El ADN: La Raíz de la Maldad y de la Desigualdad Mundial

Oración Maestros de la Cirugía Colombiana 2014

Stevenson Marulanda

Palabras clave: ADN; acido desoxirribonucleico; marcadores genéticos; evolución biológica; conducta; supervivencia.

Mi Reto

¿Por qué unos países, y no zonas geográficas, son tan pobres y desiguales, y otros tan ricos y más iguales? Es la gran pregunta que trato de resolver en el contexto del ADN terrícola. ¿Serán cuestiones geográficas, culturales, raciales o religiosas, las del problema? ¿Es que los gobernantes de los países ricos son buenas personas y son inteligentes, y es que otros son negros y brutos, como indios o algo así? ¿O malos? De todas maneras, la verdadera enfermedad del mundo es la desigualdad, por eso nos estamos matando, esa es la verdadera realidad.

“Para quienes piensan que el destino económico de un país está predeterminado por la situación geográfica o el legado cultural, Daron Acemoglu y James A. Robinson tienen malas noticias. Son las instituciones artificiales, y no la naturaleza del terreno ni la fe de nuestros antepasados, lo que determina que un país sea rico o sea pobre”.

Comentario de Niall Ferguson, autor de El triunfo del dinero sobre el libro, best seller, de Por qué fracasan los países, de Daron Acemoglu y James Robinson, Entonces, no creamos que son cuestiones religiosas, ni de melanina, ni de trópico; no, no, eso no es. Son la política y la economía, que son las instituciones artificiales creadas por los gobernantes de cada pueblo, de lo que estamos hablando.

Usted cree que La Guajira tiene sed, hambre y mala fama porque es que los guajiros somos malos, yo no creo. Creo que la respuesta está en los Andes. Me perdonan, pero creo que los guajiros no nos mandamos, porque tampoco creo que pasen las camionetas y los camiones cargados de gasolina de contrabando en pleno día por el frente de mi casa en Fonseca en el centro de La Guajira, matando y quemando gente, y a mil kilómetros, en Bogotá, no haya personas muy cómodas que no se lucren de eso.

Para explicar esto me parece importante el libro El gen egoísta, las bases biológicas de nuestra conducta, de Richard Dawkins. Él es profesor de Etología en Oxford. Etología es la ciencia que estudia el comportamiento animal. Yo no sabía qué era etología, menos sabía que para ser etólogo primero hay que ser zoólogo. Tampoco sabía que hay neuroetólogos y que estas ciencias del comportamiento y de la psicología animal están avanzando mucho en la comprensión del comportamiento animal y, por ende, del comportamiento humano. A propósito dice el profesor Dawkins:

“[…] Si usted desea, como yo, construir una sociedad en la cual los individuos cooperen generosamente y con altruismo al bien común, poca ayuda se puede esperar de la naturaleza biológica. Está muy equivocado, no espere nada bueno porque el gen es egoísta […]”.

En estos 50 minutos les pido que me oigan, de verdad, de todo corazón les digo que el protagonista en la Tierra es el gen, es el ADN. Nosotros apenas prestamos nuestros cuerpos. La fuerza oculta que nos domina y que nos inventó es el ADN y a quien obedecemos, como a la gravedad, ciegamente, sin darnos cuenta.

Entonces, ¿cuál es mi reto para que el honor de pronunciar esta conferencia sea meritorio? Tratar de convencerlos a ustedes que la desigualdad mundial es el producto insalvable de los instintos salvajes de supervivencia que llevamos escondidos en el alma humana y que se volvieron conciencia, razón y maldad cuando apareció la inteligente corteza sapiens, allá en ese tercer piso del cerebro de techo corrugado, último modelo del hombre moderno.

“El hombre es un animal doméstico”, ya lo decía Platón. Es cierto y, además de doméstico, el hombre es un animal social. La sociabilidad animal no humana es una estrategia de largo plazo de competencia por la supervivencia de un grupo de individuos genéticamente emparentados, donde, en la lucha por la existencia, se impone la cooperación en la consecución de alimentos, en la seguridad, en la procreación y en los cuidados parentales.

Pero, para que esto sea cierto, los animales necesitan también dos cosas ciertas: un territorio propio y una organización jerárquica. Infortunadamente, la Naturaleza es cruel, o mejor, indiferente. Así las cosas, la lucha por laexistencia, por un espacio vital, por un mínimo vital, que es lo único que reclaman los instintos de conservación animal, necesita indispensablemente astucia, egoísmo y fuerza bruta, o sea, violencia y agresividad, dominancia y sometimiento, victimarios y víctimas, cazadores ypresas. Como la comida y el territorio son finitos, y sus pretendientes potencialmente infinitos, la existencia de la vida en la Tierra está organizada alrededor de esa lucha, de la cual no escapamos los animales humanos.

