El mercado de la logística y el transporte empresarial en Colombia atraviesa un cambio sin precedentes. Cada vez más licitaciones públicas y privadas incluyen criterios de sostenibilidad, eficiencia energética y responsabilidad ambiental como factores determinantes para adjudicar contratos. En este nuevo escenario, la electromovilidad no es solo una alternativa tecnológica, sino un diferenciador competitivo que puede definir quién gana y quién pierde oportunidades de negocio.
Empresas que se anticipan a esta transformación ya están cosechando los beneficios: contratos más robustos, mejores condiciones de negociación y un posicionamiento sólido frente a clientes que valoran la reducción de la huella de carbono y el cumplimiento de criterios ESG (Environmental, Social and Governance).
En este artículo analizamos cómo la adopción de flotas eléctricas impacta directamente en la competitividad empresarial, qué casos de éxito sirven como referencia y qué estrategias prácticas pueden implementar las organizaciones en Colombia para prepararse desde hoy.
La sostenibilidad como criterio creciente en licitaciones públicas y privadas
Hasta hace unos años, el precio y la capacidad logística eran prácticamente los únicos criterios que definían los procesos de contratación. Hoy, la realidad es distinta.
Licitaciones públicas:
En Colombia, la Agencia Nacional de Contratación Pública (Colombia Compra Eficiente) y entidades como el Ministerio de Transporte ya han comenzado a incluir requisitos relacionados con sostenibilidad en procesos de transporte masivo y logística urbana. Un ejemplo claro es la incorporación de buses eléctricos en el sistema TransMilenio en Bogotá, donde la reducción de emisiones fue clave en la adjudicación.
Contratos privados:
Multinacionales de consumo masivo, retail y logística (Coca-Cola, Unilever, DHL, Mercado Libre) ya han establecido metas de reducción de huella de carbono y exigen a sus proveedores cumplir estándares de movilidad sostenible para poder contratar.
Esto significa que contar con una flota eléctrica no es solo una decisión interna de eficiencia, sino un requisito estratégico para poder acceder a contratos de gran escala.
Electromovilidad como valor agregado en propuestas empresariales
Los vehículos eléctricos no solo ayudan a cumplir con exigencias ambientales, también fortalecen la propuesta de valor frente a los clientes:
- Reducción comprobable de emisiones: una flota eléctrica puede reportar disminuciones de hasta un 100% en emisiones directas de CO₂ frente a vehículos a combustión, lo que fortalece los indicadores ambientales de cualquier cliente.
- Menores costos operativos: menos gasto en combustible y mantenimiento se traducen en tarifas más competitivas en las propuestas económicas.
- Innovación y modernización: las empresas que presentan una operación respaldada por electromovilidad proyectan una imagen de innovación y adaptación al futuro, lo que genera confianza frente a clientes corporativos.
- Cumplimiento normativo anticipado: anticiparse a regulaciones futuras (como zonas de bajas emisiones en Bogotá y Medellín) evita sanciones y garantiza continuidad operativa.
En resumen, la electromovilidad convierte la sostenibilidad en un factor comercial tangible, que refuerza la competitividad y el posicionamiento de marca.
Casos de referencia: empresas que ganan licitaciones gracias a criterios ESG

Bogotá y su flota de buses eléctricos:
La capital colombiana cuenta con más de 1.400 buses eléctricos, en su mayoría provenientes de fabricantes asiáticos. La razón de su adjudicación estuvo directamente ligada a los compromisos ambientales exigidos en la licitación.
DHL en Europa:
La compañía implementó más de 14.000 vehículos eléctricos de reparto para operar en zonas de bajas emisiones. Esto no solo le permitió cumplir regulaciones, sino también ganar contratos exclusivos en ciudades como Ámsterdam y Londres.
Mercado Libre en América Latina:
La empresa de e-commerce ya integra flotas eléctricas en México, Brasil y Chile. Esto le ha permitido posicionarse como referente regional en logística sostenible y ganar preferencia frente a grandes marcas que valoran su compromiso ambiental.
Estos casos evidencian que las empresas con flotas eléctricas no solo cumplen, sino que destacan en procesos de selección competitivos.
