Editorial: Medicina Complementaria y Medicina Alternativa

JOSÉ FÉLIX PATIÑO RESTREPO MD, FACS (Hon), MACC (Hon)*
* Expresidente Asociación Colombiana de Cirugía.
1 Sheldon T. Dutch doctors suspended for use of complementary medicine. BMJ 2006; 332:929.
2 Sheldon T. Netherlands to crackdown on complementary medicine. BMJ 2004; 328:485.

La medicina complementaria y la medicina alternativa han tenido relativo auge en los últimos tiempos. Sin embargo, este no es un fenómeno nuevo: realmente siempre han existido. Hipócrates de Cos «El padre de la medicina» (c. 460-378 a.C.), separó la medicina de la magia, la superstición y la teúrgia y sentó las bases de la medicina científica. Pero a lo largo de los siglos sectores de las sociedades, aun en las de las naciones más avanzadas, mantienen creencias en el poder curativo de la homeopatía, de la acupuntura, de flores y yerbas, de «fuerzas eléctricas», de magnetos y de otras «terapias» similares.

La medicina complementaria, como lo reafirma Johan Legemaate, profesor de legislación en salud (health law) en la Universidad Libre de Amsterdam, «puede ser combinada con la atención médica basada en evidencia, pero jamás reemplazarla» (1).

Una muestra dolorosa pero muy ilustrativa es el caso de la conocida actriz Sylvia Millecam, quien murió de cáncer mamario luego de «tratamientos» exclusivos con electroacupuntura y otras formas de medicina complementaria. El caso Millecam dio lugar a que las autoridades sanitarias holandesas, con el apoyo de la Asociación Médica de Holanda, entraran a investigar y a tomar medidas sobre el ejercicio libre de la medicina complementaria, modalidad que puede tener desenlaces fatales (2). Los médicos que practicaron estas formas de terapias a la actriz Sylvia Millecam fueron suspendidos en el ejercicio de su profesión (1, 2).

Las facultades de medicina y también los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos han abierto departamentos de medicina alternativa, todos orientados a estudiar científicamente el valor de las diversas «terapias » agrupadas bajo el término de «medicina alternativa ». Tal vez un mejor término sería «medicina complementaria», que llevaría implícito que es coadyuvante de la medicina científica y no algo que la remplaza. Sin embargo, en la práctica ésta se convierte en medicina alternativa, la modalidad que sí la remplaza. ¿Pero qué es medicina complementaria y qué es medicina alternativa? Según la Universidad de Utah, éstas tienen dos enfoques diferentes:

La medicina complementaria es cualquier forma de terapia usada en combinación con otros tratamientos o con la medicina estándar o convencional. Usualmente la terapia complementaria sirve para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

La medicina alternativa se usa sola, sin la recomendación del tratamiento estándar. Los National Institutos of Health de Estados Unidos crearon el National Center for Complementary and Alternative Medicine (www. nccam.nih.gov). «La medicina complementaria y alternativa, según la define el NCCAM, es un conjunto diverso de sistemas, prácticas y productos médicos y de atención de la salud que no se considera actualmente parte de la medicina convencional. Si bien existen algunos datos científicos contundentes sobre las terapias de la medicina complementaria y alternativa, en general se trata de preguntas esenciales que aún deben responderse mediante estudios científicos bien diseñados, por ejemplo, preguntas sobre la seguridad y eficacia de estos medicamentos en relación con las enfermedades y condiciones médicas para las cuales se utilizan. La lista de lo que se considera medicina complementaria y alternativa cambia continuamente, ya que una vez se comprueba que una terapia determinada es eficaz e inocua, ésta se incorpora al tratamiento convencional de la salud al igual que cuando surgen enfoques nuevos para la atención sanitaria».

El NCCAM clasifica las terapias de la medicina complementaria y alternativa en cinco categorías o dominios:

1. Sistemas médicos alternativos Ejemplos de sistemas médicos alternativos desarrollados en culturas occidentales incluyen la homeopatía y la naturopatía. Ejemplos de sistemas que se han formulado en culturas no occidentales comprenden la acupuntura y la medicina china tradicional, y el método Ayurveda de la India.