Sin embargo, afortunadamente, los seres humanos se dieron cuenta que para sobrevivir en paz necesitaban resolver la lucha por la existencia de otra manera. Fue así que decidieron ponerse de acuerdo y entonces inventaron el Estado, las constituciones, las leyes, la religión, la ética y la moral. Es a este conjunto de instituciones que podríamos llamar ‘pacto social’. La idea es no dejar que cada individuo o grupo de individuos con intereses coincidentes ejercieran su propio egoísmo, su propia astucia, su propia agresividad y su propia violencia. Dicho de otra manera: hagámonos ‘suavecito’ o, en otras palabras, cambiemos la inteligencia selvática por la inteligencia social y así nos va mejor a todos.

Los Genes Espirales Inmortales

El universo, según los científicos del cosmos, tiene 13.700 millones de años de existencia, la tierra 4.600 y el ADN dicen que apareció hace 3.500 millones. El cerebro como invento animal tiene apenas 700 millones de años. Los primeros dinosaurios poblaron este planeta hace 250 millones, junto con sapos, lagartos y tortugas. Las hormigas tienen 130 millones de años. Nuestros antecesores, los homínidos, 2,3 millones, y los primeros cerebros humanos apenas solamente tienen unos 150.000 años. Estas cuentas quieren decir que nosotros somos la última versión. Somos el último modelo animal.

La vida apareció en la Tierra, por orden del ADN, embutida en seis formas: algas, plantas, bacterias, hongos, animales y virus. Así las cosas, parece que al ADN no le interesa un cuerpo especialmente determinado ni inmortal para vivir. Sencillamente, le interesa duplicarse, duplicarse y duplicarse, siempre en cuerpos nuevos. No le importa en qué reino de esos seis: parece que dijera ‘a mí lo que me interesa es sobrevivir eternamente, y eso es lo que hago, fabrico suficientes cuerpos mortales y desechables como juguetes, de una cosa, de otra más rara’. Pero él, el muy vivo y egoísta, salta tan campante a la próxima generación, mientras que el viejo cuerpo se muere de vejez, de indignidad y de decrepitud. O muchas otras veces esos gloriosos cuerpos se vuelven soldados, héroes y mártires, y mueren en las fauces y garras de su depredador dominante en batallas salvajes defendiendo la “Patria” de un reino, de una especie, de una manada, de una colmena, de un hormiguero, de una madriguera, o de una colonia de avispas. O en el caso humano, de una tribu, de una raza, de una nación o de un Estado. Sin embargo, los genes siempre vencedores siguen su ruta victoriosos hacia la eternidad.

Los Arquitectos de Dios

Si Dios quiso hacer esto tuvo que pensar en el gen. Por supuesto, tuvo que haberse sentado y puesto a pensar y haber inventado el gen, y si no ¿de qué otra manera lo pudo haber hecho? Por ejemplo, tu ves un gusano, que no es un gusano, como le dicen a uno los ilusionistas. No, eso que ves ahí no es gusano.

¿Por qué no?

Espérate y veras que ahora sale volando porque ahí hay unos genes que lo mantienen en forma de gusano, que tienen un reloj biológico y después ledicen: pierda todas esas cosas que tiene ahí, pierda esas antenas, esos colores, esos anillos y vuele, eso es lo que hacen ellos. Es, entonces, cuando la oruga o crisálida se convierte en adulto, en mariposa, y por orden dictatorial del ADN sale volando con sus colores a animar el espectáculo del mundo… Y así funcionan los arquitectos de Dios: los genes. Para sobrevivir, fabrican lo que sea, lo que usted menos piense. Anatomía fisiología y comportamiento.

El Plan Obligatorio de Supervivencia

Nosotros, los animales, nacemos con un Plan Obligatorio de Supervivencia (POS) escrito en el genoma. El POS además de traer un exquisito y homeostático metabolismo, trae también un amplio software de movimientos para hacerle atrabiliarias gambetas a la vida y a la muerte. El POS en la escala evolutiva animal primero funcionó a punta de instintos. Pero luego, cuando fueron pasando los miles y millones de años, las neuronas (unas avispadas células que le robaron un poquito de energía al Universo y la convirtieron en pensamiento y memoria) y así ensamblaron la mente en el cerebro después de ‘encefalizarse’, y más tarde, sobre ésta brotó la conciencia. Los instintos, la mente y la conciencia son, pues, tres estrategias del POS, que llevan implícitos el comportamiento y la inteligencia. El POS a través de la evolución fue, y es, una corriente continua, sin solución de continuidad. En otras palabras: el Plan Obligatorio de Supervivencia es una línea darwiniana continua en el tiempo, desde los animales inferiores hasta nosotros y hasta los que vienen.

¿Por qué apareció la mente en el reino animal?

