Conmemoraciones: Orígenes del Psicoanálisis en el Mundo y en Colombia
150 Años del Nacimiento de Sigmund Freud y 50 Años de la Institucionalización del Psicoanálisis
Reflexiones sobre la Biografía de Sigmund Freud
(1856 – 1939)
Guillermo Sánchez Medina*
Bogotá Colombia, 6 de Mayo del 2006
“… Pocas veces se es imparcial cuando
se trata de las últimas causas, de los
grandes problemas de la ciencia
y la vida”.
Sigmund Freud en
“Más allá del Instinto del Placer”
Introducción
Consideraciones sobre la historia
El término de historia en los diccionarios de la Lengua Española lo escribe como la narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados; los acontecimientos son de distinta índole en el caso en particular al que me voy a referir es al “origen del psicoanálisis” cuyo creador fue Sigmund Freud.
Es importante considerar cómo el estudio de los hechos históricos deben tener un sentido y un significado, a la vez que de un programa dentro de un género de literatura justificada, que nos haga navegar y viajar, dándole importancia a hechos históricos que pueden determinar el proceso interpretativo.
Sin embargo, debe existir un centro de gravedad entre el presente y el pasado, entre lo particular y lo general, entre lo empírico y lo teórico, entre lo subjetivo y lo objetivo, entre lo inconsciente y lo consciente, así como con todo el sistema de valores.
El historiador no puede hundirse en la humildad ni en la tiranía de los datos, sino que debe ser consciente del proceso continuo de interacción entre esos polos antes mencionados. (Lea también: Conmemoraciones: Ideas Fundamentales de Sigmund Freud)
El historiador con sus principios e ideales, a la vez, se puede situar con sus interpretaciones diacrónica mente entre pasado y presente en forma subjetiva, y no puede ser más objetivo tomando distancia témporo-espacial sino cuando los sujetos participantes de la historia han desaparecido, lo que equivale a descatectizar los objetos de afectos; si el historiador es capaz de hacerlo en el presente vivido, tendrá una luz de objetividad histórica.
Eso sería ser conscientes de la subjetividad de sí mismo dentro de una comunidad y del proceso histórico; sin embargo, pensamos cuánta libertad puede tener el hombre que está sujeto a su propio proceso histórico y a los principios de justicia.
No olvidemos que los conceptos de justicia y libertad, así como el de igualdad, son abstractos y pertenecen a un momento del transcurrir del hombre.
Ser y estar conscientes y lejos de los hechos, poniéndole distancia afectiva, es sólo posible en momentos que debemos aprovechar para buscar relaciones y así construir interpretaciones sin olvidarnos de que éstas pueden estructurarse dentro de una objetividad histórica.
Llamo subjetividad histórica a la que pertenece al momento de toda una sociedad. No podemos ignorar que cada ser humano forma parte de ese tejido de la historia; sin embargo, hay algo ahistórico continuo, es decir, lo que solamente ocurre a cada momento y no ha acontecido antes, y que influye en la vida del ser humano.
Reconozcamos que el hombre es una unidad, no sólo bio-psíquica sino genético-social e histórica en que opera la conciencia y el inconsciente. Esta introducción antes expuesta pretende justificar los textos que a continuación expondré y que provienen de otros que ya vivieron o sustrajeron la historia dejándola consignada en distintos documentos.
El contexto del siglo XIX al XXI
Los siglos aparecen entremezclados unos con otros, y por lo tanto los acontecimientos del último son en parte consecuencia de los anteriores; de tal manera, cuando aparece un descubrimiento antes ya han existido hechos precursores y/o herencias conceptuales e informaciones; por ejemplo, Colón descubrió América con informaciones, provenientes de siglos anteriores.
Vale explicitar y hacer énfasis aquí, cómo del pensamiento filosófico y científico fue elaborándose uno con otro desde el presocrático. Así encontramos “la unidad de contrarios” (de Heráclito), y los planteamientos (de Anaxágoras) sobre el “nous” “como principio del orden después de pasar por la confusión”; todos ellos más otros, dieron lugar al concepto de “incertidumbre” de las impresiones sensibles y a la importancia de “lo interno” (de Demócrito) para llegar al “conocimiento de sí mismo” (de Sócrates).
