Estimulación Cerebral parece mejorar las Habilidades del Lenguaje

Las personas que tienen la enfermedad de Alzheimer que pierden sus habilidades lingüísticas podrían ver alguna mejora si utilizan una técnica llamada estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr), según sugiere una investigación preliminar llevada a cabo por un equipo italiano.

Este procedimiento no invasivo suministra una serie de impulsos magnéticos rápidos a frecuencias de hasta 100 Hz al cerebro. Estudios anteriores habían encontrado que estos impulsos pueden cambiar la actividad cerebral, dependiendo de la frecuencia, explicaron los investigadores.

Aunque son “preliminares”, los nuevos hallazgos “ofrecen muchas esperanzas, no sólo para avanzar en nuestra comprensión de los mecanismos de plasticidad cerebral, sino también para diseñar nuevas estrategias de rehabilitación en pacientes con enfermedades neurodegenerativas”, según la investigadora Maria Cotelli, del IRCCS Centro San Giovanni Fatebenefratelli di Dio en Brescia.

El informe aparece en la edición en línea del 24 de junio de Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry.

Para el estudio, el equipo de Cotelli utilizó la EMTr en 10 pacientes que tenían enfermedad de Alzheimer moderada. Los investigadores asignaron aleatoriamente a los pacientes a cuatro semanas de estimulación magnética transcraneal repetitiva a 20 Hz o a dos semanas de un tratamiento simulado seguido de dos semanas de EMTr. Los impulsos se aplicaron en los lóbulos prefrontrales del cerebro.

Los participantes del estudio se sometieron a evaluaciones de la memoria, las funciones ejecutivas y el lenguaje al comienzo del estudio, a las dos y cuatro semanas desde el inicio del tratamiento y de nuevo a las ocho semanas.

Luego de dos semanas, los investigadores encontraron una diferencia significativa entre los dos grupos de prueba en cuanto a su capacidad para comprender el lenguaje hablado.

Entre las personas que se sometieron a la estimulación magnética transcraneal repetitiva, el número de respuestas correctas en una prueba de comprensión osciló entre 66 hasta más de 77 por ciento, mientras que entre los que no recibieron el tratamiento las puntuaciones se mantuvieron invariables.

Tras dos semanas de tratamiento, los que no recibieron la EMTr mostraron inicialmente mejoras en la comprensión del lenguaje, apuntaron los investigadores.

Además, la mejora observada en ambos grupos se mantuvo durante dos meses luego de los tratamientos.

La EMTr no modificó otras capacidades lingüísticas o funciones cognitivas, incluida la memoria. Lo que sugiere que en este contexto la estimulación magnética transcraneal repetitiva se relaciona específicamente con la comprensión del lenguaje, señala el grupo de Cotelli.

No está claro cómo actúa la EMTr, señalaron los investigadores. Esta estimulación podría cambiar la actividad del cerebro y reajustar patrones poco saludables causados por la enfermedad o daños, especularon.

Hay algunas pruebas para esta teoría. Los estudios por imágenes de personas con daño cerebral congénito o adquirido muestran que algunas áreas del cerebro parecen ser plásticas y que se puede “reorganizar” la actividad cortical, agregó el grupo de Cotelli.

“Nuestros hallazgos ofrecen una prueba inicial de los persistentes efectos beneficios de la estimulación magnética transcraneal repetitiva en la comprensión de oraciones en pacientes de enfermedad de Alzheimer”, apuntó Cotelli. “La EMTr rítmica junto con otras intervenciones terapéuticas podrían constituir un método novedoso para tratar las disfunciones del lenguaje en pacientes de alzhéimer”.

Una experta cree que los hallazgos sin interesantes, pero que necesitan repetirse y ampliarse antes de que su valor pueda darse a conocer de verdad.

Catherine M. Roe, catedrática de investigación en neurología en la Facultad de medicina de la Universidad de Washington en San Luis, lo calificó como “un estudio intrigante”.

Los resultados parecen sugerir que de dos a cuatro semanas de tratamiento con estimulación magnética transcraneal repetitiva mejora las puntuaciones en la prueba de comprensión de oraciones entre personas con enfermedad de Alzheimer, al menos a corto plazo, apuntó.

Sin embargo, “antes de concluir de que los efectos del tratamiento son duraderos, creo que sería importante también incluir en un estudio como éste a un grupo de participantes que sólo reciba un tratamiento de placebo”, dijo Roe.

Como con todas las nuevas investigaciones, también es importante ver si los resultados se pueden demostrar en un estudio más grande con distintos grupos de personas para ver si el efecto es confiable, agregó.

“También necesitamos tomar en cuenta que no sabemos si la mejora en las puntuaciones de la prueba de comprensión de oraciones se traducirá en mejoras en la comprensión del lenguaje en el día a día”, señaló Roe.

FUENTES: Maria Cotelli, Ph.D., IRCCS Centro San Giovanni di Dio Fatebenefratelli, Brescia, Italy; Catherine M. Roe, Ph.D., research instructor, neurology, Washington University School of Medicine, St. Louis; June 24, 2010, Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, online

HealthDay

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