El Índice de la Bolsa de Valores Colombiana, que llegó a cotizar por debajo de los 900 puntos a mediados de marzo (899,75 puntos marcaba el 18 de marzo) ha recuperado parte del terreno perdido y ya cotiza en algo más de 1160 puntos; y esto es una muy buena noticia, aunque haya perdido un poco de valor con respecto a los inicios de septiembre.
Aunque queda mucho para superar la pandemia y sus consecuencias económicas (de hecho muchos analistas consideran que lo peor está por llegar); las perspectivas parecen mejores para el tercer trimestre que las que el segundo trimestre finalmente nos deparó, que para Colombia ha supuesto una caída del PIB del 15,7 por ciento; unos datos malos, pero mejores que los de otros países.
Pero por supuesto no todos los sectores, ni todos los índices bursátiles, ni todas las empresas han sufrido por igual, e incluso algunas han experimentado importantes subidas, haciendo las delicias de accionistas y traders por igual.
Los índices bursátiles han sufrido más que en el 2008
Por difícil que pueda ser de creer, la caída de Lehman Brothers y el terremoto financiero que provocó fue menos lesivo para la economía mundial, (con todas las bifurcaciones e incomprensible ingeniería financiera que implicaba la gestación de la crisis de hace doce años) que la extensión de un coronavirus nacido aparentemente de la convivencia entre hombres y animales en un mercado húmedo de una metrópolis china. Lo cual nos da cuenta de lo sensibles que son los constructos sociales y económicos humanos ante la naturaleza desatada.
En cualquier caso quizás el COVID-19 tan solo haya adelantado, y empeorado, una crisis financiera que ya estaba comenzando a enseñar su feo rostro.
Sea como sea, las perspectivas de los organismos internacionales para Latinoamérica, como el FMI, son de una caída del PIB regional de casi diez puntos, y de un tímido crecimiento para el 2021 (tímido en comparación con el desplome del 2020) cifrado en un 3,7 por ciento.
Por otra parte, antes de que el coronavirus saliese de China, ya se hablaba de una década pérdida para Latinoamérica de boca de algunos analistas del Banco Mundial; opinión fundamentada en el pobre desempeño de las economías de la región desde que comenzó el nuevo milenio en comparación con otras regiones en desarrollo de Asia o África, e incluso zonas de Europa del Este u Oriente Medio.
Así que el virus no ha venido más que a agravar unos problemas de fondo que no terminamos de sacudirnos de encima.
Aún así, incluso en los peores escenarios se pueden encontrar activos, sectores o índices con el potencial suficiente como para invertir.
¿Existe una mejor acción o índice bursátil para invertir?
Puede que el trader esté interesado en una o varias acciones de algunos de los índices bursátiles más importantes o en el índice completo. En realidad es difícil decidir cuáles son los mejores para invertir, ya que depende del conocimiento, capital e incluso forma de operar del inversor o del trader.
Un autóctono de España puede que tan solo por los conocimientos que le han ido permeando del ambiente termine decantándose por invertir en el Ibex35; quién controle mejor el mercado estadounidense quizás prefiera el SP500.
Y si lo que se busca es volatilidad (porque lo suyo es el trading de acciones o índices bursátiles con CFDs), quizás se decante por algo más exótico. Valorando por supuesto los riesgos de inversiones exóticas, que puede no saberse muy bien cómo van a responder y son muy volátiles; y sin olvidar el hecho de que las acciones en sí mismas ya presentan volatilidad alta de manera generalizada, ya que su valor depende de factores externos, y cuanto más volátil es un activo más riesgo de pérdida de capital presenta.
¿Algún índice mejor para invertir?
Podemos decir que, en cuanto a índices y las acciones que los conforman, no hay un “índice mejor” o un “índice peor” para invertir. El inversor más conservador puede coger un índice en concreto y ver su rentabilidad a largo plazo retrocediendo una, dos o tres décadas (para hacerse unas idea, ya que nada garantiza que se comporte en un futuro como lo ha hecho en el pasado); e invertir su capital esperando ver algún beneficio futuro.
Y si se es un trader experimentado con un perfil arriesgado quizá se decante por el trading con CFDs, pues puede que quiera la volatilidad que pueden presentar las acciones en cortos periodos de tiempo; en vez de estabilidad, ya que lo que el trader quiere es movimiento, posicionándose en consecuencia.
Parece sencillo pero en realidad no debe olvidarse que las tendencias se corrigen al alza y a la baja durante una sesión de trading. Lo que puede arruinar una posición que se estaba desarrollando favorablemente, y que el reparto de dividendos también afecta al trading de acciones con CFDs, el trader puede recibirlo o tener que pagarlo.
Al invertir se está arriesgando capital, y además si se realiza trading online se opera siempre apalancado, que es como si se compraran acciones con un préstamo bancario; si se gana se multiplican las ganancias, pero si se pierde… el roto es igualmente multiplicado pudiendo llegar a ser muy elevado.
El buen trader
Es el que conoce los riesgos a los que expone su capital, sabe ponderar prudentemente cuándo es buen momento para invertir o no. Por ejemplo, un trader inexperto debería abstenerse de invertir en momentos tan inciertos como este, que pueden volatilizar su capital muy rápido. Utiliza correctamente todas las herramientas de gestión del riesgo disponibles, no se apalanca excesivamente y ha aprendido antes todo lo necesario para proteger su capital de grandes pérdidas; además de respetar sus propias normas a la hora de hacer trading manteniendo la cabeza fría en todo momento.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO