Artículo de Fondo: Osteoporosis
Dr. Juan Antonio Yabur
Expresidente de la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Mineral (SIBOMM),
Miembro del Council de la World Federation of Osteoporosis, Expresidente de las Sociedad Venezolana
de Menopausia y Osteoporosis (SOVEMO), Presidente de la Fundación Venezolana de Menopausia y Osteoporosis (FUVEMO)
La osteoporosis es un grave problema de salud pública que se incrementa con relación al envejecimiento de la población. Los factores genéticos, endocrinos, estilos de vida y los hábitos nutricionales deben ser considerados como los más importantes factores de riesgo en la patogénesis de la osteoporosis. En el presente artículo se hace una revisión actualizada de los aspectos básicos de la osteoporosis.
Introducción
Hasta finales de la pasada década y comienzos de la actual, la población humana estuvo compuesta mayoritariamente por personas jóvenes.
Incluso en algunos países en vías de desarrollo persiste todavía esta situación, derivada de factores diversos: una alta natalidad no sujeta a la planificación familiar y una esperanza de vida de la población muy baja (que apenas alcanzó los 50 años al comienzo del presente siglo).
La incapacidad para el control de ciertas enfermedades, especialmente las infecciosas, que periódicamente se transformaban en epidemias que azotaban a la humanidad con una alta tasa de mortalidad. Y, finalmente, al bajo nivel de saneamiento ambiental y a la falta de educación para la salud de las poblaciones.
Los posteriores cambios con relación a mejoría de las condiciones de vida, saneamiento ambiental. Adelantos de las ciencias médicas, control de muchas de las enfermedades transmisibles y la introducción de la planificación familiar han permitido que la esperanza de vida aumente. Y las poblaciones se encuentren en la actualidad en franco proceso de envejecimiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas mayores de 65 años que actualmente habitan en el mundo alcanzó los 380 millones de habitantes (1), representando 7% de la población mundial total para 1996.
Los países de mayor envejecimiento se encuentran en el hemisferio norte: Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Europa. En éstos países, la población mayor de 65 años varía entre 15% y 18% (1). La población total del mundo crece a una tasa de 1,7% anual y la de 60 y más años crece más rápidamente, a razón de 2,5% anual (2).
Figura 1. Población igual a o mayor de 60 años.
América Latina ha alcanzado un envejecimiento global menor, alrededor de 5% de sus pobladores son mayores de 65 años y 7% son mayores de 60 años (2,3). Con grandes variaciones en los diferentes países de la región (4 – 16%), (3,4) (Figura 1).
La información disponible sobre el crecimiento poblacional en Latinoamérica y las proyecciones para el futuro. Permiten concluir que el crecimiento total de la población en la región estará caracterizada por una proporción cada vez mayor de personas de edad avanzada. Acompañándose este proceso con el incremento de la esperanza de vida. La cual se encontraba ubicada para 1995, media por regiones, en 71 años para la mujer (2) (Figura 2).
La medida que esta esperanza de vida sea mayor, se harán presentes enfermedades que son características de la vejez. Entre ellas la osteoporosis, y su más temible complicación, la fractura de cadera.
En los países desarrollados del hemisferio norte, la esperanza de vida de la mujer se sitúa en la actualidad entre los 81 y 83 años (5,6), y en los países en vías de desarrollo cada día es mayor el número de mujeres que superan la edad de la menopausia.
En Venezuela para 1960 la esperanza de vida era de 57 años, y para 1998 de 70 años para los hombres y de 75 años para las mujeres (7). Y en Latinoamérica la esperanza de vida es de 68 y 73 años respectivamente (8) (Figura 3).
Esto, como es de esperarse, se refleja en un aumento exagerado de la población mundial, superando ampliamente en la actualidad los 5 mil millones de habitantes. De tal manera que para inicios del próximo siglo el número de personas mayores de 50 años será muy significativo.
