La Reforma de la Salud y la Seguridad Social en Colombia

Rafael H. Salamanca R., MD
Presidente Colegio Médico del Meta

Sobre el libro “La Reforma de la Salud y la Seguridad Social en Colombia” dice Gilberto Rueda Pérez, presidente de la Asociación Médica Colombiana: “La oportunidad, la seriedad, el análisis racional, crítico y sereno, desde el punto de vista médico, avalado por la experiencia profesional y práctica de sus autores, quienes han unido sus conocimientos, sus esfuerzos, sus estudios y su insomne dedicación para producir La Reforma de la Salud y la Seguridad Social en Colombia, que contiene sus ideas, sus conceptos y sus soluciones para la inmensa crisis que en la actualidad vive el país, con relación al Sistema de Seguridad Social en Colombia vigente, hacen que esta oportuna obra se convierta en documento imprescindible para las personas.

Los profesionales de la salud y las entidades tanto públicas como privadas que tienen ingerencia directa o indirecta en el inmenso complejo sociopolítico y aún económico que involucra la salud y el bienestar de un país como Colombia”.

El doctor Herman Redondo es médico egresado de la UIS, especializado en Ginecoobstetricia. Líder asmedista y como miembro del Consejo Nacional de Seguridad Social en Colombia en representación de los profesionales de la salud, conocedor como pocos de la Ley 100. En la A.M.C. ocupa el cargo de Vicepresidente de asuntos laborales.

El doctor Fernando Guzmán Mora, es egresado de la Facultad de Medicina del Rosario, especializado en Patología y en Cirugía Cardiovascular, presidente de la Federación Médica Colombiana, vicepresidente de la Asociación Médica Colombiana, prolífico autor de artículos y libros sobre temas médicos y legales y experto como pocos en Ley 100.

¿Que importancia práctica tiene hoy este libro?

En reciente encuentro de presidentes de Tribunales de Ética Médica en el Club Médico de Bogotá. El senador Corsi Otálora nos refería cómo cuando en el gobierno Gaviria se discutía el proyecto de la Ley 100 en el Congreso (proyecto de Ley 155 de 1993). A diario hacían lobby Fenalco, la Andi, los sindicatos, las entidades financieras, las aseguradoras, etc., mientras los gremios médicos brillaron por su ausencia.

Así, la salud, que tradicionalmente era un servicio del Estado, se convirtió por ley en la excusa de una multimillonaria empresa que la vende al mejor postor. A la manera de un jugoso ponqué para repartirse el gran capital, del cual los médicos nos convertimos de la noche a la mañana en indignos peones.

El movimiento, mundial hacia la comercialización de la salud en la sociedad de consumo, anota Guzmán, se arraiga en las teorías de Milton Friedman, que “plantea el retiro del estado de la producción de bienes y servicios, con el objeto de fortalecer el capital privado y en esta forma someter la producción a la ley de oferta y demanda”.

Para ello se hace necesario el abaratamiento de los costos del sistema que obliga en el caso de los médicos y demás trabajadores de la salud, a la reducción de sus ingresos como pilar fundamental para que el “negocio de la salud” prospere.

Bajo la máscara de nobles principios, como equidad, solidaridad, universalidad, el estado, incapaz de responder por la salud de todos los colombianos, demagógicamente se deshizo de ella, favoreciendo a unos y sacrificando a otros.

Los médicos y los pacientes resultamos esta vez los grandes sacrificados.

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Prestación de servicios de salud Seguridad Social en Colombia

La prestación de servicios de salud, no sólo se tornó más costosa y de menor calidad científica y ética, sino que los basamentos hipocráticos mismos en que se basaba la profesión, fueron amenazados.

En 1990, publicaba yo una novela “Los Héroes de Watapana” diseñada como una metáfora de la crisis ética de la medicina capitalista de finales de siglo. Tristemente resultó profética: Apenas cinco años después, en Colombia, la ficción se convertía en realidad, la vida predeciblemente imitaba al arte.

Transcribo de su contracarátula afirmaciones como éstas: “sin escrúpulo alguno la comunidad médica manipula la salud para alimentar su empresa billonaria”. “Habríamos convertido nobles servidores de antaño en antihéroes modernos con poder de vida o muerte sobre los hombres, al hacerles entrega del misterio de una tecnología que terminó por beneficiar no a los enfermos sino a una industria parásita de su necesidad”.

