Comodidad del Paciente Hospitalizado en un Servicio de Cirugía
Cuando se Proveen Medidas de Comodidad que Involucran a la Familia
Magda Lucía Flórez Flórez*
Resumen
El presente estudio propuso determinar el grado de comodidad del pacie nte hospitalizado cuando las medidas de comodidad son aplicadas por parte de la familia. En el servicio de cirugía (Hospitalización tercer piso) de la Fundación Santa Fe de Bogotá, se realizó un estudio de tipo cuasiexperimental, durante los meses de Julio a Noviembre de 2000, con una muestra constituída por 30 pacientes.
El Cuestionario General de Comodidad (GCQ, por su sigla en inglés), desarrollado por la doctora Katharine Kolcaba, permitió medir el grado de comodidad del paciente y determinar las necesidades antes y después de la intervención de la familia. (1) La familia fue orientada en cuáles medidas de comodidad podía realizar sin poner en peligro la vida del paciente.
Altos grados de comodidad fueron encontrados en los pacientes después de la intervención de la familia en el cuidado con determinadas medidas de comodidad. Estos hallazgos sugieren que la familia está en capacidad de asumir determinadas responsabiliades en el cuidado del paciente, ayudándolo a afrontar su crisis de enfermedad y favoreciendo de esta manera un cuidado más humano y más hogareño en los hospitales.
Palabras Clave: comodidad, familia, medidas de comodidad, hospitalización, necesidades de comodidad, cuidado cooperativo.
Summary
The present study proposed to determine the degree of comfort of the hospitalized patient when comfort measures are done by the family, in 3th surgical floor at Fundación Santa Fe de Bogotá. It was carried out a type of cuasiexperimental design, during July to November of 2000, with a sample of 30 patients. The General Questionnaire of Comfort (GCQ) developed by doctor Katharine Kolcaba allowed to measure the degree of patient comfort and determined the needs before and after the family intervention. The family was guided in which measured of comfort could carry out without putting the patients in danger. High degrees of comfort were found in the patient after the family intervention; comfort measures findings suggest that the family is in capacity to assume certain responsabilities in patient is care helping him to confront their illnes crisis and providing this way a more humane and homelike care in the hospitals.
Key Words: comfort, family, comfort measures, hospitalization, comfort needs, cooperative care.
Introducción
Las personas cuando presentan alguna clase de alteración en su salud se ven en la necesidad de permanecer hospitalizados, originando tanto en él como en su familia un gran estrés e interrumpiendo su función familiar. La persona toma el nombre de paciente, asumiendo un papel pasivo. En muchas ocasiones, la familia queda aislada y desinformada acerca de su pariente y no se le tiene en cuenta en el cuidado del mismo.
Las intervenciones de enfermería deben estar encaminadas a aumentar la comodidad del paciente, dando un giro total al enfoque del cuidado biológico y pasando a un enfoque centrado en el paciente y su familia. Dando paso, también, a hospitales más humanos y cálidos, donde la familia y el paciente se sientan como en su hogar y la situación de enfermedad no sea tan notoria. Esto se puede lograr involucrando a la familia en el cuidado del paciente, para que sea un miembro activo y no sólo un visitante pasivo.
En el presente estudio se midió el grado de comodidad de los pacientes hospitalizados en un servicio de cirugía de la Fundación Santa Fe de Bogotá, con una muestra de 30 pacientes durante los meses de Julio a Noviembre de 2000.
La Teoría del Cuidado Cómodo desarrollada por la Dra. Katharine Kolcaba, los planteamientos del Cuidado Cooperativo de Grieco y col., y un análisis de la situación a la que se ven sometidos, el paciente y la familia, al estar hospitalizados, constituyen la base teórica para el desarrollo de esta investigación.
Con el GCQ se midió inicialmente el grado de comodidad del paciente y se identificaron sus necesidades, para que posteriormente su familia aplicara algunas medidas de comodidad tales como cambios de posición, lubricación de la piel, proveer cariño físico, y un ambiente adecuado, entre otras. En una segunda aplicación, el GCQ midió el grado de comodidad del paciente después de que la familia aplicara dichas medidas de comodidad.
