Editorial: Enfermedades Revalentes de la Infancia (AIEPI) y la Enseñanza en las Ciencias de Salud

La Atención Integrada de las Enfermedades Revalentes de la Infancia (AIEPI) y la Enseñanza en las Ciencias de Salud

Magnolia Arango Lobo Guerrero
Neumóloga pediatra
Profesora Asociada de Pediatría
Universidad Nacional de Colombia
Directora Médica del Hospital San Carlos, Bogotá.

¿Quién como estudiante de pregrado de cualquiera de las carreras de las ciencias de la salud, no ha soñado verse atendiendo pacientes, rodeado de los más complicados aparatos y de la más alta y tecnología médica y dotado de medios casi sobrenaturales, en el acto de salvar vidas?.

Este sueño tan legítimo y propio del profesional en formación, se convierte muchas veces en quimera, cuando el médico, la enfermera, el trabajador social o cualquiera de los miembros del equipo de salud, se estrella cotidianamente contra la realidad.

En el mejor de los casos, el profesional que trabaja en un hospital bien dotado de recursos locativos y de equipos, ve con dolor y frustración, cómo a pesar de su dedicado trabajo y denodados esfuerzos, salva vidas, pero sus acciones no impactan decididamente las altas tasas de morbilidad y mortalidad infantiles que poseen nuestros países.

Indudablemente la avanzada tecnología biomédica es un recurso indispensable en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades hoy en día, pero sólo a través de la tecnología de atención primaria, de la prevención de enfermedades y de la promoción de la salud, se podrán modificar positivamente las altas tasas de enfermedad y muerte en todos los grupos de edad y especialmente en los niños.

A diferencia de los países desarrollados:

En donde los programas y estrategias que buscan y aseguran la salud integral de la población ( saneamiento ambiental, vacunación, nutrición, lactancia materna, etc.), son una política de estado y donde la educación y formación del recurso humano en salud, está regida y dirigida por el estado mismo a resolver los problemas fundamentales de su población, en los países con nulo o escaso desarrollo, las políticas de formación del recurso humano para la salud, son casi inexistentes, débiles o erráticas y son dejadas a la libre decisión o responsabilidad a la libre decisión o responsabilidad de las facultades, en donde no pocas veces se le da más énfasis a la información aparentemente más vanguardista, pero inaplicable al medio, o que es ajena a la solución de los problemas de la población.

La única forma de aplicar eficazmente los compromisos adquiridos por los países ante la comunidad y los organismos internacionales en la implementación de programas demostradamente efectivos para mejorar la salud, será cumpliendo responsablemente dichos programas, a través de todos y cada uno de los miembros de los equipos de salud con el debido conocimiento y capacitación en los mismos.

Más de trace millones de niños mueren anualmente en el mundo antes de cumplir los cinco años y de ellos, la mayoría antes de cumplir el año. De cada diez muertes informadas, siete son ocasionadas por neumonía, diarrea, malnutrición, malaria, sarampión o la combinación de ellas.

En América la cifra de mortalidad es de un millón de niños menores de cinco años y la gran mayoría fallece en países no desarrollados de la América Latina.

En los organismos de salud:

A diario millones de niños consultan, por infecciones respiratorias agudas, enfermedad diarreica, desnutrición, meningitis, sarampión, sepsis o malaria y estas enfermedades corresponden al 50 a 70% de las consultas o al 30 a 60% de las hospitalizaciones.

Para cada una de ellas se conocen plenamente los factores de riesgo y han sido demostradas las razones por las cuales una enfermedad dada presenta mayor mortalidad; es el caso de las infecciones respiratorias agudas y la neumonía para las que se conocen como la prematurez, la corta edad, el bajo peso, la carencia o malas prácticas de alimentación materna, la hipovitaminosis A, la desnutrición la ausencia de vacunación el enfriamiento o las bajas temperaturas, la marginalidad, el hacinamiento y la contaminación, contribuyen definitivamente a aumentar las muertes por estas causas.