Se me ocurre pensar que la mente aparece en el Reino Animal porque el POS no podía seguir funcionando a punta de automatismos, es decir, de instintos y reflejos. La Naturaleza entendió que la vida robótica, y puramente instrumental, era muy limitada para sortear con éxito la cantidad infinita de tareas cada vez más complejas para lograr la supervivencia y la procreación.

En cambio, al desarrollar las neuronas la capacidad de memoria y aprendizaje, la cosa era distinta. La mente podía, basada en la experiencia repetitiva, al instante montar la respuesta adecuada a la nueva experiencia, sea cual fuere. Desarrollar un instinto automático para cada necesidad era más difícil, si no imposible, porque el cableado estructural neuronal casi infinito que tendría que diseñar no cabría en ningún cerebro.

Los chimpancés, por ejemplo, aprendieron el uso de instrumentos para alimentarse. Los muy inteligentes –inteligencia es la capacidad para resolver problemas– están pescando hormigas termitas en los túneles del hormiguero. Meten una vara larga y cuando la sacan sale llena de hormigas que luego recogen y se las comen.

¿Por qué apareció la conciencia en la mente animal?

De igual manera, pienso que la evolución del POS hubiera queda do falla si gradualmente y poco a poco en la escala evolutiva de la mente no emerge la conciencia, ese algo que te dice que tú eres tú y nadie más. Algo que te dijera mira fulano, tú no eres anónimo, tú eres Fulano de Tal, tú eres tú, tú eres un yo en un cuerpo, reconócete cuando te veas en el espejo. Tú eres una estrategia egoísta, para que tú y tus genes se defiendan de los otros yo, de los otros tú, de los otros nosotros, de los otros vosotros y de los otros ellos, es decir, de otros genes, egoístas también. Cuando Descartes dijo “Pienso, luego existo” dijo yo soy yo, yo existo, yo me llamo, yo me reconozco y me defiendo. Esa es la conciencia, la sangre que llama. Una estrategia para la supervivencia de uno mismo. No es lo mismo hacer las cosas inconscientemente que hacerla con la plena conciencia de un yo. El nacionalismo y el racismo, en la mente de Hitler tenían bien claro esto, cuando dijo:

“[…] Si Alemania no poseía conciencia nacional suficiente ni tampoco la intrepidez para arrancar al imposible Estado de los Habsburgos, el mandato sobre el destino de diez millones de hermanos de sangre, menos aún se podría esperar entonces que reconociese unos planes de tan larga visión y tan audaces […]”.

¿Qué es un ser humano?

Según lo que he dicho, lo podemos definir como un individuo único e irrepetible. Inteligente y creativo, instintivo y racional, íntimo y social. Animal y humano, definitivamente ángel y demonio. O sea que ese saco de genes que es usted nunca volverá a ser, no importa que sus angelicales y demoníacos genes sigan revolcándose buscando la eternidad en otros cuerpos.

Modos de Comportamiento del POS

El POS, desde el punto de vista del comportamiento, tiene dos modos: uno para tratar a propios y otro para tratar extraños. El modo para tratar a propios tiene que ver con la replicación y el cuidado de los propios genes, es decir, es un POS familiar, entonces incluye las conductas apropiadas para la procreación y el cuido de las crías. Por supuesto, entonces, que incluye la sexualidad, la sensualidad, el erotismo, el amor de pareja y paternal, la sociabilidad y la solidaridad, y la dominancia y la jerarquía de un pater familias. Su fin teleológico es la perpetuación del gen propio. Por otro lado, el modo del POS para tratar extraños tiene como fin último competir con los genes extraños por un espacio vital y por alimento, luego incluye un territorio, seguridad y defensa, fuerza bruta y capacidad de conseguir alimento donde se encuentre y a cualquier precio. Esto significa violencia, agresividad, egoísmo. En muchas ocasiones, este POS llega a la crueldad sin ningún límite, porque de lo que se trata es de la lucha por la existencia. Ser o no ser, esla cuestión. Este plan de supervivencia también incluyeel racismo y la xenofobia. Todos ellos conceptos animales de comportamiento adaptativo. La Etología los ha encontrado y estudiado en muchas especies. Lógico que en el humano son menos instintos, más mente y, sobre todo, más conciencia, más codicia y más ambición. Y, si los estudiáramos detalladamente, uno por uno, en un marco evolutivo, nos daríamos cuenta de que fueron y son indispensables para la supervivencia del individuo y de la especie en la vida salvaje.