Estos pensamientos, hoy en día, asimilados al conocimiento científico actual, nos ubican en el “principio de incertidumbre” (de Hei senberg), en la “teoría de la complejidad” y en la importancia y/o prevalencia que dio Sigmund Freud al “mundo interno” (de Demócrito) y al mencionado “conocimiento de sí mismo”. Esto es sólo un destello de cómo el pensamiento, los principios y leyes fueron apareciendo y aclarándose a través de milenios.
Fue así como en el Siglo XVIII, estaba presente la escuela del Idealismo y de la Lógica de Kant, a este le siguieron una serie de pensadores como Fichte, Darwin, Wunt, James, Spencer, Ribot, Humboldt, Hegel, Marx, Stuart Mill, Shopenhauer, Compte, Pasteur, Bernard, entre tantos otros, así amaneció el Siglo XIX en el cual E. Hartmann, escribió sobre “la filosofía del inconsciente” y Whitehead se refirió a que “no había cantidad sino calidad”, y en el espíritu “solo había ilusiones y apariencias”.
Esa sería la herencia del pensamiento científico, que se enlaza temporo-espacialmente al pensamiento político económico y sociológico los cuales siempre han tenido sus crisis.
Se dice que el Siglo XIX fue más de pensamiento y de la razón, y desde el punto de vista médico de las clasificaciones de entidades patológicas y el descubrimiento de los micoorganismos.
¿En qué momento fue que Freud pasó de la neurología, la neuroanatomía y fisiología a la sugestión, la hipnosis, y luego al psicoanálisis?
La respuesta se encuentra en sus propios escritos cuando el escribe que tratando de aplicar el método de la sugestión e hipnosis, a sus pacientes, se encontró que estos métodos eran insuficientes, inciertos y no válidos por carecer de bases de sustentación realista, de causa-efecto en la mente del paciente.
De ahí que decidió dejar la sugestión y la hipnosis y el bagaje de las neurociencias para entrar a un mundo distinto que las ciencias naturales ya habían planteado diferentes conceptos expuestos en los términos “inconsciente, automatismo, ideas fijas” por Pierre Janet (1859) y luego por Beard quien introdujo el vocablo “neurastenia” y, Flemmning el concepto de “ansiedad precordial”, “ciclotimia” por Bernheim y Sauvages los que usaron las expresiones de “persuasión, pasión histérica libidinosa y febril” así como la conceptualización de la “impotencia del miedo”, “la sugestión y la simulación inconsciente”, postulada por Brodie para llegar a la “histeria y la hipocondría” descritas por Morel (1853) y luego por Charcot en París.
Al mismo tiempo el Siglo XIX se caracterizó por cambios sociopolíticos y caída de casas reales, no sin guerras y del advenimiento de la independencia de las repúblicas americanas, el término de la esclavitud, la subida de Napoleón, el desarrollo del comercio y la revolución industrial, el imperio británico, la construcción del canal de Suez, el descubrimiento de la luz eléctrica, el teléfono, el vapor, el imperio austrohúngaro, la casa de los Hasburgos, el dominio de Prusia y Alemania, las guerras de Crimea y la de los Dardanelos, así como múltiples alianzas y tratados en Europa, Asia, África y América. Dentro de todo este contexto mundial, en la república de Checoslovaquia en una familia judía nace Sigmund Freud.
Reflexiones sobre la Biografía de Sigmund Freud (1856 – 1939)
El Siglo XX aparece con el Psicoanálisis y con el descubrimiento de los espacios mentales y los desarrollos teórico técnicos de esa disciplina, luego vienen la I y II Guerra Mundial, las guerras en África, Asia, Medio Oriente, las revoluciones sociales y científicas, los antibióticos y psicofármacos para llegar a la física y mecánica cuántica, los viajes espaciales, la informática y los satélites, los microondas, los rayos láser, no sin antes aparecer la radio y televisión, el Internet, la información digital, la nanotecnología, la manipulación genética, los transgénicos, la clonación, los viajes a la luna, Marte y las sondas a Júpiter y Neptuno.
Así mismo apareció el narcotráfico, la marihuana, la coca y heroína, la explotación del petróleo, la robótica, toda la exploración de la biología molecular y el genoma.
Finalmente los inicios del puente entre el psicoanálisis, la biología molecular y la física cuántica; es así como llegamos al Siglo XXI.