Estrategias prácticas para preparar a tu organización
Adoptar vehículos eléctricos es el primer paso, pero no el único. Para maximizar el impacto en licitaciones y contratos, las empresas deben implementar una estrategia integral de sostenibilidad:
1. Reportes de sostenibilidad
Documentar y publicar los resultados ambientales es clave. Reportes alineados con estándares internacionales como el GRI (Global Reporting Initiative) permiten demostrar con cifras el impacto de la electromovilidad en la reducción de emisiones.
2. Certificaciones ambientales y de gestión
Obtener sellos como ISO 14001 (gestión ambiental) o Carbono Neutro genera confianza y otorga puntos adicionales en muchos procesos de licitación.
3. Adaptación de operaciones logísticas
- Planificación de rutas optimizadas para flotas eléctricas.
- Instalación de puntos de carga en centros de distribución.
- Capacitación de conductores para mejorar eficiencia energética.
4. Alianzas estratégicas con fabricantes y distribuidores
Contar con un socio tecnológico que no solo provea el vehículo, sino también soporte, garantías y soluciones de carga, es decisivo.
En Colombia, Farizon, respaldada por Geely y el Grupo Vardí, ofrece vehículos comerciales eléctricos diseñados específicamente para operaciones empresariales, con soporte técnico y posventa a nivel nacional.
Ejemplos de licitaciones y convocatorias con criterios de movilidad / sostenibilidad en Colombia
Actualización de los Documentos Tipo para el sector transporte
A partir del 3 de febrero de 2025, Colombia Compra Eficiente introdujo nuevas versiones de los Documentos Tipo en el sector transporte que incluyen criterios sociales y ambientales como parte de los parámetros de evaluación en licitaciones, selección abreviada, mínima cuantía, consultoría, etc. (colombiacompra.gov.co)
- Esto significa que los pliegos públicos ya deben incluir de forma obligatoria aspectos medioambientales, lo que favorece a quienes ya operen con flotas limpias o electrificadas.
- Es un claro indicio de que el Estado está elevando el piso para calificar técnicamente las ofertas, no solo dependiendo del precio o experiencia financiera.
Licitación del SITP en Bogotá – Fase V
En la licitación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de Bogotá, Fase V, uno de los criterios establecidos fue la sostenibilidad ambiental, incluido el uso de tecnologías de cero o bajas emisiones o estándares mínimos exigidos como Euro VI. (Bogotá.gov.co)
- En este proceso se especifica que la operación debe contribuir al mejoramiento de la calidad del aire y la mitigación del cambio climático.
- Tener flotas eléctricas o vehículos con bajas emisiones proporciona un punto muy importante en la valoración de ofertas, porque el pliego exige esos estándares.
Documentos Tipo de Infraestructura de Transporte con criterios ambientales y sociales
En el Documento Tipo para procesos de infraestructura de transporte de Colombia Compra Eficiente se actualizó la versión de licitación para incluir criterios ambientales y sociales en los requisitos de acreditación. Por ejemplo, los oferentes deben diligenciar un “Formato 14 – Criterios Ambientales y Sociales” para comprometerse con acciones ambientales dentro del proyecto. (colombiacompra.gov.co)
Guía de compras públicas sostenibles con el ambiente
Colombia Compra Eficiente tiene una guía vigente llamada Guía de compras públicas sostenibles con el ambiente, que establece cómo incorporar criterios de sostenibilidad en todos los procesos de compras estatales. Esto incluye consideraciones ambientales como huella de carbono, eficiencia energética, tecnologías limpias, lo cual abre la puerta para que en los pliegos de licitación estos criterios sean valorados.
Conclusión
La electromovilidad ya no es una tendencia lejana: es un criterio real y creciente en licitaciones públicas y privadas. Las empresas que incorporen vehículos eléctricos en sus flotas estarán mejor preparadas para competir, ganar contratos y consolidar relaciones de largo plazo con clientes que priorizan sostenibilidad.
En Colombia, la oportunidad está sobre la mesa: anticiparse a los cambios regulatorios y adoptar desde ya soluciones de electromovilidad puede ser la diferencia entre quedarse rezagado o convertirse en líder del futuro del transporte empresarial.








