La historia que faltaba contar

Se hizo realidad uno de los sueños más caros del gremio avícola: que alguien contara su historia.

Como quien cierra un ciclo, Fenavi acaba de publicar La avicultura en Colombia, el primero y más grande esfuerzo que hace el gremio por descubrir su historia, que se inicia con las primeras aves de corral poscolombinas y concluye ad portas de lo que sin duda será la más decisiva prueba de fuego que habrá de encarar esta actividad en todos los tiempos: el Area de Libre Comercio de las Américas, Alca, acuerdo que necesariamente llevará a una drástica recomposición de las industrias del pollo y el huevo, con unos resultados que muy pocos se atreven a anticipar. Es una historia que si bien su génesis se pierde en la inmemoria de la Conquista, se desarrolla con impresionante intensidad apenas en las últimas cuatro o cinco décadas.

Pero este trabajo no se queda en el simple registro de unos hechos que conforman el tejido de la avicultura, sino que, para darle contexto, su autor, el joven historiador antioqueño Luis Fernando Molina Londoño, se dio a la tarea de inscribirlo en un marco económico, social y tecnológico, con lo cual La avicultura en Colombia se constituye en un valioso aporte para conocer y entender la evolución de nuestro sector agrícola. Y, obvio, es un reconocimiento a ese puñado de colombianos que ha logrado construir sin temor y sin cansancio esta formidable industria, fuente de riqueza y bienestar para el país.

avicultores93-20bLUIS FERNANDO
MOLINA LONDOÑO

Para el autor, “Construir esta historia ha significado considerar el contexto más que explicar su complejo desarrollo, a partir de la mera utilización de anécdotas. Se destacan los individuos, las instituciones y organizaciones que serán consideradas aquí como las unidades de análisis, afectadas por un cambio técnico ocurrido gracias a la transformación del entorno institucional. La variación relativa de los precios de los factores de producción, el cambio institucional, los nuevos estímulos de la demanda, el factor sanitario, las restricciones para un fluido desarrollo y las iniciativas empresariales (costos de información, innovación), fueron dando forma y demarcando la orientación del subsector avícola. Por su parte, el aspecto institucional directamente relacionado más con el Estado (facultades de las universidades públicas, bancos y fondos estatales de fomento, centros de investigación-experimentación y educación no formal, etc.) que con la actividad privada del sector, reforzó su avance y transformación”.

Una actividad milenaria, El lento tránsito hacia la avicultura comercial, El despegue avícola 1940-1960, La expansión 1960-1980, Los años ochenta, ¿la década perdida? y Avicultura, apertura, prosperidad y recesión 1990-2000, son los capítulos que conforman esta obra que queda para el examen de una heterogénea masa de lectores, que sabrá calificarla.

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