Alphex
La empresa, dedicada desde hace diez años al diseño, fabricación y comercialización de productos plásticos, principalmente para la avicultura de Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú y Panamá, festeja haber recibido la certificación ISO 9001 versión 2000.
OSWALDO FLÓREZ RODRÍGUEZ, FUNDADOR DE ALPHEX (IZQUIERDA), Y JUAN MANUEL FLÓREZ SAMORANO, GERENTE (CENTRO), CON ALVARO BENDECK, FUNCIONARIO DE SGS COLOMBIA, CERTIFICADORA.
COL02/309
DISEÑO, FABRICACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE SOLUCIONES PLÁSTICAS MOLDEADAS POR INYECCIÓN
Su portafolio de productos, conformado por los que son indispensables para las aves, tanto para las de un día a partir del momento en que son recibidas en la granja como para las adultas, está presente en las principales empresas avícolas de Cundinamarca, Tolima, Boyacá, Meta, Santander, Norte de Santander, Antioquia, Valle y Costa Atlántica, entre otras, Avidesa Mac Pollo, Algeciras, La Granjita, Pollo Fiesta, Acondesa, Superpollo Paisa. Expresada en cifras, su cobertura representa no menos de 35% del mercado avícola colombiano.
A lo largo de su corta vida, esta acogida se la han brindado las más representativas de los países vecinos, como Oro, Pronaca y Avitalsa, en Ecuador; Melo, Toledano y otros, en Panamá.
Esta realidad respalda a su gerente, Juan Manuel Flórez, cuando asegura que esta empresa colombiana es líder en la producción de equipos para la avicultura, cuya logística de comercialización se apoya en un equipo de representantes regionales, con los que se actúa dentro de un esquema de trabajo asociativo cuyo objetivo es “tratar de construir empresa mediante una relación estrecha, de fidelidad recíproca, en la que prima una permanente retroalimentación”.
Esa gestión comercial recibe en todo momento el apoyo técnico de un veterinario dispuesto a resolver todas las inquietudes de los compradores de equipos Alphex.
Del portafolio mencionado hacen parte bandejas para la recepción del alimento, bebederos de iniciación, manuales o automáticos; esto es, para pollitos de un día, comederos con capacidad para seis, quince y dieciocho kilogramos, bebederos de dos alternativas (para pollitos y adultos), y próximamente un comedero automático y un bebedero de niple, en cuyo desarrollo se ha trabajado en los últimos dos años.
Juan Manuel Flórez reconoce que su empresa ha marcado la pauta en innovación al haber desarrollado productos para responder a necesidades detectadas en el mercado, que han tenido excelente aceptación tanto en Colombia, para donde fueron originalmente fabricados, como en los países vecinos, a los cuales se llega desde hace cinco años en volúmenes que hacen hoy de Alphex el mayor exportador colombiano de estos productos.
En su opinión, la calidad del servicio es la principal fortaleza con la que hace frente a la amplia y fuerte competencia que caracteriza al mercado internacional. Para él, este servicio se expresa en detalles como tener inventarios en cada uno de estos países, atendidos por personal colombiano, que se distingue por su alta calificación profesional, todo lo cual está respaldado por productos que cumplen todos los estándares internacionales de calidad.
A ese liderazgo en exportaciones ha llegado Alphex gracias a un esfuerzo logístico importante que ha implicado estar presente en forma permanente en ferias y otros eventos internacionales, a una inversión económica apreciable, esfuerzo que hoy se ve recompensado en la aceptación a la gama de productos que ofrece.
En el diseño de los productos y en la operación de la maquinaria en la que se fabrican, Alphex tiene un equipo de cuarenta y siete personas, al que se suma el contingente encargado de validar su calidad, de hacerlo llegar a los clientes y de velar por su correcto funcionamiento. Todos los productos salen al mercado sólo después de haber aprobado las exigencias técnicas a que se les somete internamente.
En la exportación el equilibrio
Debido a las dificultades por las que en los años recientes ha atravesado la avicultura colombiana, obviamente la industria que la abastece de equipos e implementos ha visto afectados sus planes de crecimiento y menguado su rentabilidad.