Este proceso de envejecimiento de la población lleva a un aumento exagerado de la población femenina mayor de 50 años:
Lo cual obliga a crear estrategias para la prevención de aquellas enfermedades características del envejecimiento, entre ellas la osteoporosis. Por tener causas tan diversas esta enfermedad exige un manejo interdisciplinario y, por estar relacionada con la falla gonadal, el ginecólogo, el médico de atención primaria de la mujer, tiene un papel muy importante que asumir en el seguimiento de la paciente posmenopáusica (9,10).
Definición
La osteoporosis es un grave problema de salud pública que se incrementa con relación al envejecimiento de la población. Ella es una enfermedad metabólica ósea, crónica y progresiva que puede llegar a afectar todo el esqueleto, pero al mismo tiempo cursar asintomática porque de por sí, el bajo contenido mineral óseo no causa síntomas.
Se define a la osteoporosis como una enfermedad esquelética sistémica, caracterizada por una masa ósea baja y una alteración microestructural del tejido óseo, con el consiguiente aumento de la fragilidad ósea y la susceptibilidad a la fractura (11) producto del descenso en la formación ósea e incremento importante en la resorción.
La osteoporosis es una enfermedad prevenible y tratable, pero debido a la ausencia de síntomas, la demanda de atención médica es tardía, al menos que haga su aparición una fractura y se transforme en sintomática. Una encuesta de la North American Osteoporosis Foundation (NOF) encontró que más de la mitad de las mujeres encuestadas entre 45 y 75 años jamás había hablado de osteoporosis con su médico (12), es posible que ésta cifra sea más alta en Latinoamérica.
Esto hace imperativo el diseño y ejecución de una intensa campaña educativa no solo dirigida a la población en general sino también a los médicos en particular (12).
Incidencia de la osteoporosis
Como la pérdida de masa ósea se inicia a partir de los 35 años y se incrementa con la menopausia, la prevalencia de la osteoporosis se incrementa con el envejecimiento. Estudios basados en la definición de la OMS, estiman que 30% de las mujeres blancas posmenopáusicas en los Estados Unidos de Norteamérica tienen osteoporosis y un 54% adicional presentan baja masa ósea (13,14).
La osteoporosis es una enfermedad que afecta con mayor frecuencia a las personas mayores, principalmente a las mujeres posmenopáusicas, en una relación mujer: hombre que puede variar entre 3 y 8:1. La incidencia de la osteoporosis en general y de la posmenopáusica en particular, no está suficientemente establecida. Señalándose 25% para mujeres mayores de 45 años y 50 % para mayores de 60 años (15).
La incidencia de la osteoporosis en la mujer posmenopáusica es la más frecuente de todas las formas de osteoporosis (Figura 4). Es necesario conocer los diferentes factores de riesgo para padecer osteoporosis, ya que juegan un papel importante en la presencia de esta enfermedad y en su manejo preventivo y terapéutico. La meta de la prevención es lograr un buen pico de masa ósea cuando se cumplen los 30 años y mantenerlo.
Factores de riesgoManejo de la Osteoporosis
Lea También: Osteoporosis: Fisiopatología
Figura 2. Esperanza de vida y menopausia
Figura 3. La salud en América: Expectativa de vida de la mujer (Años) – Año 1995
Los factores genéticos, endocrinos, estilos de vida y los hábitos nutricionales. Deben ser considerados como los más importantes factores de riesgo en la patogénesis de la osteoporosis (16).
La vida sedentaria también constituye un importante factor de riesgo al igual que la presencia de ciertas enfermedades y el uso de determinados medicamentos. En el caso de la osteoporosis posmenopáusica, la menopausia pasa a ser un factor de riesgo de bastante peso.
La raza es un factor genético importante para la presencia de osteoporosis, por cuanto son bien conocidas las diferencias en cuanto a cantidad de masa ósea. La mujer negra tiene mayor masa ósea que la mujer blanca y la asiática y al mismo tiempo niveles más elevados de hormonas calciotropas.
Los antecedentes de osteoporosis en familiares femeninos conllevan un alto riesgo. El fumar, alta ingestión de cafeína y proteínas, y bajo consumo de calcio se suman para aumentar el riesgo a padecer de osteoporosis. En el caso de la osteoporosis posmenopáusica la falla gonadal y el factor genético son los factores más importantes.
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