De lo anterior se colige que el máximo problema de salud infantil, está representado (por su frecuencia y gravedad) en las enfermedades mencionadas en niños menores de 5 años.

El equipo de salud debería entonces concentrar en gran medida sus actividades, en la atención adecuada de estas patologías, en el contexto de programas establecidos por los sistemas de salud de cada uno de los países cuya morbilidad y mortalidad sean debidas a estas enfermedades prevalentes.

La calidad de la formación del quipo de salud, constituido por médicos, enfermeros, nutricionistas, terapistas, odontólogos, trabajadores sociales, etc., aparte del talento personal, depende de la capacitación e información que se les dé en cada una de sus escuelas sobre las diferentes temáticas y en especial sobre los programas de atención primaria.

Compete pues a los profesores de las diversas disciplinas de ciencia de salud, dar una formación integral a sus educandos, que incluya estos fundamentales aspectos y programas, cuya aplicación ha modificado y disminuido la mortalidad en todo el mundo.

Para quienes desde la academia ejercemos como profesionales d la salud y a la vez formamos el recurso humano, médico, de enfermería, d terapia, etc.

Nos encontramos con mucha frecuencia que en la educación médica tradicional, la enseñanza se imparte desconociendo muchas veces la realidad epidemiológica del país o el área en la que se vive y trabaja, careciendo de una visión integral, plural, comunitaria y social tanto del proceso de formación como de la práctica, la cual se torna individualista y limitada en sus alcances, con un enfoque meramente organicista, que no trasciende de la “enfermedad” y la mayoría de veces con pacientes graves y “casos raros”, con diagnósticos y terapéuticos, más guiados por la presión comercial al uso de medicamentos de moda o de elevado costo, que a una visión holística del paciente.

En muchas ocasiones, además existe una gran divorcio de la docencia y asistencia, hecho que distorsiona la práctica médica, llevándola a un plano de no ver más allá de la enfermedad, o de la cama del paciente, perdiéndose el contexto humano, familiar y social de la medicina.

La aplicación razonable y efectiva de todos los conocimientos actuales sobre la promoción de la salud, la prevención y el control de la enfermedad, sólo puede ser real si las personas que conforman el equipo de salud, aprenden bajo un currículo que garantice una formación ética, humanista e integral.

Las ciencias d la salud y sociales en sus currículo deberían pues, incluir todos los procesos, elementos y conceptos que garanticen que sus profesionales tengan una formación con la que contribuyan a promover la salud de los miembros de la sociedad.

Con relación a la carrera de medicina sería posible a través del desarrollo de la enseñanza de la anatomía, histología, fisiología, patología, clínica y terapéutica, introducir elementos que permitan la integración de conocimientos aplicables a la solución de los problemas fundamentales de salud del país, como es el de la mortalidad en los niños.

Las estrategias y metodologías mencionadas no se contraponen a la enseñanza convencional en medicina (visión anatómica, funcional, fisiopatología, etiológica, propedéutica, semiológica, sindromática, terapéutica, etc.), sino que son su complemento ideal puesto que los elementos científicos que apoyan la atención primaria, amplían el rango y cobertura de programas y no se limitan al paciente hospitalizado, complicado o que requiere los más costosos recursos de la tecnología, actual y en base a la epidemiología, al conocimiento de los síntomas y signos de mayor sensibilidad y especificidad y a las clasificaciones clínicas dirigidas a la acción y al tratamiento eficaz y adecuado, permiten un más acertado manejo de casos y la disminución de morbi-mortalidad.

La universidad tiene dentro de sus funciones académicas en las áreas de salud, el propender por la atención adecuada de los paciente.

La estrategia de atención integrada de las enfermedades prevalentes de la infancia (AIEPI), tiene como objetivo contribuir a la disminución de la mortalidad por enfermedades prevalentes en menores de 5 años; a la reducción del número y gravedad de estas enfermedades; a mejorar la calidad de la atención del niño en los servicios de salud y a introducir aspectos de promoción y prevención de la salud infantil y a extender la atención integrada a nivel comunitario.