Frente a estas circunstancias Alphex ha encontrado en el mercado externo el escenario más adecuado para mantenerse presente en el sector avícola, aunque Flórez asegura que no se le ha buscado exclusivamente como reacción a una contracción del mercado colombiano, sino que ha sido algo paralelo, fruto del interés por intentar traspasar las fronteras y con ello derrotar esa especie de mito que rodea el tema de las exportaciones.
Desde luego, ha probado en carne propia que no es fácil, menos en Latinoamérica, donde la inestabilidad económica y política llegan a conspirar contra todos los planes, las expectativas y las esperanzas, como le ocurrió en el pasado reciente en Ecuador, lo que representó pérdidas económicas y por largos meses la congelación de proyectos. Algo similar vive hoy la empresa en Venezuela por la devaluación del bolívar y por la incertidumbre acerca del futuro político.
Vender dentro o fuera del país está inevitablemente atado a la suerte del dólar; es negativo en el caso de las materias primas, en su mayoría importadas; sin embargo, la balanza tiende a equilibrarse gracias a las exportaciones, para las cuales Alphex aprovecha los beneficios que representa acogerse al Plan Vallejo. (Puede interesarle: Comportamiento Antiarritmico de la Hipoxia)
Nuevos desarrollos
La empresa está entrando en una nueva etapa, con miras muy definidas para el futuro inmediato. Juan Manuel Flórez asegura que tiene muy claro que para conseguir presencia internacional sólida y frecuente y para alcanzar reconocimiento es imprescindible disponer de un portafolio lo suficientemente amplio, que sirva como pasaporte a la competitividad.
La oferta de productos hoy comprende doce y se ampliará con los de manejo automatizado, comedero para pollo y gallina, para reproductoras y pavos, y bebedero de niple. Para porcicultura se ofrecerá un piso para lechones, para cerdas gestantes y criadoras.
EL RECURSO HUMANO Y TECNOLÓGICO,
FACTORES CLAVE EN EL LIDERAZGO DE ALPHEX.
Valor agregado
Si bien en el mercado no se encuentra un producto exclusivo de Alphex, en todos los que ofrece la empresa están presentes lo que su gerente llama beneficios diferenciales; por ejemplo, en el bebedero doble fin, que igual sirve para el pollito de un día como para el adulto, “lleva unidas la sencillez y la máxima efectividad”, toda vez que garantiza un sellado perfecto que evita que se humedezca la cama, y que simultáneamente tiene un “disparo” rápido y efectivo, que permite que en todo momento el ave disponga del suministro adecuado de agua, y una canal de las dimensiones justas.
En los comederos, el valor agregado está representado en el plato, cuyo diseño maximiza la rotación y evita la acumulación de alimento y con ella la pérdida de nutrientes si permanece demasiado tiempo en el recipiente; adicionalmente está dotado de una pestaña que disminuye el desperdicio de comida provocado por el picoteo o pisoteo de aves adultas.
VENEZUELA, ECUADOR Y PANAMÁ, MERCADOS ABASTECIDOS
POR ALPHEX DESDE HACE 5 AÑOS.
Certificación
Alphex recibió el pasado 28 de noviembre el certificado de aseguramiento de la calidad ISO 9001, versión 2000, otorgado por la SGS (siglas en francés de la Sociedad General del Aseguramiento). Se escogió a este certificador pensando un poco en el aspecto exportador, pues se trata de una organización ampliamente conocida en el mundo.
Para alcanzar la certificación se sometió a un proceso de algo más de dieciocho meses, que exigió un trabajo arduo, en el que se involucró el talento humano, que necesariamente debió sensibilizarse y cambiar de cultura, lo que no siempre resulta fácil.
OSWALDO FLÓREZ Y JUAN MANUEL FLÓREZ SAMORANO.
La certificación representa para Alphex, confiesa su gerente, haber crecido significativamente como organización, tener hoy muy claro su compromiso de mejoramiento continuo y concretar su orientación hacia la satisfacción plena del cliente. En forma tan intensa se han apropiado todos de esta mentalidad que Flórez asimila esta actitud a la adopción de un modelo de vida.
En su concepto, la principal motivación para trabajar en pos de la certificación debe ser el deseo de alcanzar un mejoramiento interno, de organizar a la empresa dentro de unos parámetros que le lleven a trabajar bien mediante el control y estandarización de sus procesos productivos, nunca para exhibirla ante los demás. Si con ella aumentan las ventas, será un importante valor agregado y una recompensa al propósito de hacer bien la tarea.
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