Fueron encontrados altos grados de comodidad después de la intervención de la familia en el cuidado. Las necesidades para estos pacientes fueron necesidades en el contexto físico, social, ambiental y psicoespiritual, ayudándolos a encontrar estados de trascendencia, tranquilidad y alivio. Se evidenció también que la familia se puede involucrar en el cuidado del paciente mientras éste esté hospitalizado, asumiendo determinadas responsabilidades que están encaminadas a mejorar su comodidad y hacerlos de esta manera participantes activos en el cuidado de su salud.
Definición de Conceptos
Para este estudio se utilizaron conceptos tomados de la Teoría de la Comodidad y conceptos acuñados, los cuales se definen a continuación:
– Comodidad: Kolcaba (1991) la define como ioestado de encontrar necesidades humanas básicas para la tranquilidad, alivio y trascendenciall. (1)
– Servicio de Cirugía: lugar donde se encuentran hospitalizados pacientes que requieren alguna clase de tratamiento quirúrgico que esté relacionado con las especialidades de ortopedia, urología, neurocirugía y cardiovascular.
– Paciente hospitalizado en el servicio de Cirugía: persona mayor de 16 años, despierta, alerta, con una condición de salud estable, y que tenga una estancia mínima de 5 días y que requiera hospitalización en el servicio de cirugía.
– Familia: persona considerada por el paciente como la más allegada y con quien existe una relación de afecto bastante estrecha y que esté en capacidad y disponibilidad de participar en el cuidado para proveer comodidad al paciente.
– Medidas de comodidad: intervenciones de enfermería que son causa contribuyente o suficiente para proporcionar un estado de comodidad física, mental, ambiental o espiritual al paciente. (2)
– Medidas de comodidad realizadas por la familia: intervenciones que la familia puede realizar sin poner en riesgo la vida del paciente, cuya finalidad es mejorar su comodidad y que serán orientadas por la enfermera. Estas intervenciones pueden ser: cambios de posición, masajes, lubricación de la piel, establecer una comunicación efectiva, tanto verbal como no verbal y proporcionar un ambiente agradable (manejo de la luz, ruido, temperatura, entre otros).
Marco Teórico
1. Cuidado cómodo
El término comodidad ha sido utilizado en el lenguaje cotidiano durante mucho tiempo con diferentes significados que varían de acuerdo con el área del conocimiento en que sea utilizado y de acuerdo con lo que cada persona crea que es para ella la comodidad en diferentes situaciones. Katharine Kolcaba, para poder llegar a un concepto de Comodidad, realizó una revisión del término tanto en el lenguaje ordinario como en la Ciencia de la Enfermería.
Encontró diferentes significados en los diccionarios: comodidad como causa de alivio al malestar, comodidad como un estado de tranquilidad y satisfacción, comodidad como cualquier cosa que haga la vida fácil o agradable; según el Latín Confortare: iofortalecerse en grandelm y según el Diccionario Inglés de Oxford: fortalecimiento, aliento, ayuda, apoyo, sustento o refresco físico, entre otros. (2)
Según Kolcaba y Kolcaba, en una investigación etnocientífica Morse (1983) encontró que la comodidad se relacionaba con tocar, hablar y escuchar, lo cual era importante para individuos estresados. (3) Roy, en la teoría de la adaptación, encontró cuatro categorías de necesidades: psicológicas, autoconcepto, función del rol e interdependencia, las cuales son identificadas por la enfermera quien provee medidas de comodidad para aliviar los malestares producidos en cada una, citadas por Kolcaba mientras que para Watson (1979) la comodidad es parte importante en su teoría La Ciencia del Cuidado refiriéndose a ella como apoyo, protección o corrección en los ambientes internos y externos de una persona. (2)
De acuerdo con la revisión de estos significados Kolcaba encontró tres sentidos de la comodidad, desarrollados en cuatro contextos. El sentido de tranquilidad que hace referencia a la persona entera, a la comodidad en la mente y en el cuerpo, estado de satisfacción y un estado positivo.
El sentido de alivio se refiere a la satisfacción de necesidades, es decir se deben aliviar malestares en los pacientes. El sentido de trascendencia es independiente y se refiere a las medidas de comodidad que fortalecen y engrandecen a una persona. (2) La persona surge por encima del dolor o de los problemas. (3)
El primer contexto donde se desarrolla la comodidad es el contexto físico, el cual se refiere a todas las sensaciones corporales. El contexto social, relacionado con las relaciones interpersonales, familiares y sociales.
