Vías de transmisión de la Helicobacter Pylori, La zoonosis

Distintos estudios, en perros y gatos, demostra­ron que el H. pylori predomina colonizando el fundus gástrico y cardias, relacionado con mediadores de la inflamación (61, 62).

Craven et al (2011) identificaron la presencia de Helicobacter spp en la cavidad oral de perros y la relación de su aparición con el registro de Heli­cobacter spp gástrico. El ADN del Helicobacter spp se identificó en la cavidad oral en 24 de 28 perros. Sólo 2 de 8 perros presentaron Helicobacter spp en la cavidad oral y uno de ellos se encontraba coin­fectado con Helicobacter helmannii y Helicobacter felis en muestras obtenidas del estómago y la saliva (63). Safaei et al (2011) investigaron la presencia de antígenos y anticuerpos de H. pylori en muestras de suero, leche y heces de 92 vacas Holstein lactantes en Shahrekord, Irán. Se emplearon las pruebas de ELISA (preliminar) y PCR (confirmatorio). En ese contexto se halló que 25 (27%) fueron positi­vas para el anticuerpo de H. pylori y 67 muestras fueron negativas. Cuatro de las muestras de leche con antígeno positivo reportaron también antígeno positivo para las heces (64). La Helicobacter spp fue aislada de estómagos de cerdos. En caninos, sus manifestación está relacionada con la aparición de gastritis, ulceraciones gastroduodenales y procesos neoplásicos gástricos. En rumiantes y pequeños rumiantes, ha sido reportada la presencia de ADN de H. pylori (65).

La biopelícula

La biopelícula es un complejo exopolisacarido que les permite a los microorganismos sobrevivir en ambientes desfavorables y ser resistente a la acción de sustancias antimicrobianas, debido a que previene la penetración de estos compues­tos (66).

La formación de la biopelícula se encuentra regulada por un sistema de señales dependiente de la acumulación de un auto inductor. En el H. pylori, el principal autoinductor es la acil-homoserina lactona (67- 69). Las biopelículas pueden presentar diferentes formas dependientes del ambiente, sea natural, clínico o industrial (70- 72). Los ambientes asociados corresponden a: piel, tracto intestinal, en raíces vegetales, en tuberías, en placa dental o en instrumentos implantados, como catéteres, marcapasos y prótesis (66, 73).

Un medio común para la formación de biope­lículas es el agua, en el cual, los estudios epide­miológicos sugieren que actúa como un factor de riesgo para la infección, comparado con el agua de grifo (18, 74- 78). La transmisión del H. pylori a través del agua toma cada vez mayor importancia. La Organización Mundial de la Salud lo cita como un contaminante de agua e invita al desarrollo de estudios complementarios sobre la contaminación del agua, aplicando las siguientes medidas de con­trol: “prevención de la contaminación por residuos humanos y desinfección adecuada” (79).

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