Determinación de Valores normales de Flujo Respiratorio máximo, Introducción
El flujo espiratorio máximo permite evaluar el estado funcional del paciente asmático, reconocer tempranamente su deterioro y hacer un seguimiento de las crisis. Para valorar la lectura del flujo espiratorio máximo se requiere conocer referentes teóricos y en ello influyen variables como edad, talla, peso y género (1).
En nuestro medio, la referencia usual son las tablas de valores normales de I. Gregg y A. J. Nunn (2), que fueron elaboradas para una población inglesa, la que difiere con la nuestra en cuanto a talla con respecto a la edad, características atmosféricas y climáticas.
Hasta el momento se han desarrollado algunos estudios sobre valores normales de flujo espiratorio máximo en población adulta en la región de América Latina como en Cuba (3), mientras que en Colombia se han desarrollado trabajos similares en población escolar (4).
El objetivo del estudio fue determinar valores estándar de flujo espiratorio máximo para un grupo poblacional de Tunja con edades entre 16 y 30 años, con el fin de tener un patrón de referencia acorde con los resultados de las mediciones hechas en pacientes colombianos y establecer una comparación con las referencias informadas en las tablas inglesas. (Lea también: Determinación de Valores normales de Flujo Respiratorio máximo)
Materiales y Métodos
Se trata de una investigación cuantitativa, descriptiva y transversal para un universo de población estimado de 31.766 personas para el año 2000 según proyecciones del DANE 1993 y de la Secretaria de Protección Social de la ciudad de Tunja, Departamento de Boyacá, Colombia.
La muestra estuvo formada por 1001 voluntarios sanos, establecida en Statcalc de Epiinfo ® con un nivel de confianza del 95% y un error de +/-3%. Como criterios de inclusión se consideraron los siguientes No tener enfermedad respiratoria ni deformidades torácicas, no haber presentado infecciones respiratorias 15 días antes ni en el momento de la prueba, no ser fumador activo ni pasivo y aceptar participar en la realización de la prueba con su respectivo consentimiento informado.
Se realizó una valoración clínica sobre el tipo de tórax y los antecedentes respiratorios. Se seleccionaron los participantes que cumplieron los criterios de inclusión a quienes se les tomó la prueba de picoflujometría en tres tomas seleccionando la mejor; utilizando el picoflujómetro Personal Best ®.
La información se sistematizó y analizó en el programa estadístico epi-info 2002 ®. Se determinaron medidas de tendencia central y dispersión para las variables incluidas. Se realizó análisis de regresión logarítmica y Anova de un factor estableciendo las medias y desviaciones para cada grupo por género, talla y edad.
Resultados
El total de la población que participó del estudio fue de 1.565 personas entre 16 y 30 años, de las cuales 564 fueron rechazados por no cumplir los criterios de inclusión.
La distribución de la variable del género arrojó que el 51% de la muestra corresponde al género femenino y el 49% restante al género masculino.
Por edad, el grupo mayoritario estuvo conformado por los jóvenes de 16 a 20 años de edad con el 40.7% del total de participantes.
Por talla, el grupo mayoritario estuvo conformado por las personas de 160 a 170 cm con el 40.1% del total de participantes.
De acuerdo con la anterior gráfica podemos observar que la talla promedio para el género femenino fue de 1.60 metros (DE=0.06), mostrando un comportamiento similar en toda la población femenina, el percentil 25 – 75 se encuentran entre 1.55 y 1.65 metros; para el género masculino el promedio fue de 1.69 metros (DE=0.76) y el percentil 25 – 75 se encuentra entre 1.65 y 1.75 metros. Existe una diferencia estadísticamente significativa en la talla con una p<0.01 evidenciándose que los hombres son más altos que las mujeres.
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