El contexto psicoespiritual refiriéndose a la conciencia interna de las personas, el autoconcepto, autoestima, sexualidad, significado en la vida y creencia en un ser supremo. El contexto ambiental relacionado con el medio externo, como luz, ruido, temperatura, etc. (3) Cuando se interrelacionan los sentidos con los contextos surge una estructura taxonómica, en la cual la comodidad de los pacientes es experimentada en un contexto y un sentido específico. Dicha estructura taxonómica permitió a Kolcaba el desarrollo del Cuestionario General de Comodidad (GCQ).
La Teoría de la Comodidad plantea que los pacientes necesitan comodidad en situaciones de cuidado. “El Cuidado Cómodo es eficiente, holístico, individualista y gratificante en los pacientes y enfermeras”. (4) Es un resultado holístico que involucra a la persona entera, es dinámico, al engrandecer un aspecto de la comodidad se pueden engrandecer otros, logrando una comodidad total.
El Cuidado cómodo surge de una situación de estímulos y tensiones negativas, que originan necesidades de comodidad en intervenciones para satisfacer dichas necesidades, moviendo la tensión en un dirección positiva. El paciente percibe si la tensión cambia por la aplicación de las intervenciones. La enfermera evalúa si la comodidad fue alcanzada por medio de la valoración de la percepción del paciente, tanto objetiva como subjetivamente. (5) La enfermera determina si las medidas de comodidad implementadas aumentaron la comodidad o si se tiene que implementar una medida nueva. (4) Estas medidas de comodidad pueden ser muy sencillas como por ejemplo, mantener al paciente limpio, seco, en una buena posición, ofrecer alimentos, brindar un ambiente fresco, abrir ventanas o cerrarlas, manejar la luz, eliminar ruidos, facilitar la privacidad del paciente, permitir que el paciente tome sus propias decisiones, facilitar el acceso de la familia y enseñarles como proveer cariño físico y cuidado emocional; todo lo cual facilita que el paciente y su familia encuentren una comodidad total y sean engrandecidos o fortalecidos durante una situación de cuidado de la salud. (6)
2. Situación del paciente hospitalizado y su familia
La historia natural de la enfermedad en algunos casos obliga a que la persona sea recluida en un hospital. Durante dicha hospitalización pueden existir políticas y procedimientos que pueden ser perjudiciales para la recuperación del paciente, interfiriendo en la capacidad del individuo para ajustarse a su nueva situación. Algunas medidas restrictivas como la elección de la dieta, vestuario, privacidad, pueden dominar la vida del paciente al entrar al hospital. (7)
La hospitalización origina en la persona un gran estrés, además del ya existente por causa de la enfermedad, que también se extiende a los miembros de la familia. Ve limitada su capacidad para adaptarse a la nueva situación realizando los cambios en su estilo de vida que puedan necesitarse. Las personas toman un papel pasivo, dejando a un lado su proceso de toma de decisiones, sólo por el hecho de tomar el nombre de i.pa- cienteln. (7)
El diseño arquitectónico de los hospitales también favorece el aislamiento de la persona de su contexto social usual. Está conformado por grandes muros de concreto, donde la persona entra, se le trata su enfermedad y luego se devuelve a su grupo de personas significantes. Los cuartos son reducidos, donde sólo pueden estar el médico y el paciente, dejando afuera a la familia, la cual toma un papel pasivo, limitandose a dar información y a esperar. (8)
La incursión del paciente en un medio totalmente extraño, ocasiona que él “entregue” su cuerpo a los profesionales de la salud presentes allí, quienes se van a constituir en las personas que tomen las decisiones, lo cual produce una despersonalización importante. (9) Dicha despersonalización está relacionada con el aumento de la tecnología, que favorece que el ser humano pierda la importancia que se merece.
