Homenaje, Intervención del Dr. Jorge Boshell Samper

* Director del Instituto Nacional de Salud (por invitación).

Quiero comenzar estas palabras con una nota que fue publicada en El Tiempo, sábado 29 de septiembre de 1939, –el tiempo confirmó lo que allí se dice–: “Entre la nueva generación liberal descuella el nombre del doctor Hernando Groot Liévano, quien recibió anoche en brillante examen de grado su título de médico y cirujano.

El tema escogido como motivo de Tesis titulado ‘Estudio sobre fosfatasas sanguíneas’ constituye un trabajo de verdadero valor científico justamente apreciado por el Consejo de Examinadores que le otorgó Mención Honorífica.

De una admirable inteligencia y de un espíritu de investigación poco común en nuestro medio, Hernando Groot disfrutó entre sus profesores y condicípulos de gran prestigio y aprecio por cuanto sus dotes de honorabilidad y gran señorío lo hacían acreedor a ello.

Corona su carrera con el mayor de los éxitos e inicia las arduas labores del ejercicio profesional con una sólida preparación que lo hará ocupar de manera firme un puesto de avanzada en la medicina nacional. Queremos en este día compartir con los suyos la alegría de tan merecido triunfo”.

Quiero despejar el campo que rodea a su persona social como al hombre de ciencia, Investigador Emérito y Asesor del Instituto Nacional de Salud.

El ente social que existe en Hernando es el de un intelectual serio que ha utilizado todo su impulso benefector en consentir a esa envidiable familia que tuvo en buen momento de construir con Helenita y cómo no, en servir su sociedad que es la sociedad del mundo, con varias características.

En primer lugar es el primero en la línea de fuego, siempre desde su posición ferozmente independiente, sin asomo de egoísmo y viviendo su vida de todos los días con humor y con sentido común. (Ver: Homenaje: Hernando Groot Liévano, Académico y Maestro)

Estas características hicieron posible que el Dr. Groot siga siendo una especie de embajador perpetuo de Colombia en el exterior porque sus trabajos e intervenciones son bien reconocidas en los medios científicos y académicos del mundo y sus actividades siguen dando el mejor crédito a Colombia.

Sin embargo, esas características, particularmente su independencia complementada con el sentido de dignidad y el decoro que deben presidir las actuaciones de todo ser inteligente y desde luego del servidor público, se pusieron de presente cuando Hernando prefirió retirarse de su cargo como Director del Instituto Nacional de Salud haciendo honor a su transparente concepto de la justicia antes que someterse a la soberbia del Ministro de Salud de ese momento, soberbia que le ordenaba cometer un acto ajeno a la equidad.

Esto no pasó de ser un incidente pasajero, muy desagradable desde luego, que se corrigió poco tiempo después gracias a la intervención del doctor Hernando Vidales Neira quien siendo Director del Instituto en el siguiente Gobierno tuvo el buen tino de conquistarse a Hernando Groot para que apoyara una vez más al laboratorio de virus del Instituto que pasaba entonces por un mal momento.

Cuando examinamos su actividad científica encontramos tres aspectos que la hacen singular: la precocidad de su producción científica; su estilo muy propio de escribir utilizando el idioma con original precisión; y la continuidad que han tenido sus aportes científicos, que siguen contribuyendo significativamente a mejorar la salud y por consiguiente el desarrollo de los pobladores del trópico.

Sus primeros trabajos fueron publicados hacia 1937 a la edad de 20 años. Desde entonces lleva 65 años de trabajo ininterrumpido.

A propósito, debo recordarle a Hernando en este momento el compromiso que tiene con nosotros de terminar su manuscrito sobre las “Bodas de Plata de la Encefalitis Equina Venezolana en el Magdalena Medio”.

En 1995 la Asociación de Solidaridad Médica de Nariño publicó un libro que habla de la Medicina del Siglo XX en Nariño y en un capítulo escrito por el Dr. Luis Carlos Moncayo hace alusión al problema que estaba generando la Bartonellosis y menciona que el problema generado es tan importante que los enfermos los han tenido que hospitalizar, habían intervenido al Dr. Luis Patiño Camargo y obligó la creación de un laboratorio clínico que para la época contaba con los medios más modernos y allí trabajaban el Dr. Hernando Groot y el Dr. Mayoral, patólogo español.

Una de las empresas que acometió el Dr. Groot entonces fue generar la recopilación de trabajos hechos en Nariño.

La medicina tropical constituye la columna vertebral de su actividad científica. Entre sus más sonadas publicaciones del inicio de su producción están las recopiladas en las publicaciones del Laboratorio de Higiene de Nariño, de las cuales quiero señalar en esta ocasión tres relacionadas con la Bartonellosis humana:

el descubrimiento que hizo con sus amigos Santiago Rengifo y César Uribe Piedrahíta del Trypanosoma ariarii en el artrópodo transmisor que se conoce hoy como Trypanosoma rangeli y la comprobación que hizo además de la inocuidad de este flagelo en el hombre mediante la autoinoculación suya y de algunos de sus compañeros de trabajo, marcó realmente un hito en esa época.