¿Qué es la sensualidad?, por ejemplo. Es un truco de los genes que a punta de hormonas, el animal sacacurvas, colores vistosos y cantos bonitos que vuelve gusto estético al sexo opuesto. Es una fuerza de atracción que, como la gravitación, usted no ve, pero la siente. Luego, el erotismo es la siguiente pulsión instintiva en esta cadena de emociones misteriosas y deliciosas. Es la siguiente emboscada genética. Es el mismo afán intenso de los genes en eternizarse, que dispone los cuerpos, macho y hembra, para el apareamiento ya, ahora, sin demora, ¡rápido hay que hacer el amor! Entonces, queda claro, pues, que sensualidad y erotismo no son la misma cosa, sensualidad es gusto, erotismo son ganas. Pero a este cuento animal le falta algo, los genes fueron másallá. Tendieron otra infalible trampa para asegurarse de que con toda seguridad iban a dar el salto a la próxima generación. Es que, además de lo gratificante que es contemplar una obra estéticamente bella y luego poder rozarse con ella y acariciarla, el ADN dispuso una gratificación terminal: el orgasmo. El premio exquisito para el que busca y llega a la meta a fertilizar el mundo de vida nueva. De esta manera es que los genes planean de forma inteligente su eternidad porque así es que se la pasan vagabundeando de cuerpo en cuerpo.

El amor es una trampa evolutiva. El gen no se pudo dar el lujo de inventar la sensualidad, el erotismo y el orgasmo, para luego abandonar a su suerte a la cría. No, ni de vainas iba a correr ese riesgo. Por eso, para asegurarse de que la prole no iba a sucumbir en manos de la intemperie inventó el amor, ese fuerte vínculo afectivo, entre los dos progenitores. Ya se sabe que los hijos huérfanos o al cuidado de un solo padre tienen menosposibilidades de sobrevivir. Lo mismo se puede decir del amor paternal hacia la criatura. El lenguaje evolutivo ogenético es este: cuida y protege como sea, así sea contu propia vida, tus genes. Ahora en castellano: cuida y protege como sea, así sea con tu propia vida, a tus hijos. Yo debo cuidar a mis hijos (sacos de genes), porque a mí(saco de gen), me cuidaron mis padres (sacos de genes), y esa es la orden evolutiva que traemos los animales desde hace millones de años, los que no obedecieron, de malas, se extinguieron.

Una madre ave alimenta pico a pico a su ‘pichoncito’ tras las rejas. El pobrecito por desgracia cayó preso. Un tendero lo había encontrado abandonado en la inmunda calle y por conmiseración aviar lo recogió dándole posada en una jaula que tenía escondida en la trastienda de su establecimiento de comercio. La madre angustiada y desesperada por fin oyó la súplica de sus trinos y al instante una mazamorra tibia regurgitada se escurría por el esófago de la inocente y desvalida ‘criaturita’. Aunque parezca duro y fuera de toda consideración sentimental, ella no está alimentando a su hijo, ella está alimentando a sus genes, una fuerza misteriosa la está obligando. Hay muchas cosas lindas en la Etología, pero la mayoría son crueles. Por ejemplo, si la dieta de estas aves fueran insectos, la maternal pájara hubiera descuartizado sin piedad a un pobre y despistado moscardón.

Los animales también inventaron las caricias y los besos. Son muchas las especies de aves, de mamíferos, de reptiles, de insectos, que se acarician y se besan boca con boca. Seguramente que en su lenguaje también le dirán a su pareja, a su papa, a su hermano o a su hijo: te amo.

La amistad. Surya es un orangután que ahora vive feliz en un zoológico en Carolina del Sur. En su cautiverio la vida era un infierno, se la pasaba aburrido solo y triste. Su vida no tenía sentido hasta que un día conoció a Roscoe, un perro merodeador sin dueño. Surya lo adoptó y compartía su comida con el mísero can. Hoy son el uno para el otro, son la atracción del zoo y son dos celebridades, ejemplos mundiales de sana amistad.

El concepto de bondad y maldad. Los animales, sobre todo los salvajes, no saben qué es bueno y qué es malo para los humanos, sencillamente saben qué les hace daño y qué no, pero a ellos, y sobreviven según sus propias reglas y leyes genéticas.

El Placer es un Arma de Doble Filo

La palanca del Diablo. Resulta que hubo un experimento científico donde a unos ‘ratoncitos’ les implantaron un microelectrodo en sus sistemas límbicos, exactamente en el punto donde ellos sienten máximo placer. Los electrodos estaban conectados a una palanca dispuesta de manera que el animal pudiera pisarla libremente, así fuera por accidente. En la jaula de experimentación también había agua y comida, pero después de que los pequeños roedores se dieron cuenta que pisar la palanca les producía un goce infinito no volvieron a probar bocado ni a beber ni a dormir ni a tener sexo, solo les interesaba el placer eléctrico que les producía pulsar ese demonio. Resultado: a los pocos días se murieron todos como zombies deshidratados y hambrientos, pero felices pegados a la palanca del Diablo.