La relación enfermo familia pierde su intensidad debido a la normatividad institucional, caracterizada por una tendencia hacia un modelo científico, racional, tecnocrático y deshumanizado. (10) La familia es la unidad social básica y puede ser un recurso importante para ayudar a minimizar los problemas de salud acarreados en algún miembro de su familia. (11)
Un paciente críticamente enfermo puede necesitar a su familia más que nunca, la puede utilizar para sacar fuerzas de ella y poder sobreponerse a su crisis biológica. (12) Por lo tanto la familia para el paciente hospitalizado, se convierte en su soporte social básico, disminuyendo los efectos del estrés y ayudando a mejorar la salud mental tanto del individuo como de su familia. (13) Encontrar la manera para que la familia se involucre en el cuidado de su ser querido puede disminuir la desesperanza y llenarlas de gran gozo, pueden expresar su amor, ayudando a tender la cama, bañar al paciente, tocarlo, conversarle. (14)
Para disminuir el impacto negativo de la hospitalización pueden emplearse varias estrategias, una de ellas por ejemplo, es fabricar el hospital más hogareño de tal forma que no afecte la seguridad del paciente durante la enfermedad aguda. (8.) De esta manera surge el Cuidado Cooperativo, donde el paciente y compañero de cuidado participan activamente durante la hospitalización, bajo un programa educativo de una enfermedad específica, ayudándolos a enfrentar la enfermedad y preparándolos para la salida posterior al hogar. Incluir al compañero de cuidado en el cuidado del paciente en el hospital, proporciona una nueva experiencia cambiando el modelo biológico de la medicina por un verdadero modelo familiar. (8)
3. Cuidado cooperativo
La Unidad de Cuidado Cooperativo del Centro Médico de la Universidad de Nueva York está funcionando desde 1979. Consta de 104 cuartos con dos camas, una para el compañero y otra para el paciente. Tiene dos centros donde están distribuidas las funciones de enfermería: el Centro de Educación conformado por una enfermera educadora, nutricionista, trabajadora social y un farmacéutico, los cuales orientan al paciente y a su familia en las responsabilidades durante la estancia.
El Centro Terapéutico es donde el paciente y el compañero son valorados por una enfermera clínica que los prepara para su participación en el cuidado, es decir los prepara para la administración de medicamentos por vía oral, los cuales serán administrados en el cuarto. Son entrenados también para valorar signos de alerta y avisar posibles complicaciones.
El Cuidado Cooperativo tiene como objetivos reducir el costo de hospitalizaciones en las unidades de cuidado agudo, disminuir la probabilidad de rehospitalizaciones e incrementar la disponibilidad de recursos para necesidades de cuidado más intensivas. La característica distintiva del Cuidado Cooperativo es el cuidado y observación brindado por una persona significante, quien acompaña al paciente durante la hospitalización. No tiene el simple papel de iavisitantel, como un individuo pasivo, sino que es participante activo, asiste al paciente y aprende técnicas y estrategias necesarias para el soporte del paciente en el hospital y luego en el hogar, (8) ocurriendo de esta manera menor desintegración de la unidad familiar.
Proveen asistencia física al paciente en su habitación (deambulación, higiene personal, actividades de la vida diaria), soporte emocional para el paciente (compañía, diversión y distracción), hacen observaciones (avisan signos de alarma, sangrado, toman el pulso, etc), participan en el régimen de tratamiento, llamando para solicitar asistencia (avisar de posibles complicaciones a la enfermera para recibir atención de urgencia) y cumplen tareas personales (atiende sus propias necesidades y deja al paciente siempre en compañía).
La aplicación del Cuidado Cooperativo ha reportado: disminución en los costos de hospitalización, disminución en los días de estancia, disminución en los indicadores para caídas de pacientes y errores en la medicación, bajo porcentaje en la readmisión, mayor satisfacción del paciente y trabajadores, menos accidentes, incidentes y errores.
Marco Metodológico
El estudio se realizó con un diseño cuasiexperimental, donde no se contó con grupo control ni con una muestra aleatoria, por lo cual fue necesario introducir ciertos controles sobre las posibles variables extrañas para facilitar el análisis de los resultados. El primer control, consistió en hacer una medición inicial pretest y una medición postest. La medición pretest permitió dar una equivalencia inicial al grupo, es decir se identificaron las necesidades de cada uno de los pacientes en sus condiciones específicas, para poder introducir unas medidas de comodidad que satisfagan dichas necesidades y posteriormente obtener una segunda medición (postest) para valorar el grado de comodidad alcanzado.
La medición postest se realizó en un período de dos días después de aplicadas las medidas de comodidad, para garantizar en cierto grado el efecto de la variable independiente. Otro control consistió en hacer un seguimiento diario y continuo a cada uno de los pacientes y sus familias con el fin de asegurar que se aplicaran las medidas de comodidad por parte de la familia, y poder valorar la satisfacción de las necesidades.
