Infecciones Micóticas Durante la Lactancia

Liga Internacional de la Leche

Mary Kay Smith
IBCLC, Romeoville, Illinois
Tomado de “Breastfeeding ABSTRACTS
Publicación de “La Leche League International”
Chicago, Illinois, U.S.A.1999; 19(9): 3-4.

La Cándida Albicans (levadura) está normalmente presente en cantidades significativas en Boca, Tubo Digestivo, Piel y Vagina. Los organismos micóticos también se desarrollan en la lactosa de la leche y pueden reproducirse en la boca del bebé y en los pezones de la madre lactante o dentro de los conductos lactíferos. Sin embargo, una infección micótica de los senos o los pezones puede ser exquisitamente dolorosa y una infección en la cavidad oral del bebé puede ocasionar una lactación suficientemente molesta como para ocasionar problemas en la ganancia de peso. Una infección por levaduras en un niño prematuro o de bajo peso al nacer puede ser tan perjudicial como la de cualquier paciente con déficit de su sistema inmunológico1.

El diagnóstico de infección micótica en los senos por cultivo de la leche no es fácilmente realizable. Las levaduras están normalmente presentes en la leche materna en pequeñas cantidades. El hecho de que la leche humana contenga lisosimas que pueden destruir los organismos micóticos puede complicar la interpretación de los cultivos de leche. Los cultivos de la piel de los senos o de los pezones también dejan muchas dudas, ya que el examen microscópico o los fragmentos de la piel del pezón pueden mostrar algunas células vivas de hongos. Poulsen sostiene que un urocultivo es un indicador fiable de la presencia de infección micótica en el bebé1.

Cuando la madre se queja de pezones sensibles se debe considerar la presencia de aftas e infección micótica, luego de descartar causas como malposición o deficiente lactancia. Las madres se pueden quejar de dolor en los pezones o lactancia dolorosa en forma súbita e inesperada, después de un período de lactancia libre de dolor. Otros síntomas son: prurito, sensación de calor o pezones dolorosos. Pueden inclusive verse los hongos en las grietas de los pezones2. La piel de los pezones y la areola (generalmente donde el bebé coloca su boca) puede verse de un aspecto rosado “brillante” o morado. La piel del pezón puede verse “brillante” y puede aparecer seca o descamativa. También es posible que la madre esté infectada pero permanecer asintomática4. Cuando la madre reporta picadas profundas o “calambres” dentro del seno, durante o después de la lactancia, se puede asumir la presencia de hongos en los conductos, al igual que en los pezones y en la boca del bebé.

Los signos de infección micótica en el bebé alimentado al seno pueden incluir comienzo súbito de molestias en el seno, “tirones” del seno durante la lactancia, flatulencia y cólicos en el bebé y, ocasionalmente, una pobre ganancia de peso. El bebé puede o no tener los puntos blancos y algodonosos en la lengua, encías o paladar y también puede presentar una pañalitis con bordes levantados rosados y de apariencia brillante3.

Los factores predisponentes que aumentan en la madre la susceptibilidad de presentar infecciones por levaduras incluyen historia de infección vaginal por hongos, uso reciente de antibióticos, tanto en la madre como en el niño, incluyendo los antibióticos administrados a la madre después de la cesárea o para manejo de una infección intraparto por Estreptococo B hemolítico del Grupo B4, la presencia de diabetes mellitus o diabetes del embarazo, anemia materna, uso anterior o actual de anticonceptivos orales o el uso de drogas inmunosupresoras en la madre o el bebé1. El uso de antidepresivos parece contribuir a la presencia de aftas en los adultos7. Otros factores físicos que contribuyen a la presencia de levaduras en la madre incluyen la obesidad materna o el uso de prendas de vestir muy entalladas que impiden la transpiración, tales como los bluyines, medias pantalón, vestidos de baño o parches de maternidad o brasieres húmedos3.

Las vías de transmisión de las levaduras incluyen el paso a través del canal del parto, durante la alimentación, especialmente en pezones cuarteados o agrietados, o por malos hábitos de higiene. El compañero sexual de la madre puede portar las levaduras y reinfectarla3.