El placer es el máximo truco de los genes para asegurarse de que las cosas en la Tierra se hacen o se hacen, pero como ellos mandan. Pero la norma es que el placer lleva implícita la adicción. Cuando a ratones en condiciones similares al experimento anterior se les estimuló con nicotina, oprimieron la palanca unas 4.000 veces por unidad de tiempo, si era con heroína la pulsaron como 6.000, y si era cocaína como 20.000. La cuestión es que no solo los animales traen esa instalación límbica, el problema es que la humanidad, a través de la continuidad mental de las especies, evolutivamente heredó de ellos ese cableado hedónico y, por tanto, también es adicta a esa palanca y a los placeres en exceso. Esto explica por qué el ser humano es adicto al poder. Claro, porque el poder es la mejor manera de tener acceso a la palanca del Diablo, con él se obtiene la satisfacción de cualquier necesidad o lujo: dinero, sexo, territorio, alimento, seguridad, refugio, extravagancias y todos los placeres malignos de que está plagada esta humanidad.


Expresidente, Asociación Colombiana de Cirugía
Conferencia dictada durante el 40º Congreso Nacional “Avances en Cirugía”, julio de 2014
Fecha de recibido: 30 de julio de 2014

Citar como: Marulanda S. El ADN: la raíz de la maldad y de la desigualdad mundial. Rev Colomb Cir. 2014;29:269-277.

¡Qué humanidad! El máximo problema de la humanidad es que sufre de insatisfacción. Los adictos nunca se satisfacen. Nunca son felices. Siempre están impacientes por substituir una situación menos satisfactoria por una más satisfactoria. Quieren más y más, y pisan la palanca a fondo. Ahora entiendo por qué mi papá, cuando éramos muy niños en Fonseca, escribió con carbón de palo en la puerta de un desvencijado cuarto de madera en el traspatio de nuestra casa: “¡Qué humanidad!”.

De todas maneras, si el sistema límbico no existiera seríamos de todas manera zombies, pero anhedónicos, no funcionaríamos. La diferencia es que el animal sobrevive y el ser humano acumula sin límites.

El placer sexual es lo que explica el éxito reproductivo del ADN en la vida animal en la Tierra, incluyendo a los humanos, pues ya somos casi 7.000 millones de criaturas sapiens. Es más, hay unos parientes nuestros, evolutivamente muy cercanos, con los cuales compartimos el 98% de nuestro material genético, que son adictos al sexo. Gina es una de esas. Es una bonobo, una clase de chimpancé, que vive en el zoológico de Sevilla. Además, Gina es morbosa, porque como en su habitáculo goza de TV cable, se la pasa seleccionando, control remoto en mano, todo el tiempo cintas porno.

Territorialidad. Puedes ver un perro enano orinando muy alto. El muy astuto está parado en las dos patas delanteras y su pubis y su pene y su pluma de orina está muy por encima de su posición cuadrúpeda.

¿Qué estará pensando Oliver? ¿Qué quiere ese enano can? ¿Será que José Real, su dueño, le enseña esas malas urbanidades?

Un neuroetólogo seguramente diría muy circunspecto: “Oliver sufre del complejo napoleónico, como es chiquito quiere dar muestras de grandeza”.

Los animales son territoriales, unos más que otros; Oliver y todos los perros del mundo y todas las razas humanas del mundo por mandato genético hacen eso, demarcan su territorio. La diferencia es que los animales lo hacen con sus funciones excrementales o con otros efluvios corporales o con señales de la fuerza de sus garras en las cortezas de árboles, mientras que los humanos lo hacen con líneas imaginarias que defienden con la fuerza bruta de un poderío militar. La tenencia y la defensa de un espacio vital propio han sido, son y seguirán siendo la causa de la mayoría de las confrontaciones bélicas de la humanidad.

En cambio, Cindy, una perrita de otro amigo mío, orina sentada porque las hembras no marcan territorio, eso es cosa de machos viriles. Ella no levanta la pata, las perras no hacen eso, bueno, la mayoría. Aprovechemos para aclarar que en los animales también se dan los LGTB, o sea, casos de individuos femeninos que tienen comportamientos masculinos y viceversa, porque a ellos también se le cruzan los cables y se dan los casos de cerebros colocados en cuerpos equivocados.

¿Somos violentos y crueles por naturaleza?

“[…] No puedo creer que un Dios benéfico y omnipotente haya creado deliberadamente a las ichneumónidas con la intención expresa de que se alimenten de los cuerpos vivos de las orugas. Dónde está Dios, cómo él permite estas cosas […]”.

Dijo conmovido Charles Darwin en 1859.

Cómo es posible que ese bicho le inyecte un anestésico sistémico a la oruga y la paralice y se lo coma cruentamente fresco y vivo porque no tiene nevera y le encanta la carne fresca y sangrando.

Es que los genes no se dejan morir de hambre. Es que hay seis reinos vivientes para que se coman unos a otros, y hay millones de especies y trillones de individuos para que nadie pase hambre.

