Tratamiento Quirúrgico del Quiste Pilonidal, Resultados

De los 73 pacientes incluidos en el estudio, 33 (45%) pertenecían al sexo masculino y 40 (55%) al femenino.

El rango de edad se ubicó entre 15 y 25 años en 49 pacientes (67%). El principal motivo de consulta fue el dolor, en 26 pacientes (35%), seguido por orificio, secreción y masa aparente; esta última se encontró en 36 pacientes (49%), con eritema ocasional (Fig. 8).

Quiste Pilonidal signos físicos

Se encontró un solo orificio fistuloso en 42 pacientes (58%); 2, en 25 (34%), Ymás de 2, en 6 pacientes (8%).

Sesenta y seis pacientes (90%) recibieron tratamiento previo; 63 (86%), drenaje; y 3 (4%), resección.

El estudio fue doble ciego con relación al empleo de antibióticos y marcación del quiste con azul de metileno, sin evidenciar diferencia estadísticamente significativa con el grupo control. La técnica semiabierta la empleamos en 59 pacientes (80%); cerrada en 11 casos (16%), y abierta en 3 pacientes (4%); las dos últimas técnicas fueron realizadas al principio del estudio (Fig. 9). El período de seguimiento osciló entre 1 y 8 años, con un promedio de 5 años.

Los tres tipos de técnica quirúrgica utilizada

Discusión

Los resultados a corto plazo en el tratamiento del quiste pilonidal son aparentemente mejores con las técnicas conservadoras, pero definitivamente las grandes series con seguimiento a largo plazo confirman que el primer acercamiento quirúrgico a esta patología, si se hace más “agresivo”, generará menor cantidad de complicaciones, representadas especialmente por la recidiva con múltiples trayectos fistulosos y con mala calidad de vida para el paciente (2, 9, 11, 12, 16).

La esclerosis, el drenaje y la marsupialización, siguen siendo utilizados por algunos cirujanos a pesar de documentarse un importante índice de recidivas durante el primer año después de realizados estos procedimientos (1, 2, 8, 11, 13, 8).

Técnicas en la resección del quiste pilonidal

La discusión probablemente se debe centrar en los tres métodos como son la técnica cerrada, serniabierta y abierta. En cuanto a la primera, se ha informado aparición de recidiva entre un 16 y un 20%, y la única ventaja radica en un período de cicatrización más corto (1, 9, 11, 12, 15).

La menor recurrencia después de la técnica semiabierta (3%) se relaciona con la dificultad de nueva perforación pilosa en el tejido de granulación, ausencia de pelos en dicha zona y disminución de la fricción interglútea (18).

Las complicaciones y recidivas de las técnicas abierta y semiabierta son similares; sin embargo, la primera representa un período de cicatrización más prolongado, que oscila alrededor de 8 semanas contra 4 en la segunda (2, 9, 11,12,17) (Tabla 1).

Después de un seguimiento máximo de 8 años de los pacientes con quiste pilonidal tratados quirúrgicamente mediante el empleo de la técnica semiabierta en la Clínica San Rafael de Santafé de Bogotá, el servicio de Cirugía General recomienda esta técnica como un procedimiento confiable, teniendo en cuenta los excelentes resultados a corto y a largo plazo, además de ser un método sencillo y de manejo ambulatorio.

Abstract

Seventy-three patients submitted to surgery were used to prospectively evaluate the treatment protocols for pilonidal cysts at the San Rafael Clinic in Bogot.

No predominance of either sex was found in the presentation of pilonidal cysts. Average age was 24 years; the majority of patients were employees who consulted for pain and secretion; 35 (48%) exhibited a mass and 55 (75%) presented with an external communication of the cyst.

Fifty-eight patients (79%) were submitted to the semi-open (Mc Fee) technique ofwhich 1 (1.7%) presented complications
(infection of the surgical wound).

Results are analyzed along with other reports from world literature.

Referencias

l. Olarte F, Aristizábal S H, Botero G M, Restrepo B J: Quiste Pilonidal. Cirugía Univ Antioquia, Fac Med. HUSVP. Tomo IlI, Primera Edición. pp. 443-6
2. Goligher J C: Fístula Pilonidal. Cirugía del ano, recto y colon. Salvat Edil. Ira. Ed. 1979. pp. 212-28
3. Debueb F M: Fístula Pilonidal. Rev Cubana Cirug. 1978; 17: 603
4. Colape N D: Umbilical Pilonidal Sinus. J Surg; 64 (7) 494-5
5. Koistra H P: Pilonidal Sinuses. Review of the Literature and report of three hundred and fifty cases. Am J Surg 1942; 55: 3
6. Spencer J A: Pilonidal Sinus-Umpublished work in Univ. Dept. of Surgery, the General lnfirmary at Leeds. Stone, H. B. 1942
7. Haworth J C, Zachary R B: Congenital Dermal Sinuses in Children. Their Relarion to Pilonidal Sinuses. Lancer 1955; 2: 10
8. David C, Sabiston Jr. M D: The anal canal and rectum. Texbook of Surgery 1981; 727-9
9. Jhon L, Madden: Extirpación de Quiste Pilonidal-Atlas de Técnicas en Cirugía. 2da. Ed. 1996, pp. 138-144
10. Harkins M, Khoads A: lnclusion Cysts and pilonidal Cysts surgery. Principies and practice. 2da. Ed 1961, pp. 529-30
11. David C, Sabiston Jr. M D: Pilonidal Cysts and Sinuses. Texbook of Surgery. 12th Ed 1981, pp. 1.683-886
12. Nealon F J, Grossi E: Enfermedad Pilonidal. Principios de la Técnica Quirúrgica
13. Kratzer L, Demares J: Pilonidal Disease Management of colon and rectal Disease 1985, pp. 125-134
14. Schwartz S, Shires T, Spencer F: Principios de Cirugía. 5a. Ed. México D. F. Interamericana 1991, pp. 465-66
15. Zuidema G: Surgery of the Alimentary Tract. 3ra. Ed. Philadelphia; W.B. Saunders Comp. 1991, pp. 390-3
16. Zollinger R. Zollinger Jr. R: Atlas de Cirugía. 6a. Ed. México D.F.; lnteramericana 1990, pp. 460-2
17. Nora P: Cirugía I General. Principios y Técnicas. 2da. Ed. Barcelona; Salvat 1985, pp. 590-1
18. Allen-Mersh T: Pilonidal Sinus: Finding the right Track for Treatment. Br J Surg 1990,77: 123-32

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *