El fallecimiento del Académico Honorario de nuestra corporación Haroldo Calvo Núñez, constituye pérdida irreparable para la medicina nacional, que lo contó como uno de sus más distinguidos y apreciados representantes.
Nació en Cartagena, en 1920, ciudad en cuya universidad estudió su carrera, graduándose de Doctoren Medicina en 1945.
Se especializó en patología en los Estados Unidos, en la Universidad de Johns Hopkins, de Baltimore y fue profesor de esta materia en la Universidad de Cartagena, en la del Rosario, de Bogotá y en el Henemann Medical College de Filadelfia.
Sus servicios docentes los complementó desempeñando las funciones de Secretario de la Facultad de Medicina de Cartagena y de Vice-Rector de esta Universidad.
Culminó sus labores en el campo de la salud pública con su admirable actuación como Ministro de Salud (1974-1976) en que – entre sus múltiples logros – institucionalizó en nuestro país el Sistema Nacional de Salud. (Lea: Noticias de la Academia)
Su actividad como estadista dejó grato recuerdo, además, en virtud de su actuación como Alcalde de la Ciudad Heróica, en 1957 y como Gobernador del Departamento de Bolivar.
Entre las muchas obras de aliento en favor de la comunidad que se deben al doctor Haroldo Calvo Núñez, a más de las ya enumeradas, merecen destacarse también la fundación y organización del Hospital Universitario de Cartagena y la dotación y puesta en marcha del Banco Nacional de Sangre de la Cruz Roja Colombiana.
Escribió diversos estudios científicos, entre los que recordamos su Tesis de Grado sobre la Sífilis Precoz y sus investigaciones sobre la Anemia Drepanocítica en la Costa Atlántica, la Histoplasmosis en Colombia, el Kwashorkor, la enfermedad de Kaposi del Intestino Delgado, el Cáncer del Seno, a más de diversos artículos sobre salud pública en la prensa nacional.
Su disertación sobre la historia de la transfusión sanguínea en Colombia, ante la Academia de Medicina, constituye documento invaluable sobre esta materia.
El doctor Haroldo Calvo Núñez formó su hogar con la distinguida dama cartagenera doña Amelia Stevenson, de preclara estirpe y acendradas virtudes. A ella, a sus hijos y a la ilustre familia Calvo Núñez, hacemos llegar nuestra sincera condolencia.
Fernando Serpa Flórez
