Financiación y modelos de negocio: cómo hacer rentable la transición a vehículos eléctricos

Cómo hacer rentable la transición a vehículos eléctricos
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Farizon financiación vehículos eléctricos

En Colombia, cada vez más empresas se preguntan si es el momento adecuado para dar el salto hacia los vehículos eléctricos. La respuesta no está solo en la sostenibilidad, sino en la rentabilidad del negocio. La electrificación de flotas dejó de ser una promesa de futuro para convertirse en una ventaja competitiva real: menores costos operativos, acceso a beneficios fiscales y una imagen empresarial fortalecida. Sin embargo, la gran pregunta sigue siendo la misma: ¿cómo financiar la transición sin que la inversión inicial se convierta en un obstáculo?

La inversión inicial: el gran reto a superar

Para muchas empresas, la principal barrera a la hora de migrar hacia vehículos eléctricos no es la tecnología, ni la autonomía de las baterías, sino la inversión inicial.

Un vehículo eléctrico de carga puede tener un precio de compra superior frente a un diésel convencional. Sin embargo, el Costo Total de Propiedad (TCO) muestra una realidad distinta:

  • Menores gastos en combustible (hasta un 60% menos, según cifras del Ministerio de Minas y Energía).
  • Costos de mantenimiento reducidos, ya que un motor eléctrico tiene un 60-70% menos partes móviles que uno diésel.
  • Incentivos fiscales y arancelarios que reducen la brecha inicial.

La pregunta no es si el vehículo eléctrico es más costoso al inicio, sino cuánto se ahorra la empresa en 5 o 10 años de operación.

Opciones de financiamiento: cómo reducir la barrera de entrada

La inversión inicial sigue siendo uno de los mayores frenos para que las empresas adopten vehículos eléctricos. Sin embargo, el panorama financiero en Colombia está cambiando rápidamente y hoy existen múltiples alternativas para que la transición sea viable sin descapitalizarse.

Hoy las empresas en Colombia cuentan con diversas herramientas financieras para facilitar la transición. Estas alternativas hacen que la inversión inicial no se convierta en un obstáculo, sino en una oportunidad.

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Farizon financiación vehículos eléctricos

1.    Leasing financiero

El leasing financiero permite que la empresa adquiera el vehículo a través de cuotas mensuales, con la opción de compra al final del contrato. Es ideal para compañías que buscan ser propietarias del activo y aprovechar beneficios contables como la depreciación.

El leasing operativo, en cambio, funciona como un arrendamiento: la empresa paga una cuota fija por el uso del vehículo durante un periodo determinado, sin asumir riesgos de reventa ni depreciación. Al terminar, puede renovar con un modelo más reciente.

En Colombia, bancos como Bancolombia, Davivienda y BBVA ya ofrecen planes de leasing específicos para movilidad sostenible. Este esquema ha sido clave para que flotas urbanas y de última milla migren hacia eléctricos sin comprometer grandes desembolsos iniciales.

  • Ventaja: no requiere un desembolso inicial elevado.
  • Beneficio fiscal: las cuotas se pueden deducir como gasto operativo.
  • Caso común: empresas que desean apropiar el activo en el largo plazo.

2.    Renting operativo

El renting se diferencia del leasing porque no implica propiedad del vehículo en ningún momento. En este modelo, el proveedor se encarga de todo: vehículo, mantenimiento, seguros, impuestos y hasta telemetría. La empresa paga una cuota mensual y se concentra en su operación logística.

Este modelo ha ganado fuerza porque permite planificación financiera sin imprevistos. Además, facilita la renovación constante de la flota con vehículos más modernos y eficientes. En un país como Colombia, donde la regulación ambiental avanza rápido, el renting ayuda a evitar quedarse con activos que puedan volverse obsoletos.

  • Ventaja: incluye mantenimiento, seguros y servicios asociados, lo que libera a la empresa de responsabilidades adicionales.
  • Ideal para compañías que prefieren renovar flota periódicamente sin preocuparse por la reventa.
  • En el país, bancos como Bancolombia y entidades de leasing ya tienen líneas verdes enfocadas en este modelo.

3.    Créditos verdes y financiamiento bancario

Varios bancos colombianos ofrecen líneas de crédito preferenciales para proyectos sostenibles.

Entidades como Bancóldex han desarrollado líneas especiales, como Sostenible Adelante, destinadas a proyectos de movilidad eléctrica y eficiencia energética. Estas líneas suelen tener tasas preferenciales y plazos más amplios, lo que mejora el flujo de caja empresarial.

Además, los bonos verdes y programas de financiamiento climático impulsados por organismos multilaterales (como BID Invest) han empezado a canalizar recursos hacia bancos colombianos para promover la electrificación de transporte. Esto abre la puerta a esquemas de crédito más competitivos para empresas que quieran modernizar su logística.