En un mundo donde prácticamente todo está concernido por el éxito, el ejercicio profesional tenía que convertirse por fuerza en un oficio de mercaderes. Y su meta, en la medida en que se desvía de la salud, insensiblemente termina deshumanizándose”.

“En un mundo donde prácticamente todo está concernido por el éxito, el ejercicio profesional tenía que convertirse por fuerza en un oficio de mercaderes. Y su meta, en la medida en que se desvía de la salud, insensiblemente termina deshumanizándose”.

Este libro diseca críticamente el fenómeno. En el capítulo 10, titulado IMPACTO DE LA LEY 100 EN LOS PROFESIONALES DE LA SALUD, desarrollan los autores los detalles de la debacle: “Introducir la economía de libre mercado en la salud tiene alto costo social ético.

El acto médico basado en la ética hipocrática se fundamenta en la libertad de escoger al médico que inspire la confianza al enfermo y su familia. Establece una relación proactiva de empatía, en la cual el paciente abre su espíritu y cuenta con amplitud sus penas físicas e inclusive convierte al médico en su consultor y consejero.

El galeno por su parte le entrega al paciente todo su interés, el tiempo necesario, toda su capacidad y sus conocimientos, con ética, responsabilidad y plena autonomía. El objetivo principal es llegar a un diagnóstico basado en el método científico, para procurar curar, mejorar o por lo menos aliviar al enfermo y evitarle complicaciones previsibles de su padecimiento.

La relación prestador-empresa-cliente es un acto comercial, en el cual el prestador del servicio (el médico sin rostro representado por un número) vende un servicio a un cliente (el paciente representado por una boleta o ficha), asignado en citas médicas de la empresa (el intermediario, y dueño del paciente y del médico).

En esta relación comercial al prestador del servicio le interesa atender el mayor número de clientes por unidad de tiempo, para así mismo cobrar el mayor número de boletas. Los intereses de la empresa son prioritarios (no la salud, precisaríamos): Ella capacita al profesional sobre cuáles medicamentos debe formular. Cuáles exámenes o medios diagnósticos solicitar y con mucha precisión cuáles no debe utilizar porque resultan muy costosos”.

La identidad profesional misma quedó pues seriamente lesionada. “Por ello se han producido protestas y paros médicos en Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Bolivia. Igualmente en España y Francia donde los médicos han liderado la resistencia a un cambio que sienten afecta la profesión médica y ellos están dispuestos a defenderla”.

¿Y de las causas de la debacle?

Son múltiples, señalan los autores: Desde las políticas neoliberales que dirigen el mundo. Hasta la pérdida de liderazgo de los gremios médicos, su falta de unidad, su dispersión de metas e intereses que les impidió ofrecer un interlocutor válido, único y fuerte frente a las políticas de los gobiernos.

La Ley General de Educación (Ley 30) que permitió la proliferación sin control de programas de educación médica de toda pelambre. De cinco facultades de medicina existentes en 1974, se pasó a 45 programas establecidos hoy, los cuales dentro de la misma utilitaria filosofía neoliberal no buscan calidad sino dividendos.

Las políticas gubernamentales de los últimos años que desestimaron la inversión en los sectores sociales a favor de otros frentes como las fuerzas armadas, la lucha contra el narcotráfico, la guerrilla y el pago de la deuda externa, etc.

El libro expone con profundidad así mismo en sus doce capítulos, temas como conceptos de Salud y Seguridad Social en Colombia, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, La Reforma de la Salud en la Subregión Andina, El Nuevo Sistema de Seguridad social en Pensiones, la Ley 100 en sus consecuencias prácticas, SOAT, Acto Médico, Código Disciplinario Unico, etc.

Una conclusión permea las 294 páginas del libro: “El problema de fondo es el modelo económico aplicado al sector de la salud. Es hora de que el Congreso de la República estudie seriamente la posibilidad de introducir reformas estructurales de fondo a la Ley 100”.

“El problema de fondo es el modelo económico aplicado al sector de la salud. Es hora de que el Congreso de la República estudie seriamente la posibilidad de introducir reformas estructurales de fondo a la Ley 100”.

Finalmente, en el epílogo escrito por el Dr. Pedro Contreras, presidente nacional de Asmedas, se afirma que “más de diez años estudiando y debatiendo la problemática social en Colombia y América Latina. Nos da a los autores y al suscrito, autoridad suficiente para hacer valer nuestras opiniones, más aún cuando los hechos nos han dado la razón”.

“El libro que se entrega hoy a la opinión pública, demuestra que hay luz en la poterna y guardián en la heredad”.

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