Tabla 1. Operacionalización de Variables
Para evitar alteración en las observaciones y en la interpretación de los datos se aseguró que la recolección de los datos la realizara la misma persona. La variable independiente fue: medidas de comodidad realizadas por la familia (tabla 1) y la variable dependiente: grado de comodidad del paciente hospitalizado en un servicio de cirugía. Se realizó un muestreo intencional constituido por 30 pacientes hospitalizados en el servicio de Cirugía (hospitalización tercer piso) de la Funda ción Santa Fe de Bogotá, durante los meses de Julio a Noviembre de 2000.
Los criterios de inclusión de la muestra fueron: pacientes despiertos, alertas, con una condición de salud estable, una estancia mínima de 5 días y con un familiar dispuesto y en capacidad de proveer medidas de comodidad sin poner en peligro la vida del paciente. Para saber cuáles de los pacientes hospitalizados cumplían el criterio de inclusión en la muestra fue necesario realizar un censo diario al igual que una revisión de las historias clínicas de los pacientes.
Después de elegir los pacientes se hizo un primer contacto con el fin de obtener su consentimiento para participar en el estudio y para elegir el familiar para participar en el cuidado. En seguida se realizó la primera medición, para determinar las necesidades de comodidad y poder establecer las medidas de comodidad.
Esta medición se realizó al segundo día de hospitalización. La orientación de la familia se realizó en forma verbal y escrita entregándoles una Guía de Instrucción (Anexo1) donde se exponía la forma de realizar cada una de las medidas de comodidad operacionalizadas anteriormente.
Durante los siguientes días se hizo un seguimiento de pacientes y familiares para proceder a realizar la segunda medición en el día quinto de hospitalización. Para la recolección de datos se utilizó el Cuestionario General de Comodidad (GCQ) (Anexo 2), el cual identifica las necesidades de comodidad en los diferentes contextos y sentidos, a través de 28 ítems. El alfa de Cronbach es de 0,9, siendo utilizado en grupos de pacientes de oncología, medicoquirúrgicos, psiquiátricos y comunitarios.
Se le realizó una prueba al cuestionario con 16 pacientes, de los cuales ocho fueron diligenciados por ellos y los ocho restantes diligenciados por el investigador. Se encontró que hubo dificultad en la interpretación de la escala de calificación, ya que el cuestionario original sólo explica la calificación 4 (para completamente de acuerdo) y 3 (para completamente en desacuerdo), dejando sin explicación 2 y 1, por lo cual fue necesario hacer un cambio en dicha escala: Completamente de acuerdo (4) pasó a: Situación Actual (3) pasó a: casi la situación actual (2) pasó a: un poco la situación actual. Completamente en desacuerdo (1) : no es la situación actual.
También se observó que los cuestio- narios diligenciados por los pacientes se inclinaban por los extremos de calificación 1 o 2. Mientras que los llenados por el investigador calificaban intermedios, esto debido a que de esta manera se facilitaba aclarar cada uno de los ítems y facilitar así su calificación. Se realizó una segunda prueba al cuestionario con los cambios en la calificación y diligenciados por el investigador, se obtuvieron mejores resultados.
Posteriormente se realizó una prueba piloto con cinco pacientes con la cual se obtuvieron los tiempos promedios y las horas más propicias para realizar las mediciones y orientaciones.
La primera medición, en el segundo día de hospitalización permitía al paciente establecerse en su habitación, familiarizarse con el medio ambiente, con el personal de salud y establecer su red de apoyo familiar. La segunda medición realizada al quinto día, permitía hacer un seguimiento de dos días al familiar y al paciente, para verificar las medidas de comodidad establecidas. La verificación del censo diario y la revisión de historias clínicas tomó un tiempo promedio de 20 minutos en las primeras horas de la mañana. El tiempo empleado en el contacto con el paciente y su familia y la realización de la primera medición fue en promedio 30 minutos.
El tiempo estaba determinado por las interrupciones por llamadas telefónicas, visitas o entrada de la enfermera, auxiliar de enfermería, médico(s), personal de aseo o de servicio de alimentos. De acuerdo con esto se propuso realizar las mediciones en las primeras horas de la mañana, para reducir al mínimo las interrupciones y después de haberse realizado el aseo personal. Para la orientación de la familia el promedio de tiempo empleado fue de 15 minutos, al igual que para la medición y para el seguimiento al paciente y a su familia.
