Revista de Cirugía: Portada, Volumen 07 No. 2

Iglesia de Iza (Boyacá)Iglesia de Iza (Boyacá)
Hemando Méndez Morales

La Obra

Dentro de las múltiples facetas del arte pictórico se cuenta con una muy interesante desde el punto de vista plástico: la plumilla. Es la primera vez que nuestra Revista exhibe una obra elaborada con esta técnica en la que sólo se emplean dos colores: el blanco del papel y el negro de la tinta china. Mediante un manejo de líneas, puntos y otros artificios, se va dando vida a un paisaje con contraste de luz y sombra, con profundidad y lejanía; se plasma la naturaleza viva y se logra la transición entre la luz brillante del sol reflejada en las paredes blancas de casas coloniales y la oscuridad de los rincones de casonas y de oquedades profundas.

Con base en este técnica, hoy admiramos un bellísimo aspecto de uno de los preciosos pueblos de Boyacá: Iza. Coronadas por la cruz, emblema del pueblo cristiano, la cúpula de la torre y la espadaña lateral con sus respectivos campanarios, dominan la fachada de la iglesia parroquial; encima del portal luce un rosetón, en recuerdo quizá de los que adornan primorosamente las grandes catedrales góticas. Al rededor de la iglesia se asientan las casas del poblado, cuyo rústico encanto le valió el premio del pueblo más bello de Boyacá en reciente concurso disputado con sus congéneres del Departamento. La pequeña zona urbana se halla rodeada por colinas pintorescas que pareceen otear el horizonte lejano. Todo el conjunto irradia paz, tranquilidad, acogimiento y bonhomía de sus gentes. Entre sus hijos’ ilustres se destaca el Profesor ‘Luis Patiño Camargo (q.e.p.d.), quien con su espíritu de infatigable investigador científico, prestó invaluables servicios a la medicina tropical ya la salud pública del país entero. La última etapa de su meritoria existencia la disfrutó en Iza, su entrañable terruño, distraído en las labores del campo a las que tanta afición tuvo. Inspirado en los clásicos griegos y latinos a quienes leía con asiduidad inscribió en el portal de su finca “Gotua”, estos versos de Horacio:

“Feliz quien de negocios alejado
Cual en la edad de hombres primitivos,
Con sus bueyes cultiva
De usuras libre el suelo que ha heredado”.

Al Autor

Hemando Méndez Morales, médico pediatra de sólo 38 años de vida y 14 de ejercicio profesional, egresado de la ·Universidad del Rosario donde también hizo .su especialización, fue cofundador de la cátedra de pediatría en pre y posgrado de la Escuela Colombiana de Medicina; alcanzó la jefatura dc dicha cátedra que ejerció por 7 años consecutivos. Durante el lapso en que se desempeñó como especialista en la Asociación Colombiana de Diabetes, desarrolló investigaciones que ha divulgado en publicaciones de gran interés cientítico y práctico, de las cuales es ejemplo la cartilla “Aprendamos con Pepito”, en la que mediante el uso de un lenguaje sencillo y a modo de cuento, ilustra y educa al niño diabético en el cuidado y tratamiento de su enfermedad.

Ha sido preocupación especial para el doctor Méndez Morales dentro de su práctica médica, el campo casi olvidado de la pcrinatología, la cual ha impulsado a través de programas como los dcl recién nacido de alto riesgo, la madre canguro, la l()ctancia materna y el transporte neonatal, entre otros; todo lo cual le ha dado méritos para formar parte de la Junta Directiva de la Asociación Bogotana de Perinatología. Actualmente es docente activo de la especialidad en su Alma Mater, la Universidad del Rosario.

Su afición por la pintura nació con él y se estimuló permanentemente desde la infancia mediante el ejemplo y las enseñanzas de su padre, el doctor Jaime Méndez Fernández, destacado médico artista, a quien considera su gran maestro no sólo en pintura y artesanías en las cuales también incursiona con éxito, sino en el talante profesional cuya finalidad primordial es el servicio abnegado al ser humano y la actitud positiva ante la vida, cualesquiera sean las circunstancias que la rodeen. Todo ello cimentado en la tradición familiar inspirada en la admonición cristiana que advierte: “Haz el bicn y no mires a quien”.

Comparte con su esposa Gladys Helena y sus hijos Carolina y Santiago, otra afición artística: la fotografía. A través de ella, guardan en sus álbumes la belleza indescriptible de la naturaleza que tanto admiran y protegen. Hernando, además, es un lector permanente y un asiduo escuchador de música a la que considera un obligado complemento de la cultura general y una incomparable terapia espiritua J.

J. Silva, MD.

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