Relacionan los Medicamentos Antipsicóticos Atípicos con el Riesgo de Coágulos

Investigadores británicos aseguran que las personas que toman los nuevos tipos de medicamentos antipsicóticos, podrían estar en mayor riesgo de desarrollar un coágulo grave conocido como tromboembolia venosa.

Aunque están desarrollados para tratar enfermedades psiquiátricas, estos medicamentos también se recetan para otras afecciones como náuseas, vómitos y vértigo, que ponen a muchos potencialmente en riesgo, anotaron los investigadores.

“En una población de atención primaria de gran tamaño hubo una relación entre el uso de antipsicóticos y un riesgo de tromboembolia venosa”, escribieron la Dra. Julia Hippisley-Cox, profesora de epidemiología clínica y práctica general y sus colegas de la Universidad de Nottingham en el Reino Unido. La tromboembolia venosa es el término general para la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar.

“Este mayor riesgo fue más marcado entre usuarios nuevos y entre aquellos a los que se han recetado medicamentos antipsicóticos atípicos”, agregaron los autores.

Además de Seroquel, entre los antipsicóticos atípico se encuentran Abilify, Solian, Lonasen y Risperdal. Pertenecen a una clase de medicamentos que se introdujo en los noventa para tratar la enfermedad mental. Entre los medicamentos antipsicóticos más antiguos se encuentran Thorazine, Prolixin y Haldol.

“Aunque estos hallazgos contribuyen a la creciente evidencia de efectos adversos para la salud relacionados con medicamentos antipsicóticos, deben ser confirmados por otras fuentes de información”, anotaron Hippisley-Cox y sus colegas.

El informe aparece en la edición en línea del 22 de septiembre de BMJ.

Para el estudio, los investigadores recolectaron datos sobre 25,532 personas que desarrollaron trombosis venosa profunda o embolia pulmonar entre 1996 y 2007. Los miembros del grupo tenían entre 16 y 100 años de edad.

Los investigadores compararon sus casos con los de 89,491 personas que no tenían ninguna de las dos afecciones.

Los autores del estudio hallaron que la gente que tomó medicamentos antipsicóticos durante los dos años anteriores a desarrollar trombosis venosa profunda o embolia pulmonar tenían un riesgo 32 por ciento mayor de desarrollar afecciones, frente a los que no tomaron estos medicamentos.

Los investigadores hallaron que el riesgo fue mayor para los que apenas comenzaban a tomar los medicamentos que para los usuarios habituales, y el riesgo de tromboembolia venosa casi duplicó durante los primeros tres meses de uso.

El estudio halló que el riesgo también fue mayor para la gente que tomaba antipsicóticos atípicos, en lugar de los convencionales, y pareció superior para los pacientes que tomaron medicamentos de baja potencia.

Aunque el riesgo relativo de tromboembolia venosa parece elevado, el riesgo absoluto es bajo. Hay cuatro casos adicionales de tromboembolia venosa por cada diez mil pacientes tratados en un año.

Sin embargo, los investigadores anotaron que entre los que tienen 65 años o más, el riesgo absoluto es mayor, de diez por diez mil en un año.
El peligro de la trombosis venosa profunda es que un coágulo pueda desprenderse y desplazarse a los pulmones, lo que causaría dificultad para respirar o la muerte.

“Si otros estudios repiten estos hallazgos, los medicamentos antipsicóticos podrían usarse con más precaución para las náuseas y la agitación, etc., sobre todo entre pacientes en alto riesgo de tromboembolia”, según escribieron los investigadores. “Los pacientes necesitan información sobre el equilibrio de los riesgos y los beneficios de estos medicamentos antes de comenzar el tratamiento”.

El riesgo más alto, en casi cuatro veces, se relacionó con la quetiapina (Seroquel). Informes publicados recientemente han relacionado Seroquel con muertes repentinas de soldados estadounidenses a los que se recetó para tratar el trastorno por estrés postraumático.

La Dra. Rosa Liperoti, especialista en geriatría de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma (Italia), y coautora de un editorial acompañante en la revista, aseguró que, aunque es una afección extremadamente grave, la tromboembolia venosa es poco común.

“El riesgo individual absoluto de tromboembolia venosa para un sujeto que toma antipsicóticos es bajo”, escribió Liperoti. “Este riesgo individual debería tenerse en cuenta al tomar decisiones clínicas”.

En este momento, no es recomendable recetar medicamentos para prevenir la tromboembolia venosa para pacientes que toman antipsicóticos, aseguró Liperoti. Sugirió que hace falta más investigación.

Es posible que factores de riesgo vasculares individuales interactúen con los antipsicóticos para aumentar el riesgo de tromboembolia venosa”, señaló Liperoti. “Es necesario entender esos mecanismos para identificar a aquellos pacientes que estén en mayor riesgo de desarrollar tromboembolia venosa”.

FUENTES: Julia Hippisley-Cox, M.D., professor of clinical epidemiology and general practice, University of Nottingham, U.K.; Rosa Liperoti, M.D., M.P.H., specialist in geriatrics, Universita Cattolica del Sacro Cuore, Rome, Italy; Sept. 22, 2010, BMJ, online

HealthDay

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