La primera línea de tratamiento incluye el manejo tópico con una crema antimicótica para los pezones de la madre y el área del pañal del bebé y un manejo simultáneo de la micosis oral del bebé con nistatina en suspensión. La medicación tópica para el pezón y el área del pañal puede ser Nistatina o Clotrimazol (que en EE.UU están disponibles sin fórmula médica) u otros como Ketoconazol en crema o Clotrimazol + betametasona, (que si requieren de formulación médica en ese país)16.

Ocasionalmente algunas madres recomiendan el uso de la solución oral del bebé para el manejo de las lesiones micóticas de los pezones, pero ello tiene el riesgo de que es una suspensión azucarada que puede más bien estimular el crecimiento de los hongos, antes que impedirlo3. En casos aislados de crecimiento micótico, puede ser necesario la aplicación tópica de la medicación o la administración oral del medicamento6,13.
Tanto la madre como el recién nacido deberán recibir la medicación después de cada toma de alimentación, cuando la transferencia de la infección tiene lugar por esta vía. La mejoría de los síntomas se observa, por lo regular, dentro de las primeras 72 horas y la administración de la medicación debe mantenerse hasta que los síntomas desaparezcan o al menos por lo menos entre 10 días y dos semanas. Si no se obtiene alivio entre 48 y 72 horas debe pensarse en un cambio de medicación3.

En casos de moniliasis vaginal se recomienda a los médicos tener cuidado en la administración de fluconazol en madres lactantes o se recomienda el uso del esquema de una sola dosis al día. Sin embargo, la eliminación de la moniliasis de los conductos puede requerir un tratamiento por dos semanas o más. La FDA ha autorizado el uso del Fluconazol en bebés de un día a seis meses o mayores11. Bodley et al. discuten el uso en una madre con pezones agrietados que desarrolla mastitis en quien se han prescrito antibióticos. Las levaduras pueden no erradicarse completamente hasta que no recibe Fluconazol por un espacio de seis semanas8.

Hoy de tiene información anecdótica acerca del uso de hierbas y medicación homeopática conjuntamente con los tratamientos convencionales. Algunas madres anotan alivio del dolor de los pezones con el uso tópico de Caléndula o con el aceite del árbol de te. Se puede usar una solución poco cargada de vinagre (1 cucharadita de vinagre blanco en una taza de agua estéril) para masajear los pezones después de cada toma. Los tratamientos orales antimicóticos se pueden reforzar con cápsulas de “Pau d´Arco” , cápsulas acidófilas o cápsulas de chinacea.

También se ha utilizado la violeta de genciana aplicada en los pezones y en la boca del bebé. Se recomienda un manejo corto con esta sustancia y algunos médicos han reportado que la sobredosis de violeta de genciana puede ocasionar ulceraciones de la piel con un dolor mayor que el causado por las aftas. Se cree que es efectiva, aunque mancha la piel y la ropa13,14.

Se recomienda a las madres que sufren frecuentes infecciones por levaduras que disminuyan la cantidad de comidas azucaradas, trigo, quesos y productos fermentados. Puede ser de gran ayuda la adición de suplementos de vitamina C, vitaminas del complejo B, al igual que el yogourth de cultivos vivos en la dieta materna 3,9.

Las medicaciones antimicóticas suelen dar mejores resultados si durante el tiempo de uso de esos medicamentos, se acompañan de una serie de medidas higiénicas que previenen la diseminación de las levaduras. Los hongos son persistentes y no se matan por congelación, la leche extraída durante la presencia de la infección, no debe ser congelada para uso posterior, pues puede reinfectar al lactante. Los implementos de ropa, tales como brasieres, los protectores del pezón, de lana o plásticos, biberones y chupos, deben ser hervidos diariamente15. Una solución de lejía al 10% mata las levaduras, sin embargo, esta cantidad destruye la ropa. Se ha obtenido muy buenos resultados sustituyendo la lejía por una medida de vinagre en el agua de enjuague de la ropa, la cual se recomienda que sea bien caliente12. Las toallas y paños húmedos pueden almacenar los hongos, por ello se debe advertir a las madres que usen toallas de papel para los baños y solo utilizarlas una vez3. Se debe recomendar a las madres que dejen los chupos para que se sequen al aire, durante largos períodos de tiempo. El uso de los protectores de pezón se ha visto que favorece el crecimiento de los hongos3.