Reseña biográfica de Sigmund Freud
Dentro de todo este contexto histórico, en la república de Checoslovaquia en una familia judía nace Sigmund Freud el 6 de Mayo de 1856 en la ciudad de Freiberg o Príbor (Moravia). Su padre un viudo, negociante en lana de Galicia (Alemania) con parecido a Garibaldi, se casó en segunda nupcias con la joven Amalia Nathansohn con quien tuvo a su primogénito Segismundo y quien fuera el preferido de los hijos, alabado por sus inquietudes, y a quien se le achacara cierta magia desde el nacimiento por haber nacido con cabellos negros y ensortijados, augurio de grandes éxitos.
Tres años más tarde la familia se traslada a Viena; a los 17 años Freud inicia los estudios de Medicina en la Universidad de Viena. Entre 1872 y 1876 escribe entre otras la “Carta sobre el bachillerato”, en la cual, hace una crítica al mismo.
En 1877 presenta su primera publicación científica sobre el “Origen de las raíces posteriores en la médula del Amnocoetes y observaciones sobre la morfología y estructura del órgano lobulado de la anguila”; un año más tarde escribe sobre “Los ganglios raquídeos y la médula espinal”; a ese escrito le siguió el “Método de preparaciones anatómicas del sistema nervioso”.
En 1880 realiza la traducción de John Stuart Mill sobre “La emancipación de la Mujer”, “Platón”, la “Cuestión obrera” y el “Socialismo”. Nótese aquí un viraje en sus intereses de la neurología a la humanidad.
Cuatro años más tarde publica el trabajo sobre la “Hemorragia Cerebral”, y un año más tarde sobre los “Efectos generales de la cocaína”; al siguiente año (1886) pública unos escritos sobre la “Polineuritis aguda”, “La hemianestesia en un histérico”.
A estos escritos le siguen una serie que se refieren a “problemas neurológicos y psicológicos de la neurastenia aguda, la neurastenia histeria, la monoplegia anestésica, el cocainismo y cocainofobia, el conocimiento de las vías de conducción de la vía espinal, el núcleo del origen de los nervios musculares del ojo, la afasia, el cerebro, la histeria, la histeroepilepsia”. A los 25 años se gradúa de médico y a los 26 contrae matrimonio con Martha Bernays con quien tuvo seis hijos (tres hombres y tres mujeres).
En ese mismo año (1882) escribe un prólogo de la traducción del libro de Bernheim sobre “La sugestión y las aplicaciones terapéuticas”; en 1889 hace una reseña sobre el “hipnotismo” y a su vez una traducción sobre esos mismos temas.
En 1892 presenta un caso de “Curación hipnótica y algunas observaciones sobre la génesis de síntomas histéricos por antivolución”; en ese mismo año (1892), escribe en colaboración con Joseph Breuer sobre “El acceso histérico”; más adelante publica “La sexualidad en la etiología de las neurosis”, “Los recuerdos encubridores”, “Psicología de la vida cotidiana” para llegar finalmente a una de sus magnas obras “La interpretación de los sueños” en 1900; por ese entonces Freud, sólo contaba con 44 años.
Por lo expuesto múltiples conceptos y observaciones se con jugaron en la mente de Freud para enfrentar los hechos y fenómenos mentales que se manifiestan en la clínica y en la práctica de la relación paciente terapeuta para descubrir el mundo inconsciente y dar origen al psicoanálisis.
De 1900 a 1939 año en que muere: Durante estos 39 años (1900-1939) y después de haber publicado en 1887 a 1902 una serie de correspondencia en que aparece su “autoanálisis”, publica múltiples trabajos en los que solamente quiero resaltar “Tótem y tabú” (1913), en que postula el “Complejo de Edipo”, “El Moisés de Miguel Angel” e “Introducción al narcisismo” (1914), “Duelo y melancolía”, (1917), “Mi pensamiento para las épocas de guerra y muerte”, “La metapsicología” y “El inconsciente”, (1920), “Mas allá del principio de placer”, (1920) en donde plantea el instinto de muerte y cómo “…cabe aceptar que el individuo muere por sus conflictos internos, mientras que la especie perece en su lucha estéril contra el mundo exterior…”.
Además trae el concepto de “sustancia viva” la cual parece que apareció posterior a la “inerte” y cómo los “dos instintos básicos se extienden hasta la polaridad antinómica de atracción y repulsión que rige el mundo inorgánico”.
Al mismo Empédocles ya le eran familiares estas fuerzas; aquí me atrevería a formular cómo también operan en la biología molecular, en la apoptosis (muerte celular), en los linfocitos asesinos, en las células suicidas, y en los diferentes mecanismos inmunológicos.
