Artículo de Revisión. Infección urinaria recurrente en la mujer posmenopáusica
FRANKLIN J. ESPITIA DE LA HOZ*, LILIAN OROZCO SANTIAGO**
Resumen
Introducción: La infección urinaria recurrente se considera ante la presencia de tres episodios de dicha infección urinaria en los 12 meses anteriores o dos episodios en los últimos seis meses.
Objetivo: Realizar una búsqueda del abordaje actual, terapéutico y profiláctico para enfrentar la infección urinaria recurrente en mujeres posmenopáusicas.
Metodología: Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos electrónicas Pubmed, Ovid, Elsevier, Interscience, EBSCO, Scopus, SciELO. Fecha de la última búsqueda: 21 de agosto de 2013.
Resultados: Se revisaron metaanálisis, estudios clínicos aleatorizados y controlados y artículos con series de casos o descriptivos.
Conclusiones: Se han propuesto diferentes manejos para el tratamiento y la prevención de la infección urinaria recurrente en mujeres posmenopáusicas. En una revisión sistemática Cochrane concluyó que: los antibióticos son efectivos para reducir el número o las recurrencias de la infección urinaria; el jugo o las cápsulas de arándano mostraron algún efecto como estrategia preventiva; y los estrógenos vaginales redujeron el número de infección urinaria recurrente en las mujeres posmenopáusicas.
Palabras clave: infección urinaria a repetición, menopausia, antibióticos, estrógenos, arándano.
Abstract
Introduction: Recurrent urinary tract infection is considered in the presence of three episodes of UTI in the previous 12 months or two episodes in the last six months.
Objective: To conduct a search of the therapeutic and prophylactic current approach to face recurrent urinary tract infection in postmenopausal women.
Method: We performed a literature search in the electronic databases PubMed, Ovid, Elsevier, Interscience, EBSCO, Scopus, SciELO. Date of last search: August 21, 2013.
Results: We reviewed meta-analyzes, randomized controlled clinical trials and articles or descriptive cases series.
Conclusions: We have proposed different management for the treatment and prevention of recurrent urinary tract infection in postmenopausal women. In a Cochrane systematic review concluded hat antibiotics are effective in reducing the number or recurrences of urinary tract infection, the juice or cranberry capsules showed some effect as a preventive strategy, and vaginal estrogens reduced the number of recurrent urinary tract infection in postmenopausal women.
Key words: recurrent urinary tract infection, menopause, antibiotics, estrogens, cranberry.
Introducción
La infección del tracto urinario se define como la invasión, colonización y proliferación de microorganismos patógenos, en ausencia de contaminación externa, que puede comprometer desde la vejiga hasta el parénquima renal, y que puede o no ir acompañada de síntomas clínicos1-3.
La infección del tracto urinario recurrente ocurre cuando una mujer presenta tres o más infecciones sintomáticas del tracto urinario, en un plazo de 12 meses o cuando presenta dos o más infecciones sintomáticas del tracto urinario, en seis meses; y a su vez, según su patogenia, puede deberse a una reinfección (cuando ocurre la infección por un germen diferente al del episodio previo) o a una recidiva (cuando ocurre la infección por el mismo germen que el episodio previo)4,5. En el grupo de mujeres mayores de 60 años, entre el 15% y el 20% presentarán una recurrencia ante una infección del tracto urinario6.
La infección del tracto urinario es un síndrome frecuente en la mujer, que aumenta con la edad, con el mayor número de infecciones previas y cuando transcurre menos tiempo entre una y otra infección. El riesgo de una mujer, de presentar una infección del tracto urinario durante su vida, es del 50% a 70%, y 20% a 30% de riesgo de que esta se repita. Se ha detectado bacteriuria en 15% a 20% de las mujeres entre 65 y 70 años, porcentaje que asciende entre 20% y 50% después de los 80 años de edad7.
Clasificación
La infección del tracto urinario tiene diversas clasificaciones: a) infección no complicada o infección complicada8,9; b) infecciones de vías urinarias agudas o crónicas; c) infecciones de vías urinarias sintomáticas o asintomáticas; d) infección de vías urinarias bajas o altas10,11; e) infecciones de vías urinarias adquiridas en la comunidad o nosocomiales12; f) infección de vías urinarias nueva o recurrente13.