–“Comed unos de otros”, dijo la Naturaleza, la Cruel Reina. Y en seguida agregó:

–“A cada quien le entrego suficientes estrategias y planes de supervivencia. Pueden parasitar, infectar, descomponer, forrajear, depredar, lo que les venga en gana. Es su libre albedrío”.

–“Y si una manada de astutos zorros hace una asamblea y deciden una matanza de gallinas, las gallinas usarán sus estrategias. Sufrirán pero no desaparecerán. Yo veré”, remató.

La mantis religiosa es un insecto carnívoro pero su presa más codiciada es su marido a quien se come después de la cópula. Ella dice que como después no lo vuelve a ver, esa es la cuota de alimento que tiene que pagar para la crianza de los hijos que le acaba de dejar en el vientre. Esa es la Naturaleza, la Reina Sabia.

También hay unos bichos que sintetizan e inyectan hormona de la juventud, para mantener a unas larvas que ellas mismas crían en estado de larvario, de esa manera permanecen jóvenes y bellas, y así gordas y jugosas es que les encanta comérselas.

Jane Goodall, una de las primatólogas más importante del mundo al respecto de la crueldad de la Naturaleza dice:

“[…] Durante muchos años yo había creído que los chimpancés, al tiempo que mostraban asombrosas similitudes con los humanos, en muchos sentidos eran, en general, ‘más bonitos’ que nosotros. De pronto, me di cuenta de que, en determinadas circunstancias, podían ser igual de brutales, que también tenían un lado oscuro de su naturaleza. Y eso duele […]”.

El Control Maligno del Mundo

El mundo, infortunadamente, fue desarrollado, y aun se sostiene, con el POS para tratar extraños. El POS de la casa sigue funcionando, pero en la casa. Cuando la continuidad mental de las especies siguió avanzando y la capacidad cognitiva y de aprendizaje y la inteligencia llegaron a la corteza sapiens, y estos monos último modelo fueron adaptando sus conductas y comportamientos para sacarle el máximo provecho al ambiente mundial, pensaron que con el POS familiar no podían satisfacer la palanca del Diablo, que eso era un juguete de niños y de animales inocentes, y las soberbias criaturas proclamaron:

“La simple supervivencia no me sirve, ya yo no soy un dinosaurio ni ningún caimán, ya yo no soy sapo, yo no soy gorila, yo no soy nada de esas cosas, yo soy yo y tengo un nombre, yo soy muy inteligente y creativo, voy a pisar la palanca del diablo a fondo”.

Así lo dijo el Führer:

“[…] El empleo exclusivo de la violencia, sin el estímulo de un ideal preestablecido, no puede conducir nunca a la destrucción de una idea o evitar su propagación, excepto si esa violencia tomara la forma de exterminio irreductible del último de los adeptos del nuevo credo y de su propia tradición […]”.

Infortunadamente, para muchos, la sociedad humana fue fabricada con la palanca maligna desde Caín, y desde antes. La asesina quijada de burro con la que mataron al pobre Abel fue impulsada por la palanca del Diablo. Caín estaba envidioso porque decía que Dios trataba mejor a su hermano.

Los Estados Mentales Malignos

Para esta conferencia-ensayo un Estado Mental Maligno es un cerebro humano, por supuesto, activado en modo para tratar extraños.

Los imperios de la Historia son los prototipos de los Estados Mentales Malignos. Desde Roma, para adelante y para atrás, los imperios se asientan en sangre, bajos instintos, odio, élites codiciosas, fuerza bruta, envidia, intrigas, venganza, celos, racismo, servidumbre, esclavitud, megalomanía, corrupción, fastuosidad y opulencia de pocos y miseria para la mayoría.

Cosas como estas podemos oír en la construcción del Imperio Nazi en boca de su máximo líder:

“[…] Lo que nadie podrá dudar es que la Tierra estará expuesta a las más duras luchas por la existencia de la humanidad. Al final, vence siempre el instinto de conservación. Bajo la expresión de éste, desaparece lo que llamamos espíritu humanitario como expresión de una mezcla de locura, cobardía y pretendida sabiduría. Si la humanidad se hizo grande en la lucha eterna, en la paz eterna desaparecerá […]”.

Según este texto, entonces, los Estados Mentales Benignos (espíritu humanitario y la paz) que serían los cerebros activados en modo POS familiar, no son aconsejables para la construcción de una nación ni para la existencia de la humanidad.

El profesor de Etología, Richard Dawkins lo dice de esta manera:

“[…] El amor universal y el bienestar de las especiesen su conjunto son conceptos que simplemente, carecen de sentido en cuanto al ADN, a la evolución […]”.

