ECV y el efecto de la dieta

Una dieta de alta calidad se asocia a más bajo riesgo de eventos CV recurrentes entre personas de 55 años o más con ECV o DIABETES 

On behalf of the ongoing telmisartan alone and in combination with Ramipril global end point trial (ontarget)/telmisartan randomized assessment study in acei intolerant subjects with cardiovascular disease (transcend) trial investigators. Relationship between healthy diet and risk of cardiovascular disease among patients on drug therapies for secondary prevention: a prospective cohort study of 31 546 high-risk individuals from 40 countries. Circulation 2012;126:2705-2712. 

DEHGHAN M, MENTE A, TEO KK, ET AL

Nivel de evidencia: II-2 

Resumen. Aunque es bien conocido que hay una fuerte relación entre dieta y enfermedad cardiovascular (ECV), no se conoce mucho acerca de su impacto en gente mayor con alto riesgo de ECV quienes están tomado medicación para prevención secundaria.

Dehghan y col. midieron la relación entre calidad de dieta y eventos de ECV en una amplia población de 40 países con ECV y diabetes mellitus (DM) con daño endorgánico que son drogas ya probadas.

De dos estudios randomizados (ONTARGET) y TRANSCEND), se estudiaron un total de 31.546 mujeres y hombres de edades entre 66.5 ± 6.2 años. Se usó el Alternative Healthy Eating Index and the Diet Risk Score modification. Se utilizó el método Cox de riesgo proporcional para edad, sexo, lugar de incorporación, la región, y otros factores de confusión buscando una asociación entre calidad de dieta y resultado compuesto primario de muerte CV, infarto del miocardio (IM), ACV o falla cardiaca congestiva. Hubo 5.190 eventos durante los 50 meses de seguimiento. Los pacientes en los quintiles más sanos del Eating Index Score modificado tenían mucho más bajo riesgo de ECV (RR, 0.78, IC 95% 0.71-0.87, el quintil más alto versus el más bajo quintil). La reducción en riesgo de muerte CV, IM y ACV fue de 35%, 14% y 19% respectivamente. La asociación protectora persiste a pesar de si los pacientes recibían o no medicación. Una dieta de mayor calidad fue asociada con un menor riesgo de eventos de ECV recurrentes entre personas mayores de 55 años o mayores con ECV o Diabetes Mellitus. Los autores urgen a que los profesionales de la salud recomienden comer dieta sana para inducir la reducción de ECV y salvar vidas.

Comentario. Se han encontrado que la dieta y las modificaciones del estilo de vida reducen sustancialmente la mortalidad y morbilidad en la prevención primaria de ECV.1 El presente estudio reporta que las modificaciones sanas del estilo de vida son también importantes en la prevención secundaria de eventos incluyendo infarto del miocardio y ACV.

El papel de la nutricionista y educación del paciente, es a veces subestimado en el manejo de la ECV y la adherencia de los pacientes a las recomendaciones puede ser menor que lo esperado secundario a la insuficiente recuperación de información, necesidad de soporte adicional y falta de fuerza de voluntad.2,3

La educación nutricional efectiva y el soporte pueden mejorar los lípidos sanguíneos, el peso corporal y la resistencia a la insulina a través de la ingesta de alimentos, restricción calórica y mejores niveles de actividad física, aún en pacientes con obesidad y síndrome metabólico.4,5

El ensayo post CABG6 notó que el bajo agresivo de los lípidos con medicación disminuye la progresión arterioesclerótica con una disminución subsecuente en el infarto del miocardio y muerte. Sin embargo pocos estudios han mirado el impacto de las modificaciones de la dieta como una estrategia de prevención secundaria en individuos con conocida ECV midiendo resultados tales como infarto del miocardio, ACV y mortalidad.7

Aunque este estudio no abordó tamaños de la muestra, si lo hizo con los tipos de comidas consumidas, que puede ser más útil para los clínicos para hacer ajustes de la evaluación en el consultorio.

Una fortaleza adicional es la participación de varios países, llevando a una mayor aplicabilidad aunque no necesariamente en países de bajos ingresos.

Lo más notable fue el consistente beneficio de una dieta saludable, sin importar la terapia con droga u otros cambios en el estilo de vida, aún en pacientes diabéticos.

Como clínicos, una vez nuestros pacientes han sido diagnosticados con ECV nos podemos enfocar en regímenes de tratamiento con drogas y sus efectos secundarios, con menos énfasis en el asesoramiento de modificaciones en la dieta o el estilo de vida.

Este estudio confirma otros anteriores que recomiendan participación a largo plazo de consejería nutricional hasta que se alcancen las metas, tal vez con la participación de una nutricionista, en el cuidado de pacientes con ECV.5

Los pacientes deben ser motivados para continuar haciendo cambios en la dieta cuando conocen el potencial de la reducción de 35% de riesgo de muerte por ECV entre los más altos quintiles de comedores sanos.

Los que proveen salud a cargo de pacientes con ECV deben animarse a guardar un foco sostenido en este aspecto de la prevención de la salud.

Rebekah J. McCurdy, MD, Ob/Gyn Resident
Department of Ob/Gyn
The Reading Health System
Reading, PA
Peter F. Schnatz, DO, FACOG, FACP, NCMP
Department of Ob/Gyn and Internal Medicine
The Reading Health System
Reading, PA
Department of Ob/Gyn and Internal Medicine
Jefferson Medical College of Thomas Jefferson
University
Philadelphia, PA
Member, NAMS Board of Trustees

Referencias

1. Artinian NT, Fletcher GF, Mozaffarian D, et al, for the American Heart Association Committee of the Council on Cardiovascular Nursing. Interventions to promote physical activity and dietary lifestyle changes for cardiovascular risk reduction in adults: A scientific statement from the American Heart Association. Circulation 2010;122:406-441.
2. Sofi F, Fabbri A, Marcucci R, et al. Lifestyle modifications after acute coronary syndromes in a subset of the AMI-Florence 2 Registry. Acta Cardiol 2011;66:791-796.
3. Doyle B, Fitzsimons D, McKeown P, McAloon T. Understanding dietary decisionmaking in patients attending a secondary prevention clinic following myocardial infarction. J Clin Nurs 2012;21:32-41.
4. Fletcher B, Berra K, Ades P, et al. Managing abnormal blood lipids: a collaborative approach. Circulation 2005;112:3184-3209.
5. Karwacki-Marugg C, Schnatz JD. Consultation and management of patients with lipid disorders: Importance of life-style changesand intensive follow-up. Connecticut Medicine 2006;70:133-139.
6. Knatterud GL, Rosenberg Y, Campeau L, et al. Longterm effects on clinical outcomes of aggressive lowering of low-density lipoprotein cholesterol levels and low-dose anticoagulation in the post coronary artery bypass graft trial. Post CABG investigators. Circulation 2000; 102:157-165.
7. De Lorgeril M, Salen P. Mediterranean diet in secondary prevention of CHD. Public Health Nutr 2011;14:2333-2337.

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