Posiblemente estos desarrollos psicofísicos nos mostrarán otras puertas al conocimiento del maravilloso mundo mental. La obra “Psicología de las masas y el análisis del Yo”, aparece en (1921), en la cual penetra sobre la psicodinamia colectiva; “El Yo y el Ello”, (1923), en el que trae la estructura del aparato mental; “El problema económico del masoquismo” y “La disolución del complejo de Edipo”, (1924), “La negación” y las “Resistencias contra el psicoanálisis”, (1925); “Inhibición Síntoma y angustia”, (1926); “El porvenir de una ilusión”, (1927)
En este último escrito nos trae como la civilización se basa en la posibilidad de “renunciar a los deseos instintivos” y cómo las “consecuencias al renunciamiento instintivo” radica en el poder de la sublimación y la creatividad; es aquí en donde trae el valor de las “ideas religiosas, los orígenes de las mismas, la significación y las ilusiones de las mismas”, así como su relación con “la civilización, la religión y el sustituto de la racionalidad” y la “relación entre ciencia y religión”.
Su obra titulada “El malestar en la cultura”, se publicó en 1930; en este escrito trae la “necesidad humana de la religión debido al sentimiento de desamparo” y “cómo el hombre se enfrenta a la desgracia con la diversión, la sustitución y la intoxicación”.
Así el conflicto del hombre en la civilización estaría entre la libertad y la igualdad con “dos pilares el Eros y Thanatos”; a la vez que “la seguridad, se adquiriría al restringir la sexualidad y la agresión los cuales participan en el desarrollo del Yo” y de la “consciencia moral o superyó” el cual se vuelve severo.
La conclusión sobre los efectos de la civilización en la psiquis “es encontrar la satisfacción de la felicidad que es la meta principal al cual el Yo está sujeto en la cultura”.
En 1933 aparecen los escritos del ¿Por qué de la guerra?, sus cartas con Einstein en ese mismo año queman los nazis sus libros; finalmente en el año 1939 publica “Moisés y el Monoteísmo”, en esta obra trae la historia obviamente de Moisés “el gran hombre” preguntando si “era egipcio o no” y la comparación de “la religión judía y la de Atón”, los “dos dioses y dos moiseses”, cien años de historia, “el asesinato de Moisés”, “la gente, su religión y la religión individual”, “el período de latencia”, la analogía entre “la evolución psíquica del ser humano, sus defensas y la religión”, así como la aplicación de las mismas, “el progreso en la intelectualidad”, “la renuncia a los instintos”; a su vez plantea lo que es verdadero en la religión, el “retorno de lo reprimido”, “la verdad histórica y el desarrollo histórico”, las “dificultades del pueblo de Israel” y cómo “el cristianismo surgiría de una religión paterna, la cual se convirtió en una religión filial que no ha logrado evitar el destino de tener que librarse del padre”.
Después aparecen otros escritos entre ellos se encuentran el “Esquema del Psicoanálisis” (1939), “Conclusiones, ideas y problemas”. Es al final en donde insiste en la necesidad de “admitir que existen procesos físicos… concomitantes de lo psíquico, que forman… procesos paralelos conscientes (…)” “…Lo psíquico… es por sí mismo inconsciente…”.
Es por esto también por lo que llamamos al psicoanálisis “ciencia del inconsciente”.
Varios títulos recibe Freud durante su vida, por ejemplo, la Medalla de bronce en su aniversario 50 (1906), Ciudadano de la ciudad de Viena (1924), Premio Goethe de la ciudad de Frankfurt (1930), descubrimiento de la placa conmemorativa en el lugar de nacimiento (1931), y fue nombrado Miembro Honorario de Royal Society of Medicine en 1935. Su hija Ana y su nieto Ernest le siguieron sus pasos en el psicoanálisis.
El 4 de junio de 1938 abandona la ciudad de Viena, debido a la persecución de los Nazis, para llegar a Londres el 6 de Junio como un refugiado de su tierra, pero con todos sus honores y la palabra esperanza en su mente.
El humor irónico de Freud se acentuó con el exilio de su tierra natal. Ernest Jones en su biografía, cuenta que como resultado de una gran presión diplomática ejercida sobre los Nazis, Freud finalmente obtuvo permiso para abandonar Austria, pero cuando la Gestapo lo obligó a firmar una garantía certificando que le habían tratado con gran consideración, Freud pidió permiso para agregar una frase y escribió: “de corazón recomiendo, a cualquiera, la Gestapo”.
En la entrevista que se le hiciere posterior a esto, expresó lo siguiente sobre la síntesis de su vida: “Bajo la influencia de un amigo mayor y con mis propios esfuerzos, descubrí algunos nuevos hechos importantes acerca de la vida psíquica inconsciente, y de una noción del papel que juegan los instintos, etc.
“De estos hallazgos creció una nueva ciencia, el psicoanálisis, distinta de la psicología, y como nuevo método para el tratamiento de las neurosis. “Tuve que sacrificar mi tranquilidad por esta nueva perspectiva; la gente no creía en mis descubrimientos y consideraba mis teorías absurdas; tuve éxito y mis asistentes eran fuertes e infatigables; finalmente logré reunir algunos discípulos y formé una Asociación Internacional de Psicoanálisis; pero la lucha todavía no se ha terminado”. Sigmund Freud.
Cuando llegó a Londres (1938) escribe: “El clima emocional de estos días es difícil de entender, casi indescriptible. El sentimiento de triunfo por estar liberado está demasiado intensamente mezclado con pena, porque a pesar de todo, siempre sentí gran cariño por la prisión de la que acabo de salir.
El encanto del nuevo ambiente (que le hace a uno desear de gritar “¡Heil Hitler!”) está mezclado con descontento causado por pequeñas peculiaridad del ambiente extraño, la anticipación de una vida nueva, feliz, se ve desalentada por la pregunta: ¿hasta cuándo podrá un corazón cansado realizar algún trabajo?”. (A Max Eitingon, 6 de junio de 1938).
Sordera, cáncer, asma cardiaca, insomnio, lesiones en la boca que emitían olores fétidos y como consecuencia de esto último, el rechazo de su perra querida, y a pesar de todo seguía escribiendo, hablando y fumando, además de atender pacientes hasta dos meses antes de su muerte; sin embargo, su vigor mental no era el de antes.
Había tenido en su vida muchos duelos y la resistencia para soportar el dolor era muy grande. Operaciones, terapias, no permitían una total decisión de su vida, la que fue afectada por un carcinoma, diez y seis años atrás, según el:
“se trata de un camino, como cualquier otro, hacia el inevitable final, aunque, no aquel que uno hubiese escogido de buena gana”. “Mi mundo es lo que ya había sido. Una pequeña isla de dolor flotando en un océano de indiferencia”.
Freud era consciente de su: “última guerra” con resignación y con un adiós, y, “el resto no es más que silencio”. Freud muere en Londres el 23 de Septiembre de 1939 a los 83 años, después de un prolongado proceso cancerígeno de la boca que le hizo sufrir por 16 años.
Aquí podemos afirmar cómo el psicoanálisis dejó un impacto en la ciencia y en la cultura y abrió el abanico de posibilidades del conocimiento del ser humano, desde el mítico al puramente científico, médico, pasando por el educativo, el cultural, el social, el creativo, el histórico y filosófico. Nadie hoy día que se precie medianamente de culto puede ignorar la trascendencia que tiene el inconsciente en el conocimiento del hombre.
En total Freud escribió 338 entre sus obras y trabajos. Su vida prolífica y creadora fue de un genio con un rigor científico metodológico, lo cual le valió, como ya se anotó, para ser nombrado Profesor Ordinario y Extraordinario, Ciudadano Honor de la ciudad de Viena y a quien en vida se le descubrió una placa de conmemoración, en su lugar de nacimiento.
Y después de su muerte, su casa en Londres se convirtió en un museo como testimonio de su vida, su obra, la cual ha beneficiado a la humanidad y seguirá haciéndolo siempre y cuando no caigamos en las consecuencias de la sordera y ceguera de Narciso y Edipo, más cuando la herida narcisística o la castración edípica de la consciencia que nos queda en el pasado, sólo la repara la aceptación de la verdad histórica tan singularmente ligada a la realidad psíquica, lejos de la fáctica, la cual se refiere más a la verdad para los recuerdos y los deseos perdidos en el recóndito espacio e inexorable tiempo que se nos escapa.
* Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, y de la Academia de Historia de Boyacá, Miembro Titular de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis y de la Asociación Psicoanalítica Colombiana, Miembro del Instituto Colombiano del Sistema Nervioso. Miembro Honorario de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, guillermosanchezmedina@yahoo.es.
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