Algo similar ocurrió con el aislamiento del virus Guaroa a partir de individuos asintomáticos que vivían en el pueblo de San Carlos de Guaroa en el meta, en su momento aislamiento nuevo para la ciencia y que tiene la importancia de haber enseñado que en el mundo pueden existir también infecciones en el ser humano por arbovirus que son inocuos.

Con anterioridad a sus bien conocidos aportes en el campo de la virología se distinguió en el terreno de la bacteriología de las diarreas con los primeros estudios sistemáticos sobre salmonellas y Shigellas realizados en el país.

Sus contribuciones al conocimiento de los virus transmitidos por artrópodos, especialmente el dengue, la fiebre amarilla y la encefalitis equina venezolana, con más de 90 publicaciones, son obligadas referencias nacionales e internacionales.

En las publicaciones el Dr. Groot vaticinó lo que podía pasar si no se erradicaba el Aedes egyipti y la importancia que tenía retomar nuevamente ese programa.

Vaticinó que aparecería la enfermedad hemorrágica que ya había aparecido en las Filipinas que mataba niños, la incidencia del dengue sigue subiendo y nuestro papel, como bien decía el Dr. Groot en esa época, consiste en este momento en enseñarle a los trabajadores de la salud cómo deben reconocer el dengue, hacer el tratamiento oportuno para evitar la mortalidad pero no la morbilidad.

Por otra parte la labor académica del Dr. Groot brilla también en el mundo universitario y lo convierte en Maestro, particularmente al desarrollar el curso premédico y al fundar la primera Facultad de Ciencias en la Universidad de los Andes que más tarde se convertiría en Facultad de Artes y Ciencias.

Esta Facultad ha formado biólogos, microbiólogos, matemáticos y físicos que en la actualidad juegan papel destacado en la promoción de la ciencia colombiana, así lo atestiguan los premios otorgados por la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia a varios de sus discípulos.

La seriedad de este hombre austero e inteligente que generosamente ha transmitido su comprensión madura de la ciencia a varias generaciones de colombianos han hecho de Hernando Groot un gran forjador de los cimientos de la ciencia colombiana.

Con el propósito de rendir homenaje institucional a este científico, académico, servidor público y benefactor de la comunidad, en la próxima sesión de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Salud se presentará a consideración un Proyecto de Acuerdo para crear, en el nombre de Hernando Groot Liévano, una condecoración en honor a sus méritos y cualidades que son paradigma de su consagración al servicio de la sociedad, condecoración que se otorgará a personas que por su vida y obra se hayan destacado nacional o internacionalmente en los campos de investigación y la docencia de las ciencias de la salud o que se hayan distinguido en el servicio de ésta.

Para terminar, el desprendimiento y el espíritu altruista de Hernando se hacen patentes en las circunstancias que ilustran dos cartas que hacen patente la personalidad del Dr. Groot. Carta que envía el Dr. Ramón De Zubiría, Rector de la Universidad de los Andes, 1967 en la que le informa que el Consejo Directivo, en su sesión del 21 de junio, aprobó el presupuesto para la próxima vigencia 1967-1968 y de acuerdo con este presupuesto y a partir de la misma fecha se han fijado sus honorarios en la suma de $14.000 y le manifiesta su complacencia y de las Directivas por el interés y eficiencia con que desempeña sus funciones y el agrado por contar con su colaboración.

Le ruego aceptar el aumento registrado en sus honorarios como una muestra, no por simbólica menos sincera de nuestro reconocimiento por sus invaluables servicios.

En ese momento estaba comenzando la Universidad de los Andes con grandes dificultades económicas, y a esa carta replicó en esta forma el Dr. Groot: “Muy estimado señor Rector, del modo más profundo deseo testimoniar y al Consejo Directivo mis agradecimientos por el reconocimiento expreso que se hace de los servicios que presto en la institución, así como por los nuevos honorarios que se me han fijado.

Acepto esas amables palabras de reconocimiento pues se que corresponden a sentimientos muy sinceros aunque un tanto desproporcionados con la efectividad de mi introducción a la Universidad.

En cuanto a los honorarios, deseo reiterarle mi inconformidad con los mismos por las razones que tuve ocasión de expresar ampliamente al señor Rector en algunas de las recientes reuniones del Comité de Rectoría y que demostraron la inconveniencia de que se haga aumento alguno de mi salario en vista de la situación actual de la Universidad.

Por consiguiente, en la forma más comedida, ruego al señor Rector tome las medidas necesarias para que el salario que actualmente devengo no se modifique. Le ruego aceptar mis sentimientos de aprecio y de la más viva amistad”.

Muchas gracias.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *