Recomiendan una Terapia más Temprana para los Pacientes de VIH

Iniciar el tratamiento antirretroviral (TAR) cuando un paciente de VIH no tiene síntomas puede evitar la destrucción progresiva del sistema inmunológico que lleva al SIDA, según nuevas directrices de tratamiento emitidas por el Panel de EE. UU. de la Sociedad Internacional del SIDA.

Las recomendaciones de 2010 fueron redactadas por un panel de expertos que revisaron nuevos datos e investigaciones del VIH sobre la programación de la terapia, las opciones óptimas de tratamiento y la monitorización que han surgido desde la publicación de las directrices de 2008. También hay más conocimiento sobre la eficacia, toxicidad y usos potenciales de fármacos más recientes en el manejo del VIH.

“La prominencia de eventos no relacionados con el SIDA como una importante causa de morbilidad y mortalidad entre los que tienen replicación actual del VIH sugiere que el inicio precoz de la TAR podría mejorar más la calidad y la duración de la vida para las personas que tienen VIH”, escribieron los miembros del panel.

La preparación del paciente es una consideración clave cuando los médicos deciden recetar TAR, y no hay un conteo de células CD4 que impida el inicio de la terapia, añadieron.

Las células CD4 son células del sistema inmunitario a las que el VIH se dirige, de manera que las concentraciones (conteo) de CD4 en sangre son un indicador clave del avance de la enfermedad.

Según las nuevas directrices:

Se recomienda TAR a pacientes sin síntomas con conteos de células CD4 de 500 células o menos por microlitro.

Se debe considerar la TAR para pacientes sin síntomas con conteos de células CD4 mayores de 500 por microlitro, y se recomienda independientemente de los conteos de células CD4 para pacientes que tienen enfermedad por VIH establecida con síntomas.

La TAR también se recomienda a pacientes embarazadas, mayores de 60 años, o que tienen enfermedad cardiovascular activa o de alto riesgo, y para los que sufren de infecciones de hepatitis B o C, enfermedad renal asociada con el VIH, enfermedades oportunistas o infección primaria sintomática por VIH.

La TAR también debe recetarse en casos en que haya alto riesgo de transmisión del VIH, como las parejas en que uno de los integrantes está infectado con VIH y el otro no.

Una vez se inicia, la TAR debe continuarse, excepto cuando se usa en un ensayo clínico.

La asesoría para la reducción de riesgos debe ser parte rutinaria de la atención.

Se tiene programado presentar las nuevas directrices en la Conferencia Internacional del SIDA en Viena el domingo, y se publicarán en la edición temática sobre el VIH/SIDA del 21 de julio de la revista Journal of the American Medical Association.

“Demasiadas personas infectadas con VIH buscan atención médica cuando la enfermedad está avanzada, tanto en regiones ricas como pobres. Las pruebas voluntarias universales para el VIH, los servicios integrales de prevención y una vinculación precoz a la atención y el tratamiento son necesarios para asegurar que los avances en la TAR estén disponibles durante etapas más tempranas de la enfermedad”, escribieron los autores del informe.

“Los avances en la TAR han mostrado que el SIDA, según se define tradicionalmente, se puede prevenir. Uno de los mayores desafíos es que la implementación completa de estas directrices requerirá abordar barreras sociales y estructurales para el diagnóstico y la atención, además del estigma y discriminación generalizados asociados con un diagnóstico de VIH”, concluyeron.

FUENTE: Journal of the American Medical Association, news release, July 18, 2010

HealthDay

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