Método Cualitativo para la Evaluación Ocupacional a los Agentes Causantes de Asma Ocupacional

7.1.2 ¿Cuál es el Método Cualitativo que se Recomienda para la Evaluación Ocupacional a los Agentes Causantes de Asma Ocupacional?

Recomendación

Método cualitativo para agentes causantes de asma

Nivel de evidencia: 4
Grado de recomendación: C

Resumen crítico de la evidencia

Las mediciones ambientales o el monitoreo personal no siempre son las herramientas para utilizar en el proceso de evaluación del riesgo; en ocasiones es posible optar por una valoración de tipo cualitativa en el nivel preventivo; lo cual se puede hacer vía sensorial (ej., al observar el desprendimiento de un gas o vapor o percibir un fuerte olor, cuando se utiliza un disolvente) o por la identificación de los efectos primarios en la salud (ej., irritación o ardor en los ojos o en la garganta tras la exposición al amoníaco o al fromaldehído, o dolor de cabeza luego de la exposición a monóxido de carbono).

Los resultados obtenidos al aplicar este tipo de valoración, permitirán definir los riesgos prioritarios y ayudarán a la toma de decisiones relativas a la realización de mediciones utilizando métodos objetivos (cuantitativos). (Lea también: Recomendaciones en Salud Ocupacional Basada en la Evidencia para Asma)

La valoración de riesgos asmogénicos debe referirse a todos los agentes peligrosos existentes en el lugar de trabajo. Su objetivo es obtener información acerca de las causas o peligros existentes para tomar una decisión sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas o correctivas

No existe una metodología única aplicable al tema de prevención y evaluación del riesgo químico. En el nivel preventivo se conocen estrategias como la de SOBANE propuesta por el profesor Malchaire de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica (Malchaire, 2005); el método descrito por James C. Rock del Instituto de Seguridad y Salud Ocupacional de la Universidad de Texas, basado en la aplicación de matrices de calificación cualitativa (ACGIH 1995);

el método propuesto por CDC, basado en el establecimiento de cuatro niveles de seguridad química (NSQ) según la peligrosidad y las cantidades de los productos químicos manipulados, sus propiedades fisicoquímicas y toxicológicas y los valores límite de exposición ocupacional (TLV´s); el método de la American Industrial Hygiene Association (AIHA 2006), que desarrolla la metodología de evaluación y manejo de la exposición ocupacional, bajo un enfoque de gestión con la identificación de grupos de exposición similar (GES).

Y el método “International Chemical Control Toolkit” o “Caja de herramientas de control químico” de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), basado en el control por bandas de riesgo (el “control banding” de los ingleses) (ILO 2004).

Las metodologías simplificadas pueden constituir una buena ayuda apreciativa de la magnitud del riesgo y determinar si es necesario recurrir a medidas de control de manera inmediata o de realizar evaluaciones cuantitativas para la toma de decisiones.

Por lo tanto, a priori, estas metodologías no constituyen una alternativa para la evaluación pormenorizada, sino que efectúan un primer diagnóstico de la situación a evaluar. Algunas de ellas ofrecen también orientaciones sobre el tipo de medida a implementar, en función del nivel de riesgo y del tipo de operación o proceso evaluado

La caja de herramientas de la OIT ha sido diseñada para proporcionar una orientación simple y práctica con el fin de identificar soluciones de control. La propuesta ofrece numerosas ventajas por ser fácil de aplicar y disponer de guías específicas de intervención, cuyas versiones en español han sido preparadas por la Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional (FISO). En el Anexo 3 se incluye la traducción del Toolkit o caja de Herramientas de la OIT (Nieto O. FISO 2004)

La metodología ha adquirido gran relevancia a nivel internacional, ha sido tema de gran interés en recientes encuentros como el XVII Congreso Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo, realizado en septiembre de 2005 en Orlando, Estados Unidos.

El proceso general de evaluación simplificada de riesgo químico se compone de las siguientes etapas:

1. Clasificación de las actividades de trabajo:

Un paso preliminar a la evaluación de riesgos es preparar una lista de actividades de trabajo, agrupándolas en forma racional y manejable. Una posible forma de clasificar las actividades de trabajo es la siguiente:

• Áreas externas a las instalaciones de la empresa.
• Etapas en el proceso de producción o en el suministro de un servicio.
• Trabajos planificados y de mantenimiento.
• Tareas definidas, por ejemplo: desengrasado de piezas para pintar.
• Datos de evaluaciones de riesgos existentes, relativos a la actividad desarrollada.
• Organización del trabajo

2 . Valoración de la peligrosidad intrínseca de la sustancia:

La sustancia se clasifica en cinco categorías (A, B, C, D y E) en función de las frases R que deben figurar en la etiqueta del producto y en su correspondiente hoja de datos de seguridad. Además, algunas sustancias pueden presentar riesgos por contacto con la piel o las mucosas externas.