La madre debe trabajar muy de cerca con el médico o con la enfermera para detectar la presencia de hongos u otra infección y así tener la prescripción del tratamiento mas apropiado lo mas rápidamente posible. Una vez que las levaduras han sido detectadas se pueden mantener controladas y en permanente vigilancia durante el proceso de lactancia.

Traducido por León Jairo Londoño V.

Bibliografia

1. Poulse, N. Candidiasis in premature infants. Neonatal Network 1990; 8(4): 9-14.
2. Hoover K .Thrush: current trends in management. Presentation at ILCA Conference, New Orleans, 1997.
3. Amir L H, Hoover K, Mulford C. Candidiasis and breastfeeding. Unit 18. Lactation Consultant Series.Garden City, NJ: Avery Publishing Group, 1995.
4. Amir L H, Garland S M, Dennerstein L, Farish SJ. Candida Albicans: Is it associated with nipple pain in lacting women?. Gynecol Obstet Investigation 1996; 41: 30-4.
5. Baumslag N, Michels DL. Woman´s guide to yeast infections. New York: Pocket Books, 1992.
6. Hoover K. Candida Infection during lactation. Practice update. Lactation education resources newsletter 1997; 1(1): 2-3.
7. Muzika B, Glick M. A review of oral fungal infections and appropiate therapy. J. Am Dent Assoc 1995; 126(1): 63.
8. Bodley V. et al, Long-term treatment of a breasfeeding mother with fluconazole-resolved nipple pain caused by yeast: A case study. J Hum Lact 1997; (4): 307-11.
9. Crook WG. The yeast connection and the woman. Jackson, Tennessee: Professional Books, 1995.
10. Gladstar R. Herbal healing for women. New York:Simon and Shuster, 1993.
11. Hale TW. Medications and mother´s milk. 7th de. Amarillo, TX:Pharmasoft Medical Publishing, 1998.
12. Hafner-Eaton C. Practical thoughts on breast yeast and thrush management or “Mom, the baby ate Barney.” Midwifery today issue 42, 1997.
13. Hoover K. The Link between infants´ oral thrush and nipple/breast pain in lacting women. 1998. (Available from K. Hoover).
14. Newman J. Using gentian violet. Breastfeeding management instruction sheets, 1997.
15. Rosa D. et al, Yeasts from human milk collected in Rio de Janeiro, Brazil. Rev. Microbiol 1990; 21(4): 361-3.
16. Stoukides C. Topical medications and breasfeeding. J Hum Lact 1993; 9(3): 185-7.
17.Utter A. Gentian violet for treatment of thrush: can it cause breasfeeding problems? (letter). J Hum Lact 1990; 6(4): 178-80.

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VER 2 comentarios

  1. Alexandra dice:

    hola soy de Ecuador estoy muy preocupada porque vengo tomando tratamiento para fibromialgia hace un año y quedé embarazada, al principio me suspendieron la medicación pero mi salud empeoró, luego me indicaron que tomara amitriptilina y no hubo mejoría por dos semanas asi que me recetaron lyrica de 150 que llevo tomando dos semanas, me preocupa mucho puesto que he leido que no se debería tomar en el embarazo y además mi salud sigue muy mal con terribles doloes de cabeza y todos los sintomas de esa enfermedad. Tengo ya 4 niños y no los puedo atender ni he ido a trabajar ya casi 2 meses…. por favor su ayuda urgenge porque no se que hacer ni se que daños se pueden producir en el bebe….

    1. encolombia dice:

      Alexandra gracias por visitarnos. Te recomendamos consultar una segunda opinión médica que evalué tu caso completo y te haga una sugerencia.