Resultados
En cuanto a las características sociodemográficas se encontró que un 29% de los pacientes se ubicó en un rango de edad entre los 49 y 58 años, un 20% entre los 69 y 78 años, un 17% entre los 59 y 68 años, un 17% entre los 79 y 88 años, un 10% entre los 28 y 38 años y un 7% entre los 39 y 48 años. El 63% de la muestra estuvo constituido por hombres y el 37% por mujeres.
Un 53 % de los familiares cuidadores estuvo conformado por las esposas, mostrando el papel de la mujer como cuidadora y curadora. El 34% de los pacientes estaba dedicado al hogar, seguido por un 18% de comerciantes.
En cuanto al diagnóstico del paciente un 59% estuvo conformado por diferentes patologías como laminectomías, hernias discales, tenorrafias, obstrucciones intestinales, entre otras; un 17% de pacientes en postoperatiorio de revascularización miocárdica, un 10% de pacientes con infarto agudo del miocardio, seguido por un 7% de cirugía de cadera y un 7% de cirugía de próstata. En cuanto a la afiliación a la seguridad social, el 24% de los pacientes corresponde a la categoría de privados y un 20% a Salud Colpatria, el resto de pacientes a las diferentes Empresas Promotoras de Salud (EPS).
Para el análisis de resultados se tuvo en cuenta el puntaje total para el cuestionario que es de 112. Kolcaba propone hacer un análisis por puntuación de cada subescala o contexto de la comodidad. Según la autora el mejoramiento de la comodidad estará dado por la variación en el puntaje, teniendo como base una medida inicial. Cada grupo específico de pacientes manejará diferentes grados de comodidad es decir, que tendrá un puntaje determinado de acuerdo con sus necesidades.
En la primera medición se obtuvo un puntaje base para el total del cuestionario y para cada uno de los contextos. Se encontró un puntaje total de 2728 para los 30 pacientes con una media de 90,4. Para el contexto ambiental el puntaje total fue de 734, para el físico de 464, para el psicoespiritual de 911 y para el social de 619.
En la segunda medición el puntaje total fue de 2834 con una media de 94,4; para el contexto ambiental el puntaje fue de 741, para el contexto físico de 544, para el psicoespiritual de 923 y para el social de 626. En cuanto a los sentidos en la primera medición el sentido de alivio tuvo un puntaje de 1020, el de tranquilidad 950, el de trascendencia 758. En la segunda aplicación el sentido de alivio con 1063, el sentido de tranquilidad con 987 y el sentido de trascendencia con 784.
Al graficar estos puntajes se puede observar mejor el aumento en el puntaje de cada uno de los contextos y sentidos. Al analizar estas gráficas se observó que el contexto más involucrado fue el físico, donde se encontraron las mayores necesidades de comodidad y el más sensible a las intervenciones realizadas. Se encontró una paciente (cuestionario 12) que estuvo por debajo de la puntuación inicial, se revisaron las observaciones hechas y se encontró que era una paciente entre los 79 y 88 años, con un adecuado apoyo familiar, deprimida, en postoperatorio de una hemiartroplastia que le implicaba tener posiciones especiales con un triángulo abductor permanente. Para esta paciente el aceptar su etapa de vejez era bastante difícil y esto unido a la disminución en su actividad física le impedían estar cómoda. A pesar de las medidas de comodidad aplicadas ésta no cambió.
El contexto social mostró un leve cambio en la segunda medición. Esto puede deberse a la flexibilidad en el horario de visitas, el tener teléfono, televisor en el cuarto, facilidad para que el familiar se quede en la noche, entre otras. El contexto ambiental con cambios muy discretos. Debido a que las necesidades aquí no son tan relevantes, por la buena disposición del cuarto y la facilidad para tener los objetos personales y otros elementos necesarios. El contexto psicoespiritual mostró leve aumento. Se lograron cambios mínimos debido a que es imposible cambiar los rasgos de personalidad, significado de la vida, autoconcepto, de un día para otro.
En cuanto a los sentidos, al graficarlos, el de trascendencia fue el más involucrado, seguido por el sentido de tranquilidad y por último estuvo el sentido de alivio. En la figura 1 se encuentran los puntajes totales para el cuestionario en la primera y segunda medición, se puede observar el aumento en la comodidad en la segunda medición después de la intervención de la familia.
Figura 1. Totales para la Primera y Segunda Aplicación de Cuestionario.