2. Enfoque sobre la mente y el cuerpo La medicina de la mente y el cuerpo utiliza una variedad de técnicas diseñadas con el propósito de afianzar la capacidad de la mente para afectar la función y los síntomas corporales. Algunas técnicas consideradas anteriormente como medicina complementaria y alternativa se han formalizado (por ejemplo, grupos de apoyo a pacientes y terapia cognitiva y conductual). Otras técnicas para la mente y el cuerpo aún se consideran medicina complementaria y alternativa, incluida la meditación, la oración, la curación mental y las terapias que emplean soluciones creativas como el arte, la música o la danza.

3. Terapias biológicas Emplean sustancias que se encuentran en la naturaleza como hierbas, alimentos y vitaminas.

4. Métodos de manipulación y basados en el cuerpo Hacen énfasis en la manipulación o en el movimiento de una o más partes del cuerpo como la quiropráctica, la osteopatía y el masaje.

5. Terapias sobre la base de la energía Incluyen el empleo de campos de energía y comprenden dos tipos: Terapias del biocampo. Procuran afectar los campos de energía que supuestamente rodean y penetran el cuerpo humano. Los ejemplos incluyen chi gong, Reiki y toque terapéutico. Terapias bioelectromagnéticas. Implican el uso no convencional de campos electromagnéticos como campos de impulsos, campos magnéticos o campos de corriente alterna o directa.

En realidad, ninguno de estos métodos ha sido sometido a estudios científicos rigurosamente diseñados y ejecutados, como lo hace la medicina científica convencional.

La práctica de la medicina científica se fundamenta en evidencia externa de alta calidad, lo que comúnmente se conoce como medicina basada en la evidencia. Según el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Utah, en su página en español en la Red (www.uuhsc.edu/healthinfo/spanish/altmed/), algunas personas pueden decidir su manejo con la medicina complementaria o la alternativa; en tal caso, es altamente recomendado que el paciente consulte con su médico antes de comenzar cualquier régimen de estas modalidades, teniendo en cuenta que estos tratamientos no se han evaluado o probado científicamente.

Por lo general, se observa que la única eficacia de la medicina alternativa es el reconocido efecto placebo. Por lo demás, la incidencia de efectos secundarios, que son aparentes cuando se utilizan métodos nada ortodoxos en pacientes con enfermedades graves, hacen que su relación seguridad-beneficio sea muy desfavorable. Tuve un paciente con hipertensión portal a quien un médico que ejercía medicina alternativa le practicó abrasiones e incisiones en la piel del abdomen «para liberar toxinas », al tiempo que le «oxigenaba la sangre» con una modalidad de circulación extracorpórea; el resultado, como es lógico, fue una severa hemorragia proveniente de la circulación colateral subcutánea característica de la hipertensión portal.

Muchos cirujanos hemos tenido la dolorosa experiencia de recibir pacientes manejados con medicina alternativa en estados tan avanzados de cáncer, para quienes el tratamiento aceptado de cirugía, radioterapia y quimioterapia ya tiene poco resultado; en cambio, con los métodos de la medicina científica cuando las neoplasias se hallan en sus primeras fases de crecimiento, la posibilidad de curación es muy alta.

La profesión médica en general y cada una de sus especialidades en particular, se autorregulan y mantienen estrictos controles a través de comités de revisión de la calidad de la atención y de los Tribunales de Ética Médica. Pero ¿quién controla y supervisa a los que practican medicina alternativa y medicina complementaria? ¿Qué evidencia sólida existe sobre su eficacia? El ejemplo de Holanda debería servir para que en Colombia también las autoridades controlen la práctica de la medicina alternativa, práctica que en muchos casos está gobernada por un ánimo de lucro.

Correspondencia:
JOSÉ FÉLIX PATIÑO RESTREPO, MD
Correo electrónico: jfpatino@fsfb.org.co
Bogotá, D.C., Colombia

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