Medicamentos para la Osteoporosis relacionados con un Problema Cardiaco

Los populares medicamentos para fortalecer los huesos conocidos como bisfosfonatos tienen un efecto secundario cardiaco poco común pero grave.

Una revisión de investigaciones disponibles concluye que estos medicamentos podrían incrementar el riesgo de fibrilación auricular, un tipo de arritmia que puede conducir a coágulos que pueden causar ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares.

“Además de posibles efectos secundarios gastrointestinales, los bisfosfonatos pueden tener efectos secundarios cardiacos.

Para casos graves de fibrilación auricular, hubo un aumento significativo en el riesgo, cercano a 68 por ciento”, según la Dra. Jennifer Miranda, autora líder de la reseña y residente de medicina interna del Hospital conmemorativo Jackson de Miami.

Sin embargo, Miranda anotó que el riesgo absoluto de que alguien experimente fibrilación auricular mientras toma estos medicamentos en realidad fue bastante bajo, quizá cercano a uno o dos por ciento.

Se esperaba que Miranda presentara sus hallazgos el lunes en la reunión anual del American College of Chest Physicians en Filadelfia.

Los bisfosfonatos pertenecen a una clase de medicamentos que incrementan la densidad mineral ósea. Generalmente se recetan para tratar a los pacientes de osteoporosis, así como a quienes han sufrido fracturas de cadera. Los bisfosfonatos también se pueden utilizar para tratar la enfermedad de Paget en los huesos.

Entre este tipo de medicamentos se encuentran el alendronato (Fosamax), el ácido zoledrónico (Reclast), el ibandronato (Boniva), el risedronato (Actonel) y otros.

Aunque son efectivos, estos medicamentos pueden causar efectos secundarios graves en algunas personas. También puede haber efectos secundarios gastrointestinales, como náuseas, dolor de estómago, estreñimiento y diarrea. Los efectos secundarios poco comunes son más preocupantes, como la osteonecrosis de mandíbula, las fracturas inusuales y el dolor intenso en los músculos, los huesos o las articulaciones.

La U.S. Food and Drug Administration está revisando la seguridad de los bisfosfonatos, pero en este momento no recomienda cambios a la práctica clínica.

La reseña de Miranda se enfocó en tres estudios sobre bisfosfonatos que incluían información sobre la fibrilación auricular como efecto secundario. Miranda aseguró que los autores revisaron 1,646 estudios, pero solo tres contenían información sobre la fibrilación auricular.

Los tres estudios fueron aleatorios, controlados por placebo y publicados en la New England Journal of Medicine en 2007. En ellos participaron más de 16,000 pacientes. Las poblaciones del estudio fueron bastante similares e incluían mujeres posmenopáusicas entre los 69 y los 75 que tomaban bisfosfonatos para la osteoporosis.

La diferencia general en la evidencia de la fibrilación auricular no fue estadísticamente significativa entre los que tomaron bisfosfonatos o un placebo. Sin embargo, cuando los investigadores examinaron únicamente la fibrilación auricular grave, es decir, lo suficientemente significativa como para exigir hospitalización o causar la muerte, hallaron un aumento de 68 por ciento en el riesgo entre los que tomaban bisfosfonatos.

Miranda aseguró que no está claro por qué los bisfosfonatos podrían aumentar el riesgo de fibrilación auricular.

El Dr. Arthur Santora, director ejecutivo de investigación clínica de Merck Research Laboratories, aseguró estar sorprendido porque en el análisis actual solo se incluyeron tres estudios. En general, dijo, este tipo de investigación incluirá una docena o más de estudios. Merck fabrica Fosamax.

Santora aseguró que sus investigadores también han hecho un metaanálisis para examinar la fibrilación auricular, esta vez con cuarenta estudios, y no hallaron aumento en el riesgo de fibrilación auricular grave.

“Aunque es algo a lo que se debe hacer seguimiento, cosa que hacemos meticulosamente, no parece haber más riesgo de fibrilación auricular cuando se examinan los cuarenta estudios incluidos en nuestro metaanálisis”, según Santora.

Santora aseguró que si los pacientes están de alguna manera preocupados por los efectos secundarios potenciales, deben hablar con sus médicos acerca de estas preocupaciones.

HealthDay

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