Se usó el análisis de varianza recomendado por Kolcaba para probar la significancia o diferencia entre las dos medidas. Es decir para evaluar qué tanto cambió la comodidad después de aplicar las medidas de comodidad.
La variación obtenida en la primera medición para el contexto físico fue de 1,59; para el contexto social de 1,10; para el ambiental de 0,99 y para el psicoespiritual de 0,96. En la segunda aplicación el contexto físico tuvo una variación de 1,34; el contexto social 1,04; el contexto ambiental 0,99 y el psicoespiritual de 1,0.
Para los sentidos la variación en la primera medición fue de 0,98 para el sentido de alivio, 1,36 para el sentido de tranquilidad y 1,42 para la trascendencia. En la segunda medición el sentido de alivio tuvo una variación de 0,8; el sentido de tranquilidad de 1,22 y el sentido de trascendencia de 1,32. La variación total (figura 2) para la primera medición fue de 1,25 y para la segunda medición de 1,11 lo cual permite establecer que las medidas de comodidad aplicadas modificaron la comodidad de los pacientes, logrando que encontraran necesidades básicas para el alivio, tranquilidad y trascendencia.
Figura 2. Variación Total en la Primera y Segunda Aplicación del Cuestionario.
Las medidas de comodidad realizadas por la familia fueron las que se propusieron y se explicaron en la Guía de Instrucción. Además de estas medidas surgieron otras dependiendo de la situación específica en el momento de contacto con el paciente. Ellas son: facilitar el descanso y sueño, realizar actividades de distracción tales como llenar crucigramas, realizar protección de heridas para disminuir el dolor, en pacientes revascularizados utilizar una almohada u otro dispositivo para colocar en la esternotomía al toser o hacer una movilización mayor.
Proporcionar dieta que le guste al paciente, al igual que líquidos y frutas. Para pacientes con problemas de columna facilitar un colchón duro.
Conclusiones
– Los pacientes hospitalizados en el Servicio de Cirugía (hospitalización tercer piso) de la Fundación Santa Fe de Bogotá, tuvieron un grado de comodidad de 90,9 puntos para la primera medición, en contraste con un 94,4 en la segunda medición. Lo que sugiere que la intervención de la familia en el cuidado del paciente evidentemente aumenta su grado de comodidad.
– Las necesidades de comodidad estuvieron enmarcadas dentro de los contextos de comodidad del GCQ que en su orden de prioridad fueron: necesidad de comodidad en el contexto físico, necesidad de comodidad en el contexto social, necesidad de comodidad en el contexto ambiental y necesidad de comodidad en el contexto psicoespiritual.
– La satisfacción de las necesidades de los pacientes en los cuatro contextos de la comodidad los llevaron a experimentar estados o sentimientos de trascendencia, tranquilidad y alivio, aumentado de esta manera su comodidad total.
– Las medidas de comodidad orientadas a la familia para ser aplicadas al paciente fueron unas medidas sencillas que en ningún momento pusieron en peligro la vida del paciente, sino por el contrario lo ayudaron a mejorar su comodidad.
– La familia está en capacidad de asumir determinadas responsabilidades en el cuidado del paciente, mientras esté hospitalizado, ayudándolo a afrontar su crisis de enfermedad y favoreciendo un cuidado más humano y hogareño.
– El involucrar a la familia en el cuidado del paciente, permite que se vuelva más activa y deje a un lado el papel de simple iivisitantelo. Se convierte de esta manera en un recurso para poder afrontar su situación de enfermedad de una manera positiva.
– Al permitir que la familia esté la mayor parte del tiempo junto a su paciente durante la hospitalización, se disminuye el fenómeno de los hospitales cerrados, obsesionados por la tecnología, los procedimientos y las restricciones. La institución pasaría a ser un hospital centrado en el paciente y su familia.
– La familia al participar en el cuidado del paciente permite que el personal de enfermería se dedique a actividades más complejas y que exijan su presencia permanente, como el cuidado a pacientes más inestables.
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* Enfermera Jefe Asociada de la Unidad de Cuidado Intensivo Médico de la Fundación Santa Fe de Bogotá. Resumen de la tesis para optar al título de Maestría en Enfermería en Salud Cardiovascular otorgado por la Universidad Nacional de Colombia, 2001. Correspondencia: maluflo@starmedia.com
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