Cuando dichos riesgos se presentan de manera inmediata después del contacto (frase R34 “Provoca quemaduras”, por ejemplo), la evaluación del riesgo asociado con este efecto se efectuará según lo indicado en las metodologías de valoración de riesgo por accidente químico.

Cuando en lugar (o además) de lo anterior, el agente químico presenta riesgos por contacto con la piel a largo plazo (por ejemplo frase R48 “Riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada”), deberá recurrirse directamente a la adopción de medidas preventivas orientadas a impedir el contacto del agente químico con la piel o las mucosas, ya que en tal caso no se dispone, por el momento, de sistemas de evaluación simplificados.

3. La tendencia a pasar al ambiente:

Se clasifica en alta, media y baja y se mide, en el caso de líquidos, por su volatilidad (presión de vapor o punto de evaporación) y la temperatura de trabajo, que definen la capacidad de evaporación del agente.

En el caso de aerosoles, la tendencia a pasar al ambiente se clasifica por su facilidad para formar polvo, humos o neblinas.

4. La cantidad de sustancia empleada

Se clasifica en pequeña, mediana o grande según la siguiente distribución:

• Pequeña: Gramos o mililitros.
• Mediana: Kilogramos o litros.
• Grande: Toneladas o metros cúbicos

Una vez determinado el nivel subjetivo del riesgo, el método ofrece soluciones técnicas de distinto tipo según la operación que se esté evaluando.

En Internet existe una versión del método (en inglés) en la dirección: www.coshh-essentials.org.uk. El usuario introduce la información solicitada y el sistema, que utiliza el mismo modelo de evaluación de los riesgos, selecciona la propuesta de control idónea y las hojas de orientación sobre los controles; esta información se puede imprimir.

El usuario puede imprimir también el formulario de evaluación en el que aparece la información introducida y un recordatorio de las necesidades de control. Adicionalmente se pueden imprimir los requisitos establecidos por el programa “Control of Substances Hazardous to Health Regulations” (COSHH por sus siglas en inglés), además de otras obligaciones reglamentarias.

Referencias Bibliográficas

• Malchaire J. Método SOBANE: Productos químicos peligrosos. Unidad de higiene y fisiología del trabajo. Facultad de medicina. Universidad Católica de Lovaina. Bélgica Mayo 2005. Versión electrónica: https://www.sobane.be/langues/sp/Malchaire%20texte%20SOBANE%20quimicos%202005%20Sp.pdf.
• Malchaire J. Evaluación, prevención y mejoras de los riesgos derivados del trabajo con productos químicos peligrosos. Informe del estudio de observación SOBANE nivel 2. Unidad de higiene y fisiología del trabajo. Facultad de medicina Universidad Católica de Lovaina. Bélgica. Mayo 2005. Versión electrónica. https://www.sobane.be/langues/sp/ejamplo_Sobane_quimicos_rapport_sp.pdf.
• International labor office (ILO). International Chemical Control Toolkit. Ginebra. Suiza, 2004. Versión electrónica: https://www.ilo.org/public/english/protection/safework/ctrl_banding/toolkit/main_guide.pdf.
• Hill R.H Jr., Jean A. Gauce and Pamela Whitehead. Chemical Safety Level (CSLs):A proposal for chemical safety practices in microbiological and biomedical laboratories. Office of health and safety, Centers for Disease Control and Prevention. https://www.cdc.gov/od/ohs/CSL%20article.htm.
• Bullock W., Ignacio J. A strategy for assessing and managing occupational exposures. AIHA Third Edition. USA. 2006.
• Spear J.E. Exposure Assessments and Industrial Hygiene Exposure Assessments. Worst-Case versus Random Sampling J.E. Spear Consulting, LLC. USA. 2004.
• Beverly S. Cohen and Susanne V. Hering (Editors). Air Sampling Instruments. Chapter 2: Occupational Air Sampling Strategies by Rock James C., 8th Edition, ACGIH, USA. 1995.
• Nieto O. Caja de herramientas de control químico de la OIT: traducción y adaptación. Buenos Aires: Fundación Iberoamericana de Seguridad y Salud Ocupacional, 2004.

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