Estas suelen tener:

  • Tasas más bajas.
  • Periodos de gracia más amplios.
  • Evaluación más flexible si el proyecto incluye reducción de emisiones.

4.    Alianzas público-privadas y cooperación internacional

En algunos casos, las empresas pueden acceder a fondos o beneficios provenientes de programas de movilidad sostenible apoyados por el BID o iniciativas de transición energética. Aunque aún son limitados, se espera que en el corto plazo tengan mayor presencia en Colombia.

El gobierno colombiano, a través del Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE), ha impulsado convocatorias para financiar infraestructura de carga y apoyar la movilidad eléctrica.

A nivel local, ciudades como Bogotá y Medellín han lanzado beneficios para empresas que adopten tecnologías limpias, desde reducción en impuestos hasta apoyo logístico para instalar cargadores. Estos estímulos pueden ser el empujón inicial para que más compañías den el salto.

5.    Modelos “as a service” (pago por uso)

Una tendencia emergente en Colombia es el modelo “Vehicle as a Service” (VaaS), en el cual la empresa paga únicamente por el uso del vehículo y el proveedor se encarga de la infraestructura, mantenimiento y gestión energética.

Esto elimina prácticamente todos los riesgos de inversión y permite que las compañías prueben la electrificación de su flota sin comprometer grandes recursos. Proveedores de energía como Enel X ya han explorado este esquema, integrando cargadores, software de monitoreo y energía limpia en un solo paquete.

Incentivos tributarios: aceleradores del retorno

La legislación colombiana ha avanzado para incentivar la adopción de vehículos eléctricos en el sector empresarial:

  • Exención de aranceles e IVA reducido al 5% en la importación de vehículos eléctricos (Decreto 1116 de 2017, prorrogado).
  • Descuento en el impuesto vehicular (hasta del 40% en varios departamentos).
  • Beneficios en licitaciones públicas: cada vez más contratos de transporte y distribución exigen criterios de sostenibilidad.
  • Exención de pico y placa en ciudades como Bogotá y Medellín.

Apoyo institucional: FOPAT y FONCARGA

Mecanismos como el Fondo de Promoción de Acceso a Tecnologías de Energía (FOPAT) y el Fondo de Cargadores (FONCARGA) han empezado a destinar recursos para apoyar tanto la adquisición de vehículos eléctricos como el despliegue de infraestructura. Estos programas son un puente clave para reducir la brecha de inversión inicial en empresas de transporte y logística.

Estos incentivos no solo reducen costos, sino que aceleran el retorno de inversión, haciendo que el diferencial frente al diésel se recupere más rápido.

Modelos de negocio: de la compra al ecosistema eléctrico

Migrar hacia vehículos eléctricos no se trata únicamente de adquirir unidades, sino de repensar la operación logística con nuevos modelos de negocio.

  • Electrificación progresiva de flota: iniciar con pilotos en rutas urbanas para luego escalar a operación completa.
  • Carga inteligente y nocturna: optimizar costos eléctricos al cargar durante horarios de baja demanda.
  • Asociaciones empresariales: compartir infraestructura de carga entre compañías del mismo sector o zona industrial.

La clave es integrar vehículo, financiamiento e infraestructura en un ecosistema sostenible.

Farizon: paquetes financieros para clientes en Colombia

Vehículo Farizon para Colombia

La llegada de Farizon, respaldada por Geely y con soporte local del Grupo Vardí, representa un paso adelante en este camino. No solo por la calidad de sus vehículos 100% eléctricos, sino porque entienden que la transición debe ser financieramente viable para las empresas colombianas.

¿Qué ofrecen?

  • Esquemas de renting y leasing diseñados para empresas que buscan reducir CAPEX (inversión inicial) y trasladarlo a OPEX (gasto operativo).
  • Paquetes integrales que combinan vehículo, mantenimiento, garantía y soporte posventa en un solo contrato.
  • Atención nacional, lo que significa soporte técnico y repuestos disponibles sin depender de importaciones largas.
  • Acompañamiento en infraestructura de carga, ayudando a diseñar proyectos de cargadores en centros de distribución y facilitando convenios con operadores de energía.

Con esto, la ecuación deja de ser: “¿cuánto cuesta el vehículo?”, para convertirse en: “cuánto ahorro y rentabilidad me genera a lo largo de su operación”.

Conclusión

El debate ya no gira en torno a si los vehículos eléctricos son más caros de adquirir. La verdadera pregunta es: ¿qué tan rentable es mantener una flota diésel frente a una eléctrica en los próximos 5 o 10 años?

Con un TCO favorable, alternativas de financiamiento flexibles, incentivos fiscales y aliados como Farizon y Grupo Vardí, la transición energética deja de ser un riesgo para convertirse en una decisión estratégica de negocio.

La electrificación empresarial no es una moda: es el presente de la logística en Colombia.

 

 

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