¡La Preadolescencia se Adelanta y la Infancia Dejó de Serla!

Atención padres de familia, si ustedes tienen hijos entre los 8 y 10 años y creen aún que sus niños son los “chiquitos” y los siguen tratando como bebecitos, tengan en cuenta que así como el mundo está acelerado, también esta etapa de la niñez se adelantó para convertirse hoy en lo que se denomina “pre-adolescencia”, el mundo en que vivimos se saltó de plano la infancia.

En esta etapa adelantada los “niños” de la casa empiezan a asumir una serie de actitudes tan propias de los adolescentes y quinceañeros (as); su trato hacia los demás, sus comentarios y lenguaje, su independencia y sobre todo;  empiezan a adquirir características sexuales de los adultos.

Hace su aparición representativos cambios biológicos, como el sudor y olor de las axilas, escasos bellos púbicos en las niñas y en los varones cortísimos pelos cerca de su pene. Aumenta notoria, pero paulatinamente, la talla, se vuelven “altos” de la noche a la mañana y en algunos casos, tanto niñas como niños empiezan a presentar primeros signos de acné.

Pero ni hablar de los cambios sicológicos las “niñitas” entre 8 y 9 años quieren lucir en la Primera Comunión como damitas de quince y los varoncitos quieren usar toda la loción que usa el papá. Los niños de nuestra época eras verdaderos “angelitos de Dios” a esas edades, hoy vuelan, la imaginación, la tecnología, la música, los personajes de moda; todo esto los tiene alborotados.

Los niños y niñas entre 8 y 12 años se están madurando “biches”, entraron sin explicación alguna a una preadolescencia prematura. Hoy viven su propia moda, su propio mundo; quieren parecerse a sus hermanos adolescentes, pero también quieren rescatar su propia identidad; esta ambivalencia es para los padres de familia un verdadero caos, pues quieren asistir a fiestas nocturnas, las niñas usar taconcitos y labiales y los niños gel y rarísimos cortes de pelo. Ambos sexos sueñan con sus personajes favoritos de las series kids que también están experimentando todo lo que viven sus asiduos televidentes.

Hoy nuestros niños se saltaron la infancia, ya no juegan a la lleva, ni hacen galleticas junto a mamá ni muchos menos reciben consejos, se encierran en sus habitaciones a escuchar su propia música a jugar con sus“tablets” o con sus teléfonos inteligentes; ya no piden juguetes sino juegos para Xbox, nintendo, poco les importa la programación habitual de la TV;  pues muchos obligan a sus padres a tener programación privada a través de tarifas planas que permiten una conexión constreaming multimedia por Internet y de DVD-por-correo; en fin, una serie de consideraciones de entretenimiento nunca antes visto en otras generaciones.

Del cambio de  dientes de leche saltaron a la pre-adolescencia y no experimentaron la bella e inocente época de la infancia.

Y por último, qué decir del enfrentamiento continuo con su padres, se sienten presionados por ellos y los papás no saben que códigos de conducta y comportamiento asumir con estos “pequeños gigantes”. Cuestionan de manera directa los mandatos y decisiones  de sus padres, pero también entienden a la perfección los problemas familiares, opinan sobre la situación de su país y hasta corrigen a sus padres en cuanto cierta y determinada terminología.

Lo mejor es crear un ambiente familiar respetuoso, donde el protagonista central sea el diálogo y no la controversia; donde se puedan negociar ciertas y determinadas situaciones, pero anteponiendo, la autoridad paterna sin que surja ningún tipo de traumatismos.

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