Los Estúpidos no Sobreviven

El dodo es un pájaro extinto. Vivía en las islas Mauricio, pero su POS era muy ingenuo, sin malicia. Su POS era muy familiar y casero. El ‘pobrecito’ como evolucionó sin victimarios, cuando estos llegaron –hombres, ratas, cerdos y todas esas sabandijas– lo exterminaron. ‘Dodo’ en portugués quiere decir estúpido. Así lo definió un escritor:

“[…] Tienen un semblante melancólico, como si fueran sensibles a las injusticias de la naturaleza, al modelar un cuerpo tan macizo destinado a ser dirigido por alas complementarias ciertamente incapaces de levantarlo del suelo […]”.

El Asunto Religioso

El alma es la extensión egoísta del yo terrenal al más allá espiritual donde no hay genes ni ADN. Los Estados Mentales Benignos utilizan las creencias religiosas para salvar su alma y, de esta manera, el hombre se ha convertido en un animal religioso. Por esta razón, siendo la fe religiosa tan íntima y tan personal, la religión se ha convertido en la solución para la salvación del alma de cada quien, pero no es útil para la salvación de la humanidad en su conjunto. A contrario sensu, la Historia está llena de guerras confesionales, y la Religión, en vez de hacer parte de los Estados Mentales Benignos, muchas veces se comporta como un Estado Mental Maligno. Si la religión fuera la salvación de la humanidad, no estaríamos viviendo el panorama que estamos viviendo. De todas maneras, la religión no es el opio del pueblo ya que en algunas mentes y circunstancias todavía sirve para atajar las barbaridades y abusos de los dominantes Estados Mentales Benignos.

El antídoto de los Estados Mentales Malignos no son los Estados Mentales Benignos, son otros Estados Mentales Malignos contrapuestos.

A Hitler no lo atajó una cadena de oraciones. Los monarcas europeos no se convirtieron en santos y suscortesanos y nobleza en ángeles y arcángeles, y depusieron sus privilegios por amor al prójimo. Los escudos de armas de la mayoría de naciones del mundo no tienen pintadas palomitas de la paz sino feroces leones o águilas con garras de acero y espadas y sables entrecruzados.Todas las naciones tienen ejército lo mejor armado que pueden, y conmemoran sus batallas, héroes y mártires con fervor patrio.

Afortunada o infortunadamente, la sociedad humana dominante, léase Europa, fue aprendiendo poco a pocoeste concepto y comenzó a aplicarlo en la práctica. Unode esos iluminados fue Thomas Hobbes cuando dijo en su libro Leviatán a mediados del siglo XVII: “El hombre es un lobo para el hombre”. Es decir, los hombres no podían seguir viviendo como animales en estado salvaje. De esa manera, la monarquía entendió que no podía concentrar en una persona todo el poder como si fuera un macho superalfa. Ese era un Estado Mental Maligno que tenía que ser diluido entre otros Estados Mentales Malignos; así, apareció en Inglaterra en 1688 el Parlamento para acompañar a gobernar al Rey, es decir, surgió por primera vez en el mundo la Monarquía Parlamentaria con constitución y leyes.

Luego los ingleses inventaron las máquinas y mucho populacho británico se volvió rico.

¡Hurra!, apareció la clase media, los burgueses, los comerciantes, el mercado libre.

América hizo lo mismo, perdón, Estados Unidos, que se independizó en 1776, y le apostaron como Inglaterra a las máquinas, a las patentes, a la Constitución, a las leyes, a los derechos, al comercio y a la libertad, es decir, a la democracia y construyeron la nación que hoy tienen.

Después vino Francia en 1789. Inventó, entonces, los derechos humanos, la libertad, la igualdad, la fraternidad. Y así fue que Europa fue disolviendo y debilitando la concentración de poderes en pocas personas y diluyéndolos y repartiéndolos a otros yo, a otros tú, a otros nosotros, a otros vosotros, a otros ellos; en fin, a otras mentes, conciencias y a otras iniciativas, o incluso a otros instintos y a otros egoísmos distintos del rey, de la corte, del parlamento, de los nobles, de la Iglesia. De esta forma, el pueblo raso también pudo ejercer su propio Estado Mental Maligno, es decir, su propio egoísmo y su propia codicia, pero la Constitución y las leyes y las otras codicias y los otros egoísmos le ponían frenos a los abusos. Tu derecho termina donde comienza el mío. De esa manera, Europa occidental, es decir, sus ciudadanos, se volvieron ricos y tolerantes.

La conferencia de Berlín y el Entente Cordiale

Después de que Europa Occidental a partir de la democracia, de las máquinas y del comercio atlántico se volviera rica, decidieron –como los zorros astutos– hacer una asamblea para matar gallinas. La asamblea la hicieron en Berlín en 1885 y se llamó la Conferencia de Berlín, y las gallinas vivían en África. Los zorros necesitaban urgentemente nuevos territorios, materias primas y nuevos mercados para expandir su economía y vivir máscómodos y más felices a costa del sufrimiento de las miserables gallinas. Esa conferencia repartió milímetro a milímetro los millones de kilómetros cuadrados de África. Su continente y su contenido. Los machos alfa, enemigos milenarios, Inglaterra y Francia, recibieron más que Bélgica, Alemania, España, Portugal e Italia. Ninguna gallina estuvo presente en este arreglo. Las gallinas no van a las asambleas de zorros.

De todas maneras, los enemigos milenarios no quedaron contentos con la Conferencia de Berlín y en1904 se reunieron solos aparte y firmaron un tratado de no agresión y regulación de la expansión colonial entreellos al que llamaron Entente Cordiale (‘entendimiento cordial’, en francés). Esto molestó mucho a Alemania y fue otra causa de la primera gran guerra mundial.

África hoy no es pobre por cuestiones culturales o climáticas o raciales o geográficas, o porque quiere, sino porque no la han dejado, porque los europeos que se embarcaron en esa empresa colonial imperialista dejaron en Europa su Estado Mental Benigno paratratar a los suyos, a sus connacionales, a sus genes, asu familia, a su raza. En cambio, se llevaron para el Continente Negro todo el poder extractor y opresivo del Estado Mental Maligno, como manda la Reina Cruel. Los blancos europeos no les enseñaron democracia a los negros africanos, a usar sus máquina para producir riqueza y repartirla en educación, salud, infraestructura como hacen en Europa. En cambio, se apoderaron de sus diamantes, de sus tierras, de sus minerales, de sus brazos y de todo lo que se pudiera extraer riqueza. El apartheid en Sudáfrica es el mejor ejemplo.

En Suramérica sucedió lo mismo pero tres siglos antes. Asia y Oceanía tampoco se escaparon.

Cuando Martín Luther King expresaba su célebrefrase: “No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena…” es que de algún modo estaba reclamando la activación del modo benigno de los estados mentales de la mayoría de la gente de su época. Infortunadamente, en muchas naciones de hoy, el egoísmo genético es mayoría y los Estados Mentales Malignos se alinean, se asocian y hacen sinergia para defender sus intereses.

“[…] Si los genes son irrelevantes en cuanto a determinación del comportamiento humano moderno, si realmente somos únicos entre los animales a este respecto, es, por lo menos, interesante preocuparse sobre la regla en la cual, tan recientemente, hemos llegado a ser la excepción […]”,

dice el autor de El gen egoísta, Richard Dawkin, y estoy de acuerdo.

Conclusión: El ADN no es izquierda ni de derecha.

Los animales y los demás seres vivos somos máquinas mortales. Vehículos autómatas que ejecutamos un programa obligatorio de supervivencia de corta duración, ordenado por moléculas inconscientes, ciegas, egoístas y tercas. Ellas sí, de larga duración. Es el inmortal ADN que, en forma de largas trenzas y con el nombre de genes, van viajando de pasajeros invisibles en una sucesión infinita de cuerpos desechables, nosotros, fabricados a su antojo y de manera egoísta por ellos, y cuyo único propósito es eternizarse de generación tras generación.

Sin embargo, nosotros nos diferenciamos de los demás animales y reinos vivientes, en que nuestros
inconscientes genes, como estrategia de supervivencia, construyeron la consciente e inteligente mente humana, que después se volvió razón, capaz de tomar sus propias decisiones. Fue con esta mente mala que la humanidad fabricó el mundo en que vivimos hoy. Los genes no crearon las lenguas, ni el arte, ni las letras, ni las palabras, ni la ciencia, ni las culturas, ni las leyes, ni la política. Tampoco la moral, ni Dios, ni la desigualdad mundial. Los genes simplemente crearon cuerpos inteligentes, pero de esencia animal, para que se comportaran como les diera la gana, siempre y cuando les aseguraran su eternidad. Y eso es lo que tenemos.

El poder político, económico y militar persigue brutalmente a los Estados Mentales Malignos que en nombre de cualquier ideología, se convierten en élites reducidas, con poderes ilimitados, codiciosos y corruptos. Mientras los Estados Mentales Benignos, ensombrecidos y apagados como silentes fantasmas en la inconscienciahumana, dejan que esos monstruos del demonio cumplan su cometido y anden feliz en la tierra.

Ningún país es pobre en sí. Su pobreza relativa es porque no hay garantías de propiedad para todos. Ni ley, ni orden, ni respeto por la dignidad del ser humano, ni del medio ambiente, sino por el contrario, lo que ha habido es una sucesión interminable de élites poderosas y criminales que exprimen hasta lo infinito la vida y la economía de las naciones en beneficio del Estado Mental Maligno que llevan dentro.

Muchas gracias.

Correspondencia: Stevenson Marulanda, MD
Correo electrónico: smarulop@hotmail.com
Bogotá, D.C., Colombia

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VER 1 comentario

  1. caito dice:

    nuestros actos que eternizado en hora y espacio, paren con el individualismo y salve quien pueda