La estrategia cubre los diferentes programas, es genérica y está dirigida a poblaciones de alto riesgo y ha sido muy especialmente diseñada para mortalidad menor x 1.000 nacidos vivos.

Lea También: Relación entre la Obesidad Exógena en los Niños y la Velocidad de Crecimiento

Las ventajas de la integración de la estrategia AIEPI en los currículo de las ciencias de la salud y sociedades son:

El permitir una visión real del niño y la familia, la comunidad y el entorno; brindar una atención humanitaria, oportuna y adecuada; racionalizar los recursos y promover la participación efectiva de las diferentes áreas, teniendo en cuenta que AIEPI es prioritaria, pues:

  • Aborda la atención de los principales problemas de salud de la niñez.
  • Responde a la demanda y a las necesidades sentidas de la población.
  • Impacta positivamente la salud infantil.
  • Enfoca la prevención y curación.
  • Tiene un costo/beneficio adecuado.
  • Ahorra recursos.
  • Es una estrategia equitativa y democratiza la información.

Los objetivos fundamentales en la atención del niño son la educación, la prevención y la promoción de la salud y el tratamiento cuando se presenten patologías, dentro de la familia, la comunidad y el entorno social.

Las modalidades de enseñanza de esta estrategia y de los programas de atención primaria, comprenden la realización de talleres, clases, prácticas, revistas, atención de casos, evaluaciones a los estudiantes de pre y posgrado, que permitan reforzar los conocimientos y destrezas adquiridas y a través de guías técnicas de cada una de las entidades patológicas consideradas; se imparte la enseñanza sobre la magnitud del problema, la etiología, la clínica, el diagnóstico y el tratamiento.

Todo este proceso educativo debe ser transcurricular y debe incluir los diferentes niveles como estudiantes, internos y residentes, a quienes se debe involucrar activa y permanentemente en la capacitación, contando con espacios y tiempo definido para tan fin.

Los países con alta mortalidad infantil:

A través de la decisión política, la implantación de programas de atención primaria, la aplicación de estrategias como la AIEPI y del equipo de salud capacitado y formado con una visión amplia de la salud del niño, podrán cumplir los objetivos fundamentales de disminuir la morbilidad y la mortalidad, y mejorar la condición de vida de la infancia.

Referencias Bibliográficas

  • 1. OPS – OMS. Bases técnicas para las recomendaciones de la OPS/OMS sobre el tratamiento de la neumonía en el primer nivel de atención HMP/ARI/01-92. Rev. 1993.
  • 2. Benguigui. Y. Perspectivas para la implementación de la estrategia de AIEPI en los países de América Latina. La Atención Integrada de las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI) en países de América Latina. Informe de la Reunión de Quito, Ecuador 27 – 29 Enero/98. Serie HCT/AIEPI-12. 1998.
  • 3. Informe del Simposio Internacional de Pediatría. AIEPI. Brasil em acao. Ministérico de Saúde. Sociedade Brasileira de Pediatría OPAS-OMS. Río de Janeiro. Octubre 1997.
  • 4. Tubalcain Fuenmayor, Torres de Díaz Maritza, Márquez Paulo E. Impacto del Programa IRA en la hospitalización pediátrica por neumonía. Coordinación Regional del Programa IRA/Zulia. Sistema Regional de Salud del Estado Zulia. Nov. 97 Maracaibo, Venezuela.
  • 5. Benguigui Y. Magnitud y control de las IRA en función de las metas de la cumbre mundial de la infancia. Benguigui Y, López Antuñano Fj, Schmunis G, Yunes J. Infecciones respiratorias en niños. Washington. OPS/OMS:25, 1997.
  • 6. Jaulin Plana JF. AIEPI en el contexto actual del sistema de seguridad social en salud de Colombia. Actualizaciones Pediátricas. 2001; 11:4:129-134.
  • 7. Jaulin Plana JF. Necesidad de la implantación de la Estrategia AIEPI en Colombia. Actualizaciones Pediátricas. 2001; 11:2 49-54.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *