental en el desarrollo de esta enfermedad, por eso las unidades de gastroenterología, que están creando programas integrales para la atención de esta condición, han comenzado a unir fuerzas con otras especialidades en medicina, psicología, nutrición y terapias alternativas, para que en alianza con el médico gastroenterólogo le puedan ofrecer al paciente un tratamiento holístico, con mejores resultados a largo plazo.

La nutrición como factor central

Lo primero que debes comprender como paciente es que tu nutrición y los alimentos que consumes tendrán un impacto drástico en la mejoría de tus síntomas.

Ahora, es importante que te asesores de un profesional en nutrición que pueda analizar tu dieta, los alimentos agresores y los alimentos benéficos para ti. Recuerda que tus síntomas no son iguales a los de otra persona con el mismo síndrome, por eso, es fundamental que no sigas dietas de internet o recomendaciones de seres queridos que te quieren ayudar.

El profesional en nutrición podrá hacer una dieta diseñada especialmente para ti, tus hábitos intestinales y hacer seguimiento para realizar ajustes cuando sean necesarios (1).

Lo ideal es disfrutar de nuevo el consumo de alimentos, sin miedo o tensión por el posible desarrollo de síntomas.

El ejercicio para disminuir el estrés

Uno de los factores que más detona las crisis del síndrome de intestino irritable y que ayuda a la persistencia de síntomas es el estrés, por eso es fundamental encontrar una rutina de ejercicio que te permita liberar tensiones, te ayude a fortalecer tu sistema cardiovascular, reforzar tu sistema inmune y, además, como se ha demostrado científicamente, presenta beneficios para la salud mental. (1)

Adicionalmente, en el contexto específico del SII, existen estudios que plantean que el ejercicio físico estructurado, ayuda a modular la microbiota intestinal, reduce la inflamación sistémica, mejora la motilidad intestinal y el bienestar psicológico (2), lo que por supuesto tendrá una influencia positiva en el tratamiento de la patología.

El Yoga una alternativa para la gestión emocional

Por otro lado, programas de Yoga diseñados especialmente para esta condición y supervisados por los médicos gastroenterólogos, han mostrado mejoría en la fuerza muscular, flexibilidad y reducción del dolor.

También, al enfocarse en la respiración, se ha permitido comprobar que ayuda a gestionar mejor las emociones, a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión (3,4), además de ser ejercicios relajantes que generan un efecto modulador en el sistema nervioso simpático sobreactivo en los pacientes con SII. (5).

El acompañamiento psicológico

Es importante destacar que, aunque el Yoga ha demostrado tener efectos positivos en la depresión y ansiedad, siempre se debe contar con un seguimiento profesional en psicología que atienda de manera más estructurada los síntomas de la salud mental.

Para efectos del SII se han visto excelentes resultados, con programas liderados por psicólogos y psiquiatras como Atención Plena y la Terapia Cognitiva Conductual, que ayudan a adquirir herramientas para afrontar las vicisitudes de la vida y mejora la autoconciencia y control, dos habilidades muy importantes a la hora de tomar decisiones cotidianas para mantener la enfermedad al margen.

De hecho, Creed et al. demostró que la terapia de grupo basada en la terapia cognitivo conductual, no solo reduce la ansiedad y la depresión, sino que, además, disminuye significativamente los síntomas del SII. (6)

Lo mismo que Zernicke et al, que gracias a una investigación para evaluar la reducción del estrés basada en la atención plena, no solo vieron resultados en este aspecto, sino que encontraron efectos positivos en la depresión y la ansiedad y en la disminución de las molestias que causa el síndrome de intestino irritable (7).

La comunicación entre especialistas

Dado que la respuesta a los tratamientos puede variar significativamente entre pacientes, es esencial la colaboración interdisciplinaria entre médicos gastroenterólogos, psicólogos, psiquiatras, nutricionistas y médicos funcionales.

Para garantizar una atención integral, lo ideal es que los pacientes encuentren una unidad de gastroenterología, con un programa que agrupe todas estas especialidades, facilitando la intercomunicación y el desarrollo de un plan de tratamiento personalizado.

Solo mediante un enfoque integrado se pueden abordar todas las necesidades específicas de cada persona, maximizando las posibilidades de éxito y mejorando la calidad de vida del paciente.

Programas integrales: Un Camino Prometedor para el Manejo del SII

En conclusión, la evidencia respalda que una combinación de estrategias educativas, psicológicas, dietéticas, complementarias y farmacológicas, adaptadas a las necesidades individuales de los pacientes, ofrece un manejo efectivo del síndrome de intestino irritable.

Por este motivo es fundamental que más entidades de salud desarrollen sus propios programas para tratar de manera integral esta patología, que cada vez afecta a más porcentaje de la población mundial.

Autor:

Dra. Diana Lizcano Monsalve
Médico Anestesiólogo con especialización en gerencia integral en servicios de salud de la Universidad del Rosario. Amplia experiencia en el área médico científica y administrativa en unidades de gastroenterología y endoscopia digestiva.

Dr. Camilo Manrique 
Médico Internista y Gastroenterólogo. Médico Funcional. Amplia experiencia en el ámbito asistencial en clínicas y hospitales públicos y privados.

Referencias

  1. Mahinddru, A.; Patil, P.; Agrawal, V. Role of Physical Activity on Mental Health andWell-Being: A Review. Cureus 2023, 15, e33475.
  2. Rojas-Valverde, D.; Bonilla, D.A.; Gomez-Miranda, L.M.; Calleja-Nunez, J.J.; Arias, N.; Martinez-Guardado, I. Examining the Interaction between Exercise, Gut Microbiota, and Neurodegeneration: Future Research Directions. Biomedicines 2023, 11, 2267.
  3. Chen KW, Berger CC, Manheimer E, et al. Meditative therapies for reducing anxiety: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Depress Anxiety. 2012;29:545–562.
  4. Rocha KK, Ribeiro AM, Rocha KC, et al. Improvement in physiological and psychological parameters after 6 months of yoga practice. Conscious Cognit. 2012;21:843–850.
  5. Kavuri Raghuram N, Malamud A, Selvan SR. Irritable bowel syndrome: yoga as remedial therapy. Evid Based Complement Alternat Med. 2015;2015:398156.
  6. Creed F, Guthrie E, Whorwell PJ, et al. Cognitive-behavioral therapy for irritable bowel syndrome: a randomized controlled trial. *Gastroenterology*. 2001;121(3):497-505
  7. Zernicke KA, Campbell TS, McGowan JM, et al. Mindfulness-based stress reduction for irritable bowel syndrome: a randomized controlled trial. *Am J Gastroenterol*. 2013;108(8):1368-77.

Foto: Freepik.es

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