La calidad científica del CIAT y, en particular, la experiencia que se tiene en el manejo de plagas relacionadas con forraje; hizo que los cañicultores del Valle del Cauca pidieran la colaboración de los investigadores de este Centro para enfrentar a un peligroso enemigo que está amenazando los cultivos de caña: el salivazo o mión de los pastos.

El pasado 14 de febrero; representantes de varias instituciones se reunieron en Buga con investigadores del CIAT para tratar ese problema y decidir qué acciones tomar antes que sea demasiado tarde.

Tras escuchar las intervenciones de los expertos se decidió formar un frente común para combatir esta plaga; considerada como la más limitante en la producción ganadera de América Latina.

Las entidades que se unieron son, además del CIAT; el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia (Cenicaña); el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la Cooperativa de Ganaderos del Centro y Norte del Valle (Cogancevalle).

El Salivazo: Plaga de la Caña de Azúcar

El salivazo son un grupo de insectos chupadores, cuyos representantes americanos de mayor importancia se alimentan de plantas gramíneas que incluyen los pastos y la caña de azúcar.

Las ninfas de este insecto plaga se cubren con una masa de espuma blanca que semeja la saliva, y de ahí deriva su nombre común.

Las ninfas emergen de los huevos ovipositados en el suelo, se adhieren a la base de las plantas de donde se protegen con la espuma.

Luego chupan el agua y los nutrimentos de la planta, hasta convertirse en adultos y atacan el follaje. Tarde o temprano, las plantas afectadas mueren.

Lo grave de la situación es que existen muchas variedades de este insecto, lo que dificulta un tratamiento común para su control.

En la reunión de Buga escucharon con especial atención la voz de los expertos del CIAT, dados los resultados que han obtenido a lo largo de casi dos décadas de ensayos con esta plaga. Se habló de la resistencia varietal como método de control y del manejo integral.

“A pesar de su importancia económica, el manejo de este insecto se ha dificultado por el desconocimiento por parte de los ganaderos no sólo de la biología de la plaga y de la planta hospedera; sino también de los componentes básicos sociales, legales y entomológicos que debe tener un sistema de manejo para esta plaga”; explica el entomólogo Guillermo Sotelo, que ha trabajado mucho en el problema.

Según su experiencia, “se puede tener éxito en su manejo, conociendo la bioecología del insecto y con la aplicación adecuada y combinada de los diferentes métodos disponibles de control (químico, cultural, biológico y por resistencia varietal)”.

Pero advierte que los métodos de control por utilizar deben estar supeditados a cada ecosistema, “ya que un método puede resultar óptimo en una región pero ser ineficaz en otra”.

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