La infección del tracto urinario recurrente, como ya se describió previamente, se considera cuando se presentan tres o más episodios de infección de vías urinarias sintomáticas por año o cuando presentan dos o más infecciones de vías urinarias sintomáticas en seis meses. Se debe diferenciar en: a) recidiva/recaída: la que es causada por el mismo germen y se produce dentro de las dos semanas siguientes a la finalización del tratamiento, y representan el 5% de las recurrencias, y es producida por la misma bacteria en el foco de infección, en las primeras dos semanas después del tratamiento inicial; b) reinfección: la que es causada por un germen de una cepa distinta a la que desencadenó el primer episodio, y representa el 95% de las recurrencias, siendo producida por una bacteria diferente; ocurre dos semanas después de haber acabado el tratamiento antibiótico y en general varios meses después; sin embargo, el riesgo de que una infección del tracto urinario haga recurrencia es del 10% al 30%, en los siguientes 6 a 18 meses14. Otra manera de definir la infección del tracto urinario recurrente es aquella que se presenta con 3 o más infecciones de vías urinarias bajas, 2 o más pielonefritis o 1 pielonefritis más 1 infección de vías urinarias bajas en un año15-18.
Diagnóstico
El diagnóstico de infección de vías urinarias debe considerarse frente a una historia y examen físico sugerentes de síntomas urinarios irritativos (disuria, polaquiuria y tenesmo vesical) y de la ausencia de secreción o irritación vaginal19, que se asocian a un examen de orina compatible (leucocitos, eritrocitos y nitritos20, con demostración de bacteriuria en la primera orina matinal o en su defecto, en una muestra de orina que haya permanecido en la vejiga durante 2-4 horas para permitir el crecimiento bacteriano); y se confirma con un urocultivo positivo21,22; sin embargo, es conveniente recordar que entre el 30% y el 52% de la población posmenopáusica puede presentar bacteriuria sin piuria23; por lo que se recomienda solicitarle urocultivo en los siguientes casos: 1) sospecha de pielonefritis aguda, 2) síntomas que no se resuelven o que reaparecen en las próximas 2 a 4 semanas siguientes a la finalización del tratamiento, 3) mujeres que manifiestan síntomas atípicos y 4) en las que no responden al tratamiento antibiótico apropiado24; así como también es conveniente contemplar la posibilidad de realización de más estudios diagnósticos en este grupo de mujeres.
Imagenología
Se hace mandatorio realizar una evaluación imagenológica de las vías urinarias en las pacientes con infección del tracto urinario recurrente para: 1) identificar daño parenquimatoso; 2) identificar la presencia de anormalidades anatómicas o funcionales; 3) brindar un punto de referencia para comparaciones posteriores. Realizar una placa simple de abdomen permite identificar la silueta renal, tejidos peri-renales, presencia de aire o colecciones, imágenes sugestivas de litiasis, etc. La ecografía de vías urinarias permite identificar enfermedad renal o signos de uropatía obstructiva o litiasis renal25,26; y eventualmente otras exploraciones, como tomografía computarizada (Urotac), urografía excretora o gammagrafía con ácido dimercaptosuccínico, (DMSA)–gammagrama renal con 99mTc-DMSA– (el estándar de oro para cuantificar la función renal de cada riñón; y que se recomienda en pacientes con anormalidades identificadas a la ecografía renal o en pacientes tóxicos que no responden al tratamiento con antibióticos). Todas estas ayudas imagenológicas deben entrarse a considerar cuando las pacientes sigan con fiebre 72 horas después de instaurado el tratamiento adecuado27-29. La cistoscopia se indica en aquellas mujeres que cursan con hematuria no explicada o con antecedente de cirugía genitourinaria, ya que permite la visualización directa de las vías urinarias; además de que permite el diagnóstico y tratamiento de las lesiones de la vejiga, uréteres y riñones30,31.
Etiopatogenia
El principal microorganismo patógeno involucrado en la infección del tracto urinario es Escherichiacoli, que representa 75%-95% así como otros bacilos Gram negativos (Klebsiella sp, Proteus sp y Enterobacter sp) de origen intestinal y Gram positivos en menor porcentaje (enterococos, Staphylococcus saprophyticus y Streptococcus agalactiae32-34.
* Ginecología y Obstetricia. Universidad Militar Nueva Granada. Uroginecología, vulvovaginoplastia y rejuvenecimiento vaginal con láser. Hospital de San José / FUCS / Unicamp, Brasil. Correo electrónico: espitiafranklin@hotmail.com
** MD. Hospitalaria Medicina Interna. Saludcood. Pereira